Hay cuatro tipos de virus de influenza, designados A, B, C y D, pero los más comunes en humanos son A y B. Aunque los dos tienen síntomas similares y se tratan de la misma manera, existen diferencias entre ellos, que incluyen cuán graves pueden llegar a ser en diferentes poblaciones.
Este artículo discutirá las similitudes y diferencias en la influenza tipo A y tipo B, incluyendo a quién afecta, la gravedad, los síntomas, las causas, el diagnóstico, el tratamiento y la prevención.
¿Cuáles son las principales diferencias entre la gripe A y la gripe B?
Las diferencias entre la gripe A y la gripe B incluyen:
- La gripe A es mucho más común (típicamente el 75 % del total de casos de gripe) que la gripe B.
- Tanto la gripe A como la gripe B pueden causar brotes y epidemias, pero solo la gripe A causa pandemias.
- La gripe A es más grave en adultos.
- La gripe B es más común en los niños y, aunque generalmente es de leve a moderada en niños sanos, puede ser más grave en niños menores de 5 años (posiblemente debido a una menor exposición previa y, por lo tanto, a una menor inmunidad).
- La gripe A tiende a aparecer más temprano en la temporada de gripe (enero y febrero), mientras que la gripe B generalmente ocurre más tarde (febrero y marzo).
- La gripe A puede pasar de los animales, incluidas las aves, a las personas, mientras que la gripe B se desarrolla solo en humanos.
- La gripe A muta más rápidamente que la gripe B, lo que dificulta la creación de vacunas que sigan siendo eficaces.
Síntomas
La gripe A y la gripe B tienen síntomas similares. La gravedad varía, desde leve en muchas personas hasta grave en algunos de los grupos de alto riesgo, incluidas las personas embarazadas, los adultos mayores de 64 años, los niños menores de 5 años (especialmente los bebés) y las personas con problemas de salud subyacentes.
Otros síntomas tempranos incluyen:
- Tos seca
- Rinorrea
- Dolor de garganta
- Dolor de cuerpo
- Dolor de cabeza
- Fatiga
Cuando los niños pequeños contraen la influenza, pueden experimentar náuseas, vómitos o diarrea además de los síntomas respiratorios.
Los síntomas de la gripe generalmente duran desde unos pocos días hasta una semana o dos. Pero en algunas personas en grupos de alto riesgo, la gripe puede ser lo suficientemente grave como para requerir hospitalización. Puede ser fatal, generalmente entre personas en grupos de alto riesgo.
Las muertes en los Estados Unidos por influenza entre 2010 y 2020 oscilaron entre 12 000 y 52 000 por año. Las hospitalizaciones asociadas con la influenza oscilaron entre 140 000 y más de 700 000 por año durante el mismo período.
Causas
La gripe es causada por diferentes cepas del virus de la influenza. Los virus de la gripe tipo A están presentes en animales (como aves y cerdos) además de en los humanos, mientras que los virus de la gripe tipo B solo circulan en los humanos.
Los virus de la gripe A mutan (cambian genéticamente) con más frecuencia que los de la gripe B. Los nuevos subtipos de la gripe A pueden surgir a través de mutaciones y pasar de los animales a los humanos. Esto puede resultar en pandemias (epidemias mundiales) de gripe A, que no se ven con la gripe B.
Los virus de la gripe generalmente causan más enfermedades durante la temporada de gripe, que es en otoño e invierno en cada hemisferio. Los subtipos que circulan cambian de un año a otro. La gripe A generalmente es más prominente al principio de la temporada de gripe, mientras que la gripe B surge más tarde en la temporada de gripe.
Tanto la gripe A como la B generalmente son transmitidas por una persona con el virus que tose, estornuda o transfiere sus secreciones respiratorias a las superficies.
Luego, otras personas inhalan las gotas que contienen el virus. O bien, el virus puede adquirirse cuando una persona toca una superficie contaminada y luego se toca la boca, la nariz o los ojos.
Tanto la gripe A como la B son muy contagiosas y es más probable que las personas las transmitan a otras durante los primeros tres o cuatro días después de sentirse enfermas.
Diagnóstico
Su proveedor de atención médica puede hacer un diagnóstico basado en sus síntomas. Si tiene un alto riesgo o tiene síntomas graves, es posible que decidan hacerse la prueba de la gripe y confirmar que esa es la causa. Algunos tipos de pruebas también pueden identificar si tiene el tipo A o B.
La información sobre el tipo o la cepa de la gripe es importante desde la perspectiva de la salud pública, pero es poco probable que afecte su plan de tratamiento. Es posible que su proveedor pueda realizar la prueba en el lugar o puede enviarla a un laboratorio. Los tipos comunes de pruebas de la gripe incluyen:
- Prueba de diagnóstico rápido de influenza (RIDT): Este es el tipo más común de prueba de gripe. La muestra se recolecta con un hisopo nasal y se analiza para detectar antígenos virales de influenza (sustancias en el virus que pueden producir una respuesta inmune). Los resultados tardan unos 15 minutos, pero es posible que las pruebas no sean tan precisas como otras.
- Ensayo molecular rápido: La muestra se toma con un hisopo nasal y se analiza para determinar su perfil genético. Los resultados tardan aproximadamente media hora.
- Reacción en cadena de la polimerasa de transcripción inversa (RT-PCR): Este es el tipo de prueba de gripe más preciso, que utiliza un proceso diferente para analizar la composición genética de una muestra de hisopado nasal. Puede tomar hasta unas pocas horas para tener resultados. Algunos de estos ensayos pueden identificar si el virus es B, A o un subtipo específico de A.
Hay kits de prueba caseros de venta libre (OTC) disponibles que analizan la gripe A y la gripe B, el virus respiratorio sincitial (RSV) y COVID-19. Recoges una muestra mediante hisopado nasal y la envías a un laboratorio, que te notificará los resultados, normalmente en varios días.
Tratamiento
La gripe A y la gripe B se tratan de la misma manera. Muchas personas se recuperan de la gripe por sí mismas. Si sus síntomas son molestos, consulte con su proveedor de atención médica sobre lo siguiente:
- Tome medicamentos de venta libre para la tos o la fiebre según las indicaciones para aliviar los síntomas (estos no deben administrarse a niños menores de 6 años a menos que lo indique su proveedor de atención médica, y la aspirina debe evitarse en cualquier persona menor de 19 años).
- Descansa lo suficiente.
- Mantente hidratado.
Los remedios caseros que pueden ayudar incluyen la miel para el dolor de garganta y la inhalación de vapor para despejar la nariz tapada. Consulte con un proveedor de atención médica antes de probar remedios caseros.
Si sus síntomas parecen graves, está embarazada o tiene un alto riesgo de complicaciones de la gripe, como neumonía, llame a su proveedor de atención médica. Es posible que le recete un medicamento antiviral que puede reducir los síntomas y acortar la duración de la gripe en aproximadamente un día.
La gripe A y la gripe B son similares en su respuesta a los medicamentos antivirales. Los medicamentos antivirales para la gripe funcionan mejor si los toma dentro de las 48 horas posteriores a la aparición de los síntomas. Si necesita más atención u hospitalización, siga las recomendaciones de su proveedor de atención médica.
Prevención
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que las personas de 6 meses o más reciban la vacuna contra la gripe todos los años. Los niños de 6 meses a 8 años pueden necesitar dos inyecciones.
La vacuna protege contra la gripe A y la gripe B. La vacuna tetravalente contra la gripe protege contra los dos subtipos de gripe B y dos de los subtipos de gripe A que se prevé que estén circulando.
Debido a que la gripe A muta rápidamente y pueden estar circulando diferentes cepas, es importante vacunarse contra la gripe todos los años. Además, la eficacia de la vacuna disminuye al final de la temporada anual de gripe.
Otras precauciones que pueden ayudar a prevenir contraer o transmitir la gripe incluyen:
- Cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo desechable al toser o estornudar
- Lavarse las manos a fondo y con frecuencia.
- Evitar el contacto cercano con personas que puedan tener gripe.
- Quedarse en casa si cree que tiene gripe, para no contagiársela a los demás
Resumen
La gripe A y B son tipos diferentes del virus de la gripe y afectan de manera diferente a adultos y niños. La gripe A es más común en general y puede ser más grave en adultos. La gripe B es más común en niños y puede ser más grave en niños pequeños.
Ambos tipos son muy contagiosos y se transmiten más fácilmente durante los primeros días después de enfermarse. Los síntomas son similares, aunque pueden variar en intensidad. Puede desarrollar fiebre rápidamente y sentirse adolorido y cansado. Los síntomas respiratorios se desarrollan más tarde.
Las gripes A o B pueden afectar más gravemente a ciertas poblaciones, así que llame a un proveedor de atención médica si está embarazada, tiene más de 64 años, tiene un sistema inmunitario debilitado o tiene una enfermedad médica crónica, como asma, enfermedad cardíaca o diabetes.
Un proveedor de atención médica no necesita distinguir entre la gripe A y la gripe B, ya que el tratamiento es el mismo. Pueden diagnosticar basándose únicamente en los síntomas. En algunos casos, pueden realizar una prueba para determinar si la gripe es la causa.
Si cree que tiene gripe, trate de quedarse en casa, descansar y mantenerse hidratado. La mayoría de las personas se recuperan solas. Los medicamentos antivirales pueden ayudar a las personas con gripe grave o a las que corren un alto riesgo. Su mejor medida preventiva es vacunarse contra la gripe todos los años, lo que puede ayudar a proteger tanto contra la gripe A como contra la gripe B.