Reseña: Jim Jefferies, el nuevo recluta en las trincheras de la comedia política

Imagínese a los presentadores de programas de entrevistas nocturnos como una banda irregular de soldados aliados, una media docena sucia o algo así, asignados para eliminar a Donald Trump.

Stephen Colbert, el comandante libresco. Seth Meyers, el médico lacónico. Jimmy Fallon, el niño que canta para tapar su miedo. John Oliver, el operador de radio británico que no se calla. Samantha Bee, la cínica superviviente.

Nuevo en el equipo es Jim Jefferies. Es australiano y parece un poco pastoso y tenue. Un soldado de infantería, pero fresco en una crisis. Y más inteligente de lo que parece.

El show de Jim Jefferies comenzó hace tres semanas en Comedy Central, a las 10:30 p.m. los martes, y nadie reinventa la rueda. El Sr. Jefferies se sienta en un escritorio y, como el Sr. Oliver en Last Week Tonight de HBO, opina sobre los eventos de la semana anterior.

No tiene invitados, aunque sus dos primeros episodios incluyeron cameos de Brad Pitt, ¡tomen eso, ustedes establecieron anfitriones! Pitt parecía un poco loco meteorólogo predecir el calentamiento global. No ofreció un pronóstico esta semana, aunque hizo una breve aparición, sentado en un sillón con la mano en los pantalones.

Esa imagen es característica del enfoque de Jefferies Show, que podría llamarse crudeza ilustrada. Jefferies, un comediante y actor, dejó su huella en Estados Unidos por primera vez con la comedia de situación FX (más tarde FXX). Legítimo , en el que interpretó a un cómic de stand-up con una gran bocaza y adicción a las drogas y el sexo.

Como presentador nocturno, puede parecer que el Sr. Jefferies no está haciendo mucho, pero hay un complicado acto de equilibrio entre su personalidad de tipo ordinario y sus frases a veces salvajemente obscenas. Los resultados son impredecibles y, a veces, pasa mucho tiempo entre los golpes.

Pero cuando el Sr. Jefferies y su equipo lo hacen bien, hay una cualidad explosiva en el humor que no siempre se obtiene con los elaborados arreglos del Sr. Oliver o los golpes más quirúrgicos del Sr. Colbert y el Sr. Meyers. El Sr. Jefferies puede parecer que se está burlando de usted o que se pregunta por su penumbra, pero nunca parece estar hablando con desdén.

Jefferies prefiere el estilo de stand-up (montaje y broma) sobre las conferencias ilustradas que se han vuelto populares en otros lugares a altas horas de la noche. Pero puede utilizar un gráfico con buenos resultados. El martes mostró un gráfico que traza el talento contra la probabilidad de ser encarcelado por mal comportamiento. En la parte superior: Charlie Chaplin, Woody Allen, Roman Polanski, Bill Cosby. En la parte inferior: Jared, el lanzador de Subway. Si vas a ser una persona horrible, al menos danos algo que podamos disfrutar, imploró el Sr. Jefferies.

Otros segmentos de esta semana, como un visita a la embajada de Azerbaiyán (para ver si el país sería bueno para huir cuando América implosiona), eran peatones. Un mejor ejemplo del acto de alto nivel de Jefferies se produjo la semana anterior, cuando un segmento sobre el juicio político se desvió hacia una revisión de cómo algunos presidentes han dejado el cargo: una renuncia y ocho muertes, cuatro por asesinato.

Por favor, no asesine al presidente que apareció en la pantalla como proclamó el Sr. Jefferies: ¡Yo nunca diría eso! ¡Yo jamás diría eso! Simplemente lo había hecho, por supuesto, pero tenía una salida rápida. No soy un comediante tan nervioso, continuó, señalando una foto de Kathy Griffin sosteniendo la cabeza del presidente Trump en efigie.

Luego, habiendo cambiado la culpa, se metió en el verdadero chiste, volviéndose hacia la imagen de la Sra. Griffin y ladrando: ¡No venimos a sus programas para pensar! Es posible que el Sr. Jefferies no te haga trabajar tan duro como algunos de los otros anfitriones nocturnos, pero definitivamente está pensando.