Muere Brian Barnes, la estrella que destruy� el alcohol
Golf Bati� en la Ryder Cup de 1975 dos veces el mismo d�a al gran Jack Nicklaus
Escocia, el pa�s que defendi� a pesar de haber nacido en Surrey y jugado varios a�os por Inglaterra, despidi� el martes v�ctima del c�ncer a Brian Barnes, de 74 a�os. Nueve veces ganador del Circuito Europeo, la historia lo recordar� como el golfista que en 1975, en la Ryder Cup de Laurel Valley, cuando los individuales se jugaban en doble sesi�n, bati� dos veces el mismo domingo a Jack Nicklaus.
Fue la �ltima edici�n antes de la eclosi�n de Seve y la novena vez que Estados Unidos ganaba de manera consecutiva a Gran Breta�a e Irlanda. La competici�n adolec�a de inter�s por la superioridad estadounidense. A pesar de los puntos de Barnes, que jug� seis ediciones, el equipo de Arnold Palmer infligi� a su rival la mayor paliza de la historia. Fue el propio Nicklaus el que pidi� a Arnie variar los emparejamientos previstos -por primera y �nica vez en la historia- para que Barnes le concediese la revencha. "Es lo que quiere la gente", le confi� el rubio. Cay� por 2 y 1.
Un tipo t�mido
Pero de no mediar sus problemas con el alcohol y su pereza a moverse de Gran Breta�a por su t�mido car�cter, los libros de historia podr�an haber glosado una leyenda con m�s haza�as. "Ten�a un driver largu�simo y muy recto", record� a la BBC Bernard Gallacher, con el que comparti� mucha carrera. Fue de los primeros jugadores que introdujo las pesas en el entrenamiento. Como Gary Player, lo que acentu� su pegada.
Era un golfista competitivo, que no se arrugaba ante nadie, que se crec�a ante desaf�os como el que le plante� aquel d�a Nicklaus cuando le dijo que hab�a jugado muy bien por la ma�an, pero que no ten�a "ninguna posibilidad" de ganarle otra vez. El 'Oso Dorado' fue el primero en transmitir sus condolencias a trav�s de las redes sociales.
Sus histri�nicos episodios, en tiempos donde la ingesta de alcohol entre los deportistas era moneda com�n -casos coet�neos como George Best o el campe�n de snooker Alex Higgins- superaron el eco de sus victorias. Se sab�a que en la bolsa de palos llevaba con frecuencia vodka mezclado con zumo de naranja y que beb�a con abundancia despu�s de cualquier ronda de golf.
Surrounded by family & friend, one of golf's very talented & most colorful left us at 74. "Barnesy" was an absolute character. As much entertainer as golfer. Wasn't uncommon to see him wear long, dark socks with shorts, tee off with pipe in his mouth & mark his ball with a can! pic.twitter.com/cxMCDABYyY
? Jack Nicklaus (@jacknicklaus) September 10, 2019
Espinosos percances salpicaron toda su carrera. En el Abierto de Escocia de 1982 marc� su bola en el green con una lata de cerveza; en un Open de Zambia se bebi� tres pintas entrando en el bar a mitad de recorrido y en 1968, en el Abierto de Francia, tras no embocar el putt de vuelta, se puso a jugar con la bola como si fuera un jugador de hockey hielo antes de acabar el hoyo. Firm� un 15.
Nadie reprend�a su actitud. Tampoco cuando en 1981 en un torneo en Inglaterra, alguien le proporcion� seis cervezas a mitad de recorrido. Se las bebi� mientras completaba los nueve hoyos con dos eagles y tres birdies, 28 golpes por los segundos nueve hoyos. Sigui� emborrach�ndose en el bar mientras el resto de competidores completaba sus recorridos y gan� en un desempate a cuatro hoyos. Recibi� como premio seis cajas de whisky.
Barnes, cuyas im�genes m�s ic�nicas son con una pipa en la boca, fue hundi�ndose en la espiral del alcohol. Nick Faldo y otros j�venes le hab�an restado protagonismo. Cay� en el olvido. En enero de 1992 estuvo a punto de suicidarse. Aparc� su BMW delante de un acantilado en Chanctonbury Hill, al sur de Inglaterra, y pens� pisar el acelerador a fondo. No tuvo fuerzas. Meses despu�s, tras haber salido de un pub y conducir por direcci�n prohibida, decidi� acabar con su pesadilla y entr� en un centro de desintoxicaci�n.
Con 50 a�os, en 1995, ya recuperado, salt� al Circuito Profesional Senior y gan� el British de esa edad. Comenz� una vida nueva para �l, alejado de la bebida. Hasta que el c�ncer lo visit� para llev�rselo.