En 1992, Gustavo Cerati se había casado con la modelo y artista chilena Cecilia Amenábar y al tiempo la pareja se enteró de la gran noticia: la llegada de su primer hijo. La paternidad marcó al músico a la hora de componer las nuevas canciones. Además del juego de palabras, Amor Amarillo significa concebir un hijo y estar presente en la gestación. Una metáfora de ese sentimiento de lazo que genera una relación; estar inmersos los dos en la miel ámbar.

“Imaginarse el misterio encerrado lleno de vida, se parece al ámbar cuando tiene atrapado a un insecto, hice esa relación del ámbar, del amarillo” — Gustavo, entrevista con Underpoptv