Crítica de ‘Nowhere’ de Netflix. Anna Castillo saca a flote, sin ayuda de nadie, esta asfixiante y agitada historia de supervivencia
Reseña / Opinión de la película ‘Nowhere’ de Netflix. Estreno el día 29 de septiembre
‘Nowhere’, la nueva cinta española de Netflix, nos cuenta la historia de supervivencia de Mia, una chica embarazada que por cuestiones del destino y por una serie de caprichos de guion acaba en un container en mitad del mar, donde solo dispondrá de su ingenio (y algunas herramientas colocadas ahí porque sí) para salir viva de la situación. A la película la envuelve un contexto que nos sitúa en un mundo en ruinas para contar una pequeña historia que, en principio, se enmarca en un contexto mucho más grande (y más interesante). Pero, sin embargo, a la nueva película de Netflix no le interesa contar nada más aparte de lo que le sucede a la protagonista en este escenario tan reducido y asfixiante. Durante más de una hora de metraje solo estamos con ella, atrapada entre cuatro paredes, en mitad del mar.
Anna Castillo es la protagonista absoluta de esta historia de supervivencia donde carga a cuestas todas y cada una de las escenas en un tour de force al que muy pocos actores y actrices se han atrevido en este país. Tras las cámaras encontramos a Albert Pintó, que ya ha trabajado con la plataforma en series como ‘La casa de papel’ o ‘Sky rojo’. Y que ya ha coqueteado con los espacios reducidos en la destacable ‘Matar a Dios’. Además, la cinta cuenta con otros cinco guionistas, lo que resulta curioso debido a la sencillez tanto de su historia como de su desarrollo.
Vamos allá con nuestro análisis, impresiones y opiniones de ‘Nowhere’, la nueva película de Netflix con Anna Castillo como estrella absoluta.
No hay salida
Durante los primeros instantes de ‘Nowhere’ asistimos a un festival de tensión de formas pre-apocalípticas heredadas de películas del género. El contexto que enmarca esta historia reducida a su mínima expresión, nos habla de un país totalitario donde hay una crisis política y social, pero de la que no contamos con más detalles. Solo sabemos que ‘Nowhere’ pretende que el drama de la inmigración ilegal no nos suene lejano (aunque en realidad no lo sea). Y que, haciéndonos partícipes de ese miedo mediante el emplazamiento del problema en la propia España, conseguirá construir en nosotros cierta empatía por una cuestión real y deliberadamente ocultada.
Por desgracia, por culpa del propio argumento de la película, estas pinceladas pasan, con el desenvolvimiento de la cinta, a un segundo plano y, por último, a desaparecer. Lo que hace que parezca algo impostado y que existe únicamente por cuestiones de guion. Pero, sobre todo, termina dando la sensación de ser algo desperdiciado, salido de otra película.
Es en estos primeros minutos cuando ‘Nowhere’ se muestra feroz en el retrato de la naturaleza humana, pero, al terminar centrándose en lo de dentro del contenedor, pierde cualquier desarrollo anterior. Y la maldad del individuo, que se había mostrado tan interesante como despiadada, termina por ausentarse y, con ella, cualquier esperanza por descubrir ese mundo.
La película se queda sin salida tanto dentro de la historia como por fuera, y ahí comienza su una carrera contrarreloj donde es necesario mostrar que su guion es lo suficientemente perspicaz como para no caer en lo rutinario.
Anna Castillo: La MacGyver española
Una vez superada la premisa, la historia gira hacia un survival con la protagonista transicionando hacia MacGyver para asegurar su supervivencia. Y es por ello que el espectador tiene que aceptar ciertas situaciones inverosímiles para comulgar con la historia. Cuando la protagonista se termina quedando sola en el container en mitad de la nada, ‘Nowhere’ se muestra, a priori, carente de ideas que, aparentemente, puedan sostener la historia durante la hora que aún queda de metraje. En este giro de los acontecimientos nos encontramos con la misma situación que la película ‘Enterrado’, únicamente cambiando el estar bajo tierra por el estar en el medio del mar. La búsqueda de la aguja en el pajar es la misma. Y, por supuesto, Anna no tiene nada que envidiarle a Ryan Reynolds.
Fuera del reducido escenario tenemos esos problemas mundiales, de los que hablabamos antes, que dificultan la búsqueda, y es justo eso lo que pone la tensión en ‘Nowhere’, el no saber qué hay más allá de su situación. La incertidumbre siempre esta ahí aunque ese tema no haya sido objeto de más desarrollo.
¿Consigue ‘Nowhere’ salir ilesa de su minimalista propuesta?
Sí es cierto que la mayoría de las situaciones que se suceden son poco imaginativas y en ocasiones tramposas, debido al poco margen de maniobra que la premisa le hace tener al guion. Aun así, durante la hora de película dedicada a la supervivencia, se producen tantas situaciones que algunas caen en buen saco. Hay para todos los gustos, desde momentos inesperados producidos por la capacidad resolutiva de su protagonista que, a la vez, abren nuevos frentes hacia los que la historia puede moverse, hasta momentos sacados de la manga al introducir instantes de inutilidad de su personaje que no habíamos visto hasta ahora, supongamos que es por una cuestión de cansancio físico y no por el interés del guion por extenderse. Por suerte, el principal componente diferencial es el embarazo de la protagonista, que termina por dar mucho juego.
A pesar de la esperanza de su protagonista, ‘Nowhere’ tiene unas formas pesimistas marcadas no solo por la situación que estamos observando, sino también por el mundo en llamas que, como ya hemos dicho, dejamos atrás hace tiempo. Ante ello, Anna Castillo sabe moverse como nadie para transmitir miedo e incomodidad al espectador. Está totalmente entregada y lo hace todo más humano, creíble, cercano. Ella es la película.
En su tramo final propone una tensión muy bien conseguida y abre diferentes opciones para que el espectador nunca esté seguro de cuál va a ser la resolución. No obstante, termina siendo un final menos atrevido de lo que en un principio parecía, pero es coherente con el resto de la cinta.
