La firma de Chris Blackwell vive dentro de dos rayas paralelas para reforzar su nombre, lo enmarcan. Al menos en mi libro. La autobiograf�a del hombre que grab� a Bob Marley y a U2, entre cientos de artistas, muestra en portada una pegatina que dice �Firmado por el autor�, y me imagino a Blackwell (85 a�os) escribiendo cientos de veces su nombre para un lector an�nimo que quiz�, como yo, rese�e su historia en un peri�dico digital de �xito rotundo como este.
�Ser� la misma firma con la que este londinense blanco firm� los contratos discogr�ficos de U2 o Bob Marley? Durante a�os utilic� una firma diferente para enviar postales a la familia -a�n lo hago- o firmar contratos. Pero hace un tiempo que rubrico los recuerdos y los negocios de la misma manera, firmando igual. Ignoro si este dato debe analizarlo un graf�logo o un psicoanalista.
Blackwell, por un s�lo d�a pudo haber sido g�minis, pero es c�ncer, y celebra su vuelta anual al sol el segundo d�a del solsticio de verano. Como todos los creadores (y un productor discogr�fico lo es), empieza a preocuparle la posteridad.
El libro no refleja ni de lejos lo que uno puede aprender si escucha el cat�logo de la discogr�fica Island que hace a�os fue vendida a Universal Music. Dicen las malas lenguas que Blackwell (en Twitter solo tiene 1235 seguidores) siempre fue tieso de tesorer�a y que hubo un momento que no pod�a pagar a U2 las regal�as, (las cantidades devengadas por cada disco vendido).
El m�nager de U2, el legendario Paul McGuinness (71) fue siempre un tipo duro. Cuando los fich�, Blackwell hab�a ido a verlos en Londres en un pub al acabar un concierto de Marley. Los tipos a�n no hab�an cumplido los 20 y el m�nager de U2 le dijo: �Mira, Chris, esto no va del negocio musical que vos conoc�s, es la manera de hacer negocios de U2�. Blackwell lo vio claro.
La piedra Rosetta de esta historia es el momento en el que Blackwell, que creci� en Jamaica, es testigo del boom del ska grabado por peque�os sellos discogr�ficos para el consumo local.
Imag�nese el lector el diminuto negocio discogr�fico de una Jamaica que Henry Kissinger vigila y cuentan las malas lenguas que arma para que no se contagie del furor revolucionario de Fidel Castro y los suyos. Con armas en las calles, ganja para fumar y ron, el ska y el reggae son la banda sonora de las noches.
Y es ah� cuando a Blackwell le da por probar y encuentra en 1964 a Millie Corretjer y a Millie Small. No se pierda el v�deo de Televisi�n Espa�ola en el que se ve a Millie cantando el mega�xito My boy Lollipop, el presentador ser�a apedreado hoy por presentarla as�: �Qu� mona es esta chica…�.
La canci�n es una de mis favoritas de todos los tiempos y a Blackwell le hizo ganar su primera monta�ita de plata,�
Ah, dos an�cdotas. Ya la hab�a grabado la adolescente Barbie Gaye, a la que descubri� un mafioso cant�ndola en una esquina de Coney Island. La canci�n originalmente estaba escrita para una mujer, My girl Lollipop. La segunda: Blackwell no la grab� hasta 8 a�os despu�s. �Por qu�? Porque no hab�a internet. O uno se encontraba un disco por el mundo o podr�a desconocerlo eternamente a no ser que la radio lo reventase en antena. Dif�cil de imaginar ahora.
El porfolio de aciertos de Blackwell, al que sus bi�grafos gustan de comparar con el Berry Gordy que en Detroit define el sonido Motown como �la joven Am�rica�, es inmenso. Desde la distribuci�n de la discogr�fica punk Stiff y su cat�logo underground a sus cientos de contratos discogr�ficos.
Desde los brutales Gimme Some Lovin o Keep On Running, del jovenc�simo Steve Winwood con su Spencer Davis Group, a Cat Stevens -Moonshadow-, el All Right Now de Free ("En 2020, como propietario de los derechos editoriales de la canci�n, pele� todo lo que pude para que Trump dejase de usarla en sus reuniones"); el Harlem Shuffle de Bob & Earle que luego adaptar�an los Rolling Stones, la brutal discograf�a de Kim Crimson, los pesados de Emerson, Lake and Palmer, Nick Drake, la jamaicana Grace Jones, Roxy Music o el �crooner� Robert Palmer.
Pero… ni siquiera el �xito de Video killed the radio star, el primer clip en abrir la programaci�n de la MTV en agosto de 1981, es capaz de opacar el descubrimiento de Marley. El mundo cambi� cuando los blancos compraron su reggae. La tierra es distinta solo por eso. Tras su muerte en el Island se public� Legend, el recopilatorio m�s vendido de la historia de la m�sica pop. La palabra �reggae� no aparec�a por ning�n sitio. Decisi�n del equipo de marketing.
�Pero faltaba el otro, el contestatario, el mejor disco de Bob para m�, Zimbabwe (1979), con el Marley pele�n y africanista, que fue arrinconado a futuras recopilaciones. �Alucinante ver c�mo se escuchaba a Bob Marley, tras su muerte, en lugares que no eran precisamente amigables con los negros�, cuenta Blackwell. La historia de las peleas por su herencia dan para otro art�culo.
Por si fuera poco, con el pastizal que gener� la compa��a, abri� en 1977 en Nasau Compass Point unos estudios de grabaci�n que permitiesen a los artistas aislarse. La lista de discos grabados all� y su anecdotario dan para otro libro. �Lo dudas? AC/DC grab� all� Back in Black, el primer �lbum tras la muerte por ahogamiento en v�mito de Bon Scott. Lo dem�s lo conoces porque es historia de la cultura popular.
El indio Salman Rushdie (75) en la contraportada exagera: �Siento que estoy leyendo la intrahistoria de la m�sica de mi vida�. La mejor cita para ayudar a vender el libro es, claro, la de Bono (62), que apoda al productor �aventurero, emprendedor, bucanero, visionario y caballero�, calificativos que �l mismo podr�a asumir.
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*Con informaci�n de Forbes Espa�a.