El nuevo empleado (2022), de Doug Liman

Owen Hendricks, recién licenciado abogado de preclara inteligencia, acaba de ser reclutado por la CIA para que trabaje en su oficina jurídica. Comparte piso con su antigua novia Hanna y el amigo gay de ambos Terence. Tiene todos los rasgos propios de alguien inexperto, lo ignora todo el trabajo de espía, y con frecuencia sus nuevos colegas le gastan bromas pesadas por su falta de experiencia. Pero lo compensa con un sexto sentido para disponer en el orden debido las piezas que maneja de los casos a estudiar. Cuando le piden que revise los miles de cartas que reciben en Langley de supuestos informantes y operativos que amenazan con desvelar secretos si no se atienden sus peticiones, da con una de Max Meladze que resulta ser creíble, ella está en prisión por asesinato y amenaza con desvelar nombre que conoció cuando trabajaba como agente encubierta en Bielorrusia.

Alexi Hawley, creador de El nuevo empleado, trabajó antes en Castle y Asuntos de estado, pero luego ha desarrollado un par de series con la premisa del novato policía que debe forjarse en el oficio, el esquema de pez fuera del agua, The Rookie y The Rookie: Feds; ahora hace lo propio con el abogado de la CIA Owen, que no sólo atiende asuntos jurídicos, y debe lidiar con colegas poco cooperativos, comités de inteligencia del Senado y políticos de diverso fuste, sino que se ve metido en operaciones de campo donde incluso le torturan y las balas vuelan sobre su cabeza. Y llama la atención cómo "los buenos" se ven enfangados en decisiones de dudosa moralidad.

La serie es entretenida pero no memorable, aunque para mantener el interés desde el principio se ha fichado a un director que se mueve como pez en el agua en la intriga de los servicios secretos, Doug Liman, que dirigió El caso Bourne y Sr. y Sra. Smith. Precisamente con este último título puede verse el elemento común de combinar la acción con algunos puntos de comedia, en lo relativo a las zancadillas que se ponen unos a otros. En la relación entre el abogado y la agente “chantajista”, interpretados por Noah Centineo y Laura Haddock, pueden verse ecos de la que vertebraba El silencio de los corderos, la mantenida por la agente del FBI inexperta Clarice Sterling y el asesino “colaborador” Hannibal Lecter.