Doce en casa (2022), de Gail Lerner

A Paul y Zoey Baker apenas les dan de sí los ingresos de la cafetería que regentan para sacar adelante a sus nueve hijos, así que se ven obligados a exprimir su imaginación. Paul le vende la idea de una salsa que puede ser picante, dulce o salada, en función de la comida a la que acompañan, a Melanie y Michele, dos gemelos inversores. Así que los Baker reciben un dinero que les permite trasladarse a una nueva mansión, y la chavalada acudirá a una escuela pija a la que no resulta fácil adaptarse.

Otra revisión del simpatiquísimo libro autobiográfico escrito por Frank y Ernestine Gilbreth, basado en la experiencia real de sus padres, con peculiares teorías para criar a doce hijos optimizando los recursos. Ya había dado lugar a la comedia ligera pero simpática protagonizada por Clifton Webb, en 1950, que tuvo una secuela, Bellezas por casar, de 1952, y un remake de 2003. Éste no se parecía en nada a la fuente original, salvo en el número de hijos que tenía el protagonista, reconvertido en un entrenador de fútbol americano, al que daba vida Steve Martin. En este nuevo remake para Disney+ se ha desperdiciado otra vez la oportunidad de traducir literalmente el título original Cheaper by the Dozen, o “más barato por docenas”, que tiene más gracia que el título español.

Todo se ajusta a los tiempos que corren, así que el matrimonio protagonista es mixto, formado por caucásico y afroamericana, y también divorciados que han formado una nueva familia, con hijos de parejas anteriores, a los que se suman los suyos propios y alguno adoptado. Se ve que ahora las familias numerosas no pueden serlo tanto, así que se ha reducido el número de hermanos a nueve, a los que se añade un primo, adolescente cuya madre está en rehabilitación por drogas. Sumando a los progenitores se explica que se mantenga el título de Doce en casa. Esta vez los chistes resultan un tanto sosos y predecibles, casi siempre basados en la precocidad de los niños, los momentos emotivos caen en la sensiblería fácil, y el reparto encabezado por Zach Braff no acaba de resultar brillante, por lo que la cinta desmerece frente a sus predecesoras.