The Fire Within: Requiem for Katia and Maurice Krafft (Werner Herzog, 2022) es un relato casi mítico, una ficción reimaginada de la vida de dos artistas de la imagen, de dos científicos, de dos amantes del fuego interior. Ficción, pensada como el producto de la re-imaginación de Herzog sobre el material de archivo que compone en su totalidad la película, sobre el que monta, sobre el que musicaliza, sobre el que ensaya y sobre el cual vuelve a volcar imágenes sobre imágenes ya existentes (“Viendo a Katia aquí, tomándose su tiempo, y Maurice claramente filmando desde la orilla, tenemos ganas de apurarlos”)

The Fire Within nos lleva en un viaje donde el metraje dejado por Katia y Maurice se vuelve un texto reflexivo sobre el documento vulcanólogo, donde se vuelve una crónica de su sensibilidad ante lo que vivían, sobre la evolución de su registro y los intereses detrás del mismo (…y al mismo tiempo, como de la nada, la imagen se vuelve grandiosa. Ha nacido un gran cineasta). Una película sobre las películas, una reedición de la mirada, guiada por la voz del autor convertido en estilema. Es un ejercicio de pensamiento sobre el pensamiento de otros, donde la fascinación por estos colosos se convierte en una exploración expresiva más allá del simple registro positivista, donde los constantes “planos generales” ponen en perspectiva el tamaño del humano explorador, donde secuencias de “insertos” dejan de manifiesto la vida reducida a cenizas.

The Fire Within transforma a sus personajes

Al avanzar el metraje, el fuego que ahora llevan dentro los transforma. Ahora la cámara que llevan consigo los transforma; se vuelven los personajes de sus películas, los personajes de sus investigaciones, visten de rojo, como el rojo que filman, como Jacques Cocteau, otro explorador cineasta. Actúan frente a la cámara, con objetivos científicos, con objetivos dramáticos (para la cámara, lo repiten varias veces. Todo falso). Y ahora los científicos artistas se vuelven a cada cuadro protagonistas de su propia obra, tan adictos a la cámara como a lo que vuela en las explosiones que visitan.

Ciencia, pensada en las imágenes del apocalipsis volcánico en Islandia, Indonesia, etc., que no solo son un reclamo del planeta y sus dominios, también una ventana a lo social que rodea a los cráteres ardientes. Las secuencias de las casas hundidas en ceniza nos recuerdan (bajo la demanda de Herzog) la insignificancia frente a la imparable condición terrestre. El fuego en los Krafft les forja un lente para ver a los humanos, su método se expande a sus iguales y se vuelca a los colores de las figuras habitando los entornos agrisados por la lluvia mineral (vieron un mundo que nadie había visto).

Un ejercicio de la mirada sobre la mirada de alguien más

Tras disolvencias, The Fire Within nos lleva al “Chichon” en México, y la voz de Ana Gabriel sustituye en su canto a la de Herzog en el Spaghetti Wenstern convertido en pesadilla, en el videoclip que narra a un grupo de jinetes atravesar un yermo, donde la iglesia y los íconos están abandonados, presentados en zoom-outs que amplían la perspectiva de la destrucción y en inserts que congelan un crucifijo destruido en el suelo. Imágenes re-imaginadas mediante el montaje, que coloca inmediatamente después un cráneo humano siendo extraído de aquel suelo (Porque yo, te daba mi querer, y aun sin merecer, no te dolió dejarme…porque tú, quisiste estar allá). Imágenes reimaginadas en ficción mexicana de una tierra dejada y abandonada por Dios.

La elocuencia de Herzog en el filme quizá proviene de no ser la única película del autor en tratar el tema (como ejemplo inmediato Into de Inferno, 2016). Misma elocuencia construye el réquiem, mediante un ejercicio de la mirada sobre la mirada de alguien más, mediante un material de archivo sobre el cual ensaya su fascinación en cuadros que como bloques componen los restos de aquellos ojos que ardieron. Un réquiem  que se nos presenta como si el pietaje de la erupción y sus consecuencias fueran equivalentes a registrar la manifestación del alma de un planeta que devora con su vómito. Un réquiem que cierra con las últimas imágenes capturadas de los Krafft en Japón, que como todo recuerdo tras la muerte, es una selección de memorias. 

 The Fire Within es la crónica de la caída de la pareja Ícaro, que voló muy cerca del centro del planeta, celebrando la maravilla. 

Texto escrito por Ro Jim @ro.jim14

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