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Cuando Sam Heughan en el vídeo que veis arriba nos hablaba de Escocia lo hacia de Whisky. Es inevitable. Cada vez más, cuando viajamos lo hacemos con una motivación gastronómico e, igual que si uno va a Dublín pasa por la fábrica de Guinness, cuando vas a Escocia visitas una destilería de Whisky. La bebida es parte de la autenticidad, del exotismo y es que el whisky es algo tan escocés como los hombres con falda y los pelirrojos. En España ya tenemos más que suficiente con las bodegas de vino, que cada vez más le dan un punto turístico a sus instalaciones con diferentes experiencias. Si vas a Jerez, Rioja, la Ribera del Duero u Oporto y no cae más de un vino no has ido. Pero si te gusta el Whisky uno podría pensar... Bueno, tendré que ir a Escocia.
No, incorrecto, error... España no tiene de todo pero sí tiene Whisky y lo tiene gracias a Nicomedes García y su icónico Whisky DYC. Tras una buena investigación en Escocia, García dedujo que en su pueblo segoviano, Palazuelos de Eresma, se reunían las condiciones perfectas para hacer un whisky. Así nació en los años 60 una destilería que le dio a los españoles la facilidad de probar sin pagar un dineral por un producto importado aquello que bebían las estrellas de cine. Muchos años han pasado desde entonces y más de medio siglo después, el mundo es más pequeño y Escocia y su Whisky están bastante más cerca. Pero eso no significa que nos debamos olvidar del whisky nacional, uno que sigue compitiendo y ganando premios internacionales a día de hoy contra las mejores casas internacionales (incluidas las escocesas).
A lo largo de los fines de semana del mes de junio DYC ha elaborado una experiencia insuperable en la que, por solo 120 euros por persona, se puede acceder a una visita guiada de su destilería, catar tres de sus mejores whiskys con excelentes acompañamientos de quesos y chocolates, realizar senderismo por el nacimiento del río Eresma, cenar un gran menú diseñado por Samantha Vallejo-Nágera (compuesto de apuestas seguras como la merluza en salsa verde, el rabo de toro o el buen jamón ibérico), observar las estrellas (de nuevo, guiados) y quedarse a dormir en el Hotel Cándido (4 estrellas de Segovia). Teniendo en cuenta que el precio incluye también el desayuno en el hotel, el traslado, ida y vuelta, desde Madrid y que la destilería se encuentra en un emplazamiento espectacular y es realmente impresionante, no sabemos de dónde se han sacado ese precio tan ajustado.
Pero, aún así, somos conscientes de que no todo el mundo podrá acceder a la experiencia. por si acaso os dejamos aquí el link para reservar una de las escasas plazas que volarán cada sábado y domingo del próximo mes de junio. Aquí lo importante, por muy bien que esté, no es ver dónde se hace DYC sino bebérselo orgulloso. Y eso es bastante fácil. En la cata pudimos disfrutar de tres etiquetas de prestigio de DYC, 8 años, 10 años y 12 años. Y sin duda nos parece que la del medio, en relación calidad precio, es imbatible.
Envejecido en barriles de roble usados anteriormente en bourbon y elaborado solamente en base a malta (otra línea de DYC también utiliza trigo), el salto entre los 8 y los 10 años se nota, sacando a flote los aromas más frutales y suavizando el golpe. Whisky DYC de 1o años, para que nos entendamos, es un whisky que es ya muy fácil disfrutar solo, pero que tampoco merece ningún tipo de condena si decides mezclarlo o rebajarlo. En esencia, un multiusos de calidad asegurada a un precio imbatible en su liga.
