La Cripta de los Capuchinos

La Cripta de los Capuchinos se encuentra bajo la iglesia de Santa María de la Concepción, en la calle Vittorio Veneto (via Veneto) y es uno de los lugares más fascinantes de Roma. La iglesia fue diseñada por el arquitecto y fraile capuchino Michele da Bergamo, que igualmente se encargó de la dirección de sus obras entre 1626 y 1630, siguiendo la orden del cardenal Antonio Barberini, artífice de la construcción. Su hermano, el papa Urbano VIII, fue el encargado de oficializar la primera ceremonia en el templo.

Antes de adentrarnos en las profundidades de la iglesia es menester visitar las naves de esta capilla, de cuyas paredes cuelgan obras maestras tan importantes como en Arcángel San Miguel, de Guido Reni, así como el altar central, realizado en mármol. Allí, en la propia iglesia, recibieron santa sepultura el propio Antonio Barberini y el príncipe Alessandro Sobieski. Sobre la lápida del primero podemos leer: Hic iacet pulvis cinis et nihil (Aquí yace polvo, ceniza y nada).

Visitar la cripta

La cripta está compuesta por seis capillas de distinto tamaño distribuidas en torno a un pasillo o criptopórtico de 40 m de largo (PAVIA, 2000: 186). Más de 4 000 esqueletos, traídos desde una gran fosa común de la via dei Lucchesi, forman este lugar mágico e insólito destinado a recordar, a todo aquel que se acerque a ver la cripta, el destino que nos espera a los seres humanos, la muerte como final del ciclo de la vida, como momento al que todos, inevitablemente, llegamos. La inscripción que encontramos en su interior nos informa precisamente de ello:

«Como vosotros nosotros éramos; como nosotros vosotros seréis».

Muchos de los huesos que componen estos esqueletos se encuentran unidos de manera intencionada en un deseo de crear con ellos distintos símbolos o escenas asociadas a la muerte y a la religión cristiana. En sus paredes y techos encontramos rosetones, cruces… Fémures, tibias, cráneos y costillas se encuentran agrupados deliberadamente para mostrar lo efímera que es la vida.

Además de esqueletos, en la cripta también encontramos cuerpos momificados de frailes capuchinos. Varios de estos esqueletos y momias se encuentran ataviadas con el correspondiente hábito de su orden. Algunos de ellos han podido incluso ser identificados: tres de ellos parecen ser los restos de sendos bisnietos del propio papa Urbano VIII; otro esqueleto correspondería a la princesa Barberini, que falleció siendo aún niña. Los huesos del príncipe Matteo Orsini también reposan aquí, que igualmente se haya vestido con el hábito capuchino (PAVIA, 2000: 192).

Los nombres con los que se conocían las seis capillas hacían alusión a los huesos allí contenidos: capilla de las tibias, de las calaveras, de los tres esqueletos, de la resurrección… Algunos apuntan a que las capillas fueron pavimentadas con tierra procedente de Tierra Santa, ya sea para sacralizar el lugar, ya sea para aludir al destino del cuerpo (polvo eres y en polvo te convertirás).

La razón por la que se aglutinaron y dispusieron de este modo los esqueletos en este espacio no está muy clara. Lo que sí parece probable es que fueron los monjes capuchinos huidos de Francia los que crearon, antes de 1793, este singular espacio de reposo, que fue visitado por personajes de la talla de Goethe o de Donatien Alphonse François de Sade, el famoso marqués de Sade (PAVIA, 2000:190).

Reservar visitas organizadas a la Cripta de los Capuchinos

Reserva ahora tu visita con los mejores operadores locales

Ver todas las visitas disponibles a las Catacumbas de Roma

Bibliografía

ASSOCIAZIONE CULTURALE ROMA SOTTERRANEA. «Cripta dei Cappuccini a Via Veneto». Roma soterranea. Disponible en http://www.romasotterranea.it/la-cripta-dei-cappuccini-a-via-veneto.html.

MUSEO E CRIPTA DEI FRATI CAPPUCCINI. Il Convento dei Cappuccini di Via Veneto. Disponible en http://www.cappucciniviaveneto.it/.

PAVIA, Carlo. Guida di Roma sotterranea – Guide to underground Rome: Dalla Cloaca Massima alla Domus Aurea i più affascinanti siti sotterranei della capitale. Gangemi Editore, 2000.