David Carr , crítico de medios del New York Times , quien fuera conocido por su estilo directo e incisivo y superar su adicción a las drogas (convirtiéndose en uno de los periodistas estadounidenses más respetados) murió el jueves a los 58 años.
Carr se desvaneció en la redacción del cotidiano y fue luego declarado muerto en el hospital, anunció el Times . La causa del fallecimiento no fue anunciada.
“David Carr tenía la voz ronca de un pirata, los andares desgarbados de un Quijote y la mirada inquisitiva de Sherlock Holmes”, así describió el diario El País de España a quien fuera el encargado de la redacción semanal de la columna Media Equation , en la cual se criticaba hasta a sí mismo.
El comunicador también publicó una autobiografía sobre su lucha contra la adicción a las drogas, en el 2008.
Apenas unas horas antes de su muerte había moderado una conversación de la serie Times Talks con Edward Snowden, la directora Laura Poitras y el periodista Glenn Greenwald, sobre el documental Citizen Four , que narra la filtración de documentos de la Agencia de Seguridad Nacional realizada por Snowden. Carr, comprometido como siempre, les presionó con preguntas aceradas y observaciones irónicas en una franca conversación.
Gran pérdida. El editor ejecutivo del New York Times , Dean Baquet, se sumó a los elogios a Carr y dijo que era especial.
“Era uno de los mejores reporteros de medios de su generación; un hombre extraordinario y divertido que era uno de los líderes de nuestra redacción”, escribió Baquet en un correo electrónico a los colegas del columnista. “Era nuestro mayor campeón, y su pasión inacabable por el periodismo y por la verdad se verá extrañada por su familia en el Times , por sus lectores en todo el mundo y por la gente que ama el periodismo”, agregó.
Carr, quien creció en Minnesota, llegó al Times en el 2002 como reportero de negocios, cubriendo la edición de revistas. Su columna Media Equation aparecía en la sección de negocios los lunes. Se centraba en asuntos sobre los medios en relación a los negocios, la cultura y el gobierno, señaló el Times .
El reportero, quien vivía en Montclair, Nueva Jersey, con su esposa y su hija (además, tenía otras dos hijas), escribió The Night of the Gun , sus memorias sobre la adicción a las drogas y la recuperación.
El libro, publicado por Simon &Schuster, traza el ascenso de Carr de adicto a la cocaína a padre soltero que cría a dos niñas gemelas hasta convertirse en columnista de medios para el Times .
Carr dijo haber escrito una propuesta sobre el libro “en una apuesta conmigo mismo” en dos días. Después de que un agente vendiera la idea, Carr terminó entrevistando a 60 personas y trabajando en el libro durante 30 años. Se llevó las entrevistas transcritas, numerosos documentos y fotos a la cabaña de la familia en los Adirondacks, donde escribió.
En el libro, Carr no flaquea al describir sus arrestos –incluyendo uno por pegarle a un taxista– contaba, por ejemplo, cómo llegó a dejar a sus dos gemelas bebés solas en su auto para ir a comprar drogas; también habló sobre sus visitas a rehabilitación –en cinco ocasiones– y su lucha contra el linfoma de Hodgkin, un cáncer del sistema linfático.
Su recuperación de las drogas se produjo en paralelo con su ascenso en el periodismo. Tras periodos dirigiendo el Twin Cities Reader , un semanario alternativo de Minneapolis, y el Washington City Paper , un semanario alternativo en D.C., Carr escribió textos para Inside.com, un sitio web de noticias cofundado por el cofundador de la revista Spy Kurt Andersen, y las revistas New York y The Atlantic Monthly antes de acabar en el New York Times.
El año pasado comenzó a impartir clases en la Universidad de Boston sobre modelos de negocio creativos para sostener el periodismo digital.
Fue una de las primeras clases dedicadas a estudiar cómo pueden financiarse las organizaciones de medios conforme los lectores y anunciantes migran a plataformas digitales, una crisis que ha condenado a algunas organizaciones y amenazado la viabilidad de otras.
Tomas Fiedler, decano de la universidad, expresó su tristeza por la muerte de Carr.