El amigo (2019), de Gabriela Cowperthwaite

Película basada en hechos reales de su propia vida, que el periodista Matthew Teague recogió en un premiado artículo publicado en Esquire. Matthew estaba casado con Nicole, que trabajaba en obras musicales de teatro, ambos tenían dos hijas preciosas. Se producirá un antes y un después cuando a la esposa y madre le diagnostican un cáncer.

El guión de Brad Ingelsby va dando saltos hacia atrás y hacia adelante, atrapando lo que son los altibajos existenciales de cualquier persona, momentos de dicha pero también de infelicidad, cuando Matthew se ausenta a menudo por trabajo, y Nicole se siente poco apoyada; y también el modo en que toca afrontar la enfermedad, con el miedo al dolor y a la muerte, y también los cambios de carácter propiciados por la medicación y el encerrarse en uno mismo. En toda esta tesitura, hay muchos amigos y familiares en la vida de Matthew y Nicole, pero entre ellos sobresale “el amigo”, Dane Faucheux, quien es mucho más que el buenazo siempre dispuesto a arrimar el hombro y permitir al otro o a la otra que lloren sobre él. Dane pone en riesgo su propia felicidad al dejar la ciudad donde vive con su novia, para apoyar en esos momentos difíciles. Y no es un santo de una pieza, también él tiene sus debilidades, y ha atravesado momentos muy amargos.

Sorprende ver detrás del film a Gabriela Cowperthwaite, que se dio a conocer por Blackfish, un documental ecologista que alertaba sobre las condiciones en que viven las ballenas en cautividad. Aquí habla de otros “animales”, el ser humano, que sufre, se equivoca, perdona y concede oportunidades.

Hay que reconocer que el film se hace largo y está aquejado de cierta arritmia, pero lo redime la entidad de los temas tratados, con gran humanidad, incluido un enfoque correcto de los cuidados paliativos. Lo que más se echa en falta es cualquier mirada trascendente a la muerte, que se contempla con estoicismo, un trance que toca pasar, auténtica prueba, tras la cual quedan el amor y los recuerdos. El tema se prestaba a la sensiblería fácil, por eso se agradece la contención dramática, también en el trabajo de los actores principales, Casey Affleck, Jason Segel y Dakota Johnson. Las niñas lo hacen bien, pero el papel de Cherry Jones de la enfermera de paliativos sabe a poco.