Basándose en la novela homónima del maestro del terror Stephen King, en 1980 el reputado director Stanley Kubrick estrenó la película “El Resplandor” (“The Shining”), cinta que tenía como protagonista a Jack Torrance (Jack Nicholson), un aspirante a escritor casado y con un pequeño hijo que aceptaba un puesto como vigilante durante la solitaria temporada de invierno en el aislado hotel Overlook, ubicado en las montañas de Colorado.

A poco de llegar, el pequeño Danny Torrance, que poseía una facultad paranormal conocida como “El Resplandor”, una excepcional capacidad de percepción extrasensorial que le hacía evocar episodios pasados que no había vivido y anticipar hechos del futuro, comenzaba a percibir peligrosas fuerzas oscuras que habitaban el hotel Overlook.

Algunas de estas fuerzas malévolas eran remanentes de hechos sangrientos y trágicos ocurridos en el pasado, como el asesinato cometido por el anterior vigilante del hotel, Charles Grady, quien debido a la claustrofobia -llamada también “fiebre de las cabañas”- había enloquecido y matado con un hacha a su mujer y a sus dos pequeñas hijas gemelas.

De ese modo, el hotel Overlook, un lugar marcado por un pasado de violencia y destrucción que había sido construido sobre un viejo cementerio indio, comenzaba a afectar a Jack Torrance, quien comenzaba a perder el juicio de forma progresiva, convirtiéndose al final en un violento y desquiciado psicópata dispuesto a asesinar con un hacha a su esposa Wendy y al pequeño Danny.

Tras el famoso final de la cinta, conocido por la mayoría de los cinéfilos, el último plano de la película “El Resplandor” dejaba a la audiencia con una acuciante duda. Un sinuoso zoom in de la cámara se terminaba acercando a una vieja fotografía en blanco y negro colgada en la pared del hotel Overlook, en la que se veía en primer plano a Jack Torrance vestido con un elegante smoking y posando junto a decenas de invitados en una concurrida fiesta. Sin embargo, el problema es que la fotografía databa del 4 de julio de 1921 y Jack Torrance vivía en 1980. ¿Cómo era esto posible?

La teoría más aceptada, desde entonces, es que Jack Torrance era una reencarnación del espíritu de Charles Grady, el anterior vigilante que había matado a hachazos a su mujer y sus dos hijas, un atormentado espectro condenado a volver al hotel Overlook una y otra vez para asesinar a su familia. Al menos, así lo creía el propio director Stanley Kubrick, quien aseguró en su momento que “la fotografía del salón de baile al final sugiere la reencarnación de Jack”.

Ello, entonces, explicaría su presencia en la foto de marras, que simbolizaba que algo más grande que el mismo Jack Torrance conspiraba para arrastrarlo a la locura, es decir, el pasado aparecía moviendo los hilos del presente. Sin ir más lejos, el mismo Torrance en una escena inicial de la película, cuando se entrevistaba con el gerente del hotel, daba indicios de esto cuando decía: “Vine aquí para mi entrevista y es como si ya hubiese estado aquí antes… Quiero decir, todos tenemos algún dejà vú, pero esto es ridículo”.

Si bien la teoría de la reencarnación es la más plausible, otra explicación arguye que Jack Torrance simplemente habría sido absorbido por el maligno hotel Overlook, es decir, la antigua fotografía de la fiesta del 4 de julio de 1921 ya existía sin él, y no fue sino hasta que las fuerzas oscuras del lugar se apoderaron de su mente que su imagen quedó adherida para siempre a la foto.

Respecto a la misma imagen, algunos cinéfilos han creído encontrar otros detalles inquietantes, como el hecho de que la postura de los brazos de Jack Torrance en aquella imagen parece recordar la postura de Baphomet, deidad pagana de cabeza barbada y con pequeños cuernos, lo que constituiría otra de las presuntas pistas dejadas por el director Stanley Kubrick para realzar el carácter oscuro y malévolo de su famosa cinta.