Definición de semilla. Estructura, funciones y usos

Semilla, en Botánica, alude a aquel grano o parte de una planta gracias al cual puede surgir una nueva. Más específicamente, son parte de la vegetación denominada fanerógama, donde se agrupan plantas cuya reproducción depende de flores y semillas.

En un sentido metafórico o simbólico, el término también se emplea para señalar al germen, es decir, al inicio o comienzo de otras cosas u elementos.

Otro uso, asimismo, permite identificar a los granos producidos por especies vegetales y que, cuando son sembrados, provocan que surjan nuevos vegetales.

Originalmente, este vocablo se usaba en latín bajo el nombre de seminium y tenía el mismo significado que en la actualidad. Además, de él proviene la noción de semen (conjunto de espermatozoides y fluidos que se producen en el aparato masculino de algunos animales y humanos).

Semillas de girasol
Las semillas surgen de plantas como los girasoles.

Funciones.

Para poder comprender qué son la semillas, es posible partir de sus funciones.

De este modo, es posible establecer una comparación simple con los huevos en algunos animales (como en los ovíparos):

  • En primer lugar, un óvulo es fecundado
  • Como resultado de esta fecundación, encontramos el huevo: este es el encargado de proteger al embrión
  • Gracias a que ese embrión está protegido, puede crecer y desarrollarse de la manera adecuada en un tiempo determinado. Al cabo de esta etapa encontramos, por ejemplo, que nace de ese huevo un animal, como un pollo

La semilla de las plantas contiene, dentro de sí, al embrión que, a diferencia de los animales, es de tamaño pequeño, ínfimo, y eventualmente se va a transformar en una nueva planta o en un vegetal.

Otra función de las semillas es que son el modo en el que estas pueden reproducirse y multiplicarse. Esta forma de reproducción es considerada una vía de propagación de distintas modalidades de vida vegetal.

Las semillas se incluyen dentro de la reproducción sexual de las plantas que tienen flores y que poseen las llamadas estructuras femeninas ovario o masculinas, como el polen. De ahí que el proceso que genera semillas y frutos se denomina polinización.

Otra función de las semillas es servir de alimento. Existe una amplia variedad de ellas, y cada una aporta diferentes nutrientes y beneficios.

Polinización
El transporte de polen de una planta hacia otra se conoce como proceso de polinización, y lo realizan insectos como mariposas o abejas.

Características.

En primer lugar, las semillas surgen como resultado de la fecundación de un óvulo. Existen dos universos de plantas que tienen óvulos:

  • angiospermas
  • gimnospermas

Las angiospermas, del griego ἀγγεῖον (vaso o receptáculo) y σπέρμα (semilla), son aquellas plantas que producen tanto flores como frutos. Se las conoce por ser uno de los grupos más abundantes y diversos, y además son característicos por la variedad de flores y colores que podemos encontrar.

Sus semillas son producidas en el interior del fruto de cada planta, es decir, permanecen almacenadas en espacios cerrados. Un ejemplo de angiosperma es la planta de mango, pero también el maíz, el arroz o el trigo.

Las gimnospermas (cuyo prefijo, γυμνός, significa desnudo) son plantas con semilla pero sin flor ni fruto. A grandes rasgos, las más abundantes de esta tipología son las coníferas, conocidas asimismo como plantas leñosas. Otros ejemplos son los alerces, la araucaria o los cipreses.

La diferencia con las angiospermas es que sus semillas sí crecen desnudas, sin estar recubiertas por nada.

Componentes.

Las partes de una semilla varían entre una y otra. Sin embargo, pueden reconocerse tres elementos básicos en todas ellas:

  • En primer lugar, está el embrión, resultado de la fecundación del óvulo.
  • En segundo lugar, el endospermo, que acumula todos los nutrientes para el embrión.
  • En tercer lugar, el tegumento, que protege al embrión y a las sustancias que permanecen en reserva.

La germinación.

Un rasgo característico de las semillas es que germinan, es decir, atraviesan un proceso en el cual el embrión crece hasta transformarse, efectivamente, en una planta.

Este proceso involucra múltiples factores que ayudan a que el embrión pueda desarrollarse, como por ejemplo el oxígeno con el que cuenta esa semilla o la estructura adecuada del lugar donde crecerá.

Proceso de germinación
La germinación es el proceso por el cual la semilla crece hasta transformarse en una planta.

Cuando las condiciones no son las que esa semilla requiere para un crecimiento saludable, no germinará en ese momento, sino que puede pasar un tiempo hasta que lo haga.

En un primer paso, la semilla debe tener agua para absorber y humedad. Es indispensable que esta etapa tenga lugar. La cantidad y frecuencia de agua necesaria difiere entre una y otra semilla pero, al alcanzar los niveles suficientes, se activarán los siguientes periodos. Luego ocurre la germinación propiamente dicha: durante esta fase, la absorción de agua disminuye notablemente, y se activa, en cierto sentido, el metabolismo.

En este ciclo es común observar que la semilla se rompe y brota de ella una raíz muy pequeña. Posteriormente iniciará la instancia de crecimiento, donde el tallo comenzará a crecer lentamente.

Como alimento.

Además de crecer y transformarse en plantas propiamente dichas, las semillas son una fuente de nutrientes muy amplia, lo que se traduce en múltiples beneficios para la salud. En la actualidad constituyen una parte esencial de la alimentación de las personas, ya que proveen grasas saludables, vitaminas, antioxidantes y otros elementos.

A continuación mencionaremos algunas de la semillas más comunes y ciertos usos que pueden tener.

Las semillas de chía son conocidas por ser una gran fuente de antioxidantes, calcio y ácidos grasos omega-3. Son muy pequeñas y de un color oscuro.

Los modos en los que pueden ser consumidas son múltiples: en panes, en yogures o como parte de una mezcla más amplia con otras semillas. Además, pueden ser consumidas enteras o trituradas. Incluso, pueden ser activadas un tiempo antes de su consumo.

La activación se realiza dejándolas en agua o yogur, por ejemplo, y tras unos minutos adquieren una consistencia cuasigelatinosa.

Chía
Las semillas se adaptan a una gran cantidad de recetas, tanto dulces como saladas, para su consumo.

Otras semillas con usos similares a la chía son las semillas de lino, de sésamo y de amaranto. Las de lino contribuyen con fibra, proteínas y minerales, muy útiles para la prevención de daños celulares. Son de color marrón y con apariencia de una pequeña gota. Las de sésamo, por su parte, son muy similares a las de lino, pero estas son de color beige o crema. Son útiles para regular la digestión, para proteger los huesos y disminuir el colesterol.

Otra semilla es la quinoa: gracias a su aporte de fibra, minerales, grasas y ácido fólico, es un alimento muy utilizado en la actualidad. Sus características hacen que sea posible que se las consuma como un cereal.

Otras semillas muy utilizadas son las siguientes:

  • de girasol
  • de calabaza
  • de mostaza
  • de hinojo
  • de granada

En todos estos casos, es importante saber que un consumo excesivo de semillas puede llevar a desbalances en nuestra incorporación de fibra diaria. Esto puede llevar a problemas digestivos como hinchazón, calambres, problemas intestinales y estreñimiento, entre otros.

Estos inconvenientes pueden aparecer con mayor frecuencia entre quienes cuenten con antecedentes como síndrome de intestino irritable. Por esta razón no se suele sugerir un elevado consumo de fibras y semillas a personas con esta patología particularmente.

La recomendación de fibra, para la población en general, es de aproximadamente 25 g por día. Sin embargo, es importante controlar esto con un profesional de la alimentación. También, es fundamental consumir alrededor de 2 l de agua principalmente cuando se consume fibra, para evitar obstrucciones intestinales.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (10 de marzo de 2023). Definición de semilla. Estructura, funciones y usos. Definicion.com. https://definicion.com/semilla/