Death Proof

Me gusta Tarantino, es un director al que le tengo mucho respeto por el simple hecho de estar probando siempre cosas nuevas, y que no le da "vergüenza" incluir una estupidez en sus películas. No tiene miedo a ser juzgado.

Ciñéndome a la película, no está mal. Los efectos de hacer como si fuera un film de los 60, mezclados con el hecho de que están en los años 2000 (en los 60 no existía la serie "Las Vegas", que la nombran, ni había móviles, etc.) quedan muy particulares.
Digamos, lo que es la estética y la imagen, tiene un 8, el problema está en que tiene momentos con diálogos de hasta 10 minutos hablando sin parar. Termábamos en mi casa hablando entre nosotros sin escuchar la película de lo aburrido que se hacía.
Pues bien, incluso los guiones aburridos se harían menos aburridos si la película durase, como he dicho antes, una media hora menos. Pero es que se termina haciendo eterna...

RECOMENDACIÓN: si te gusta Tarantino, lógicamente, no te la pierdas. Si te gusta menos, pues es pasable y te gustará, pero se te hará pesada en los puntos nombrados, y si no te gusta, ni la veas, porque seguro que la vas a quitar a la mitad...

Me gustó mucho. Es una peli muy redonda, agradable, violenta, Tarantinesca, con ése tributo a Grindhouse y sus proyecciones muy bien llevado.

Tipas buenísimas haciéndola bastante bien. Hasta la música le quedó al tiro.
Infravalorada, incomprendida, de mis favoritas.

Si te gusta el cine no lineal te va a gustar. Muchos guiños, qué buena esta.

La verdad es que no era consciente del regalo que me había hecho mi hermano hasta que vi la película. Sin andarme con rodeos: es la mejor película de acción que he visto y (me atrevo a decir) veré jamás.

El argumento es interesante y refrescante, la relación de los hechos entretenida y original. Con un reparto encantador, carismático, auténtico y magnético. Se agradecen ese montaje y esa edición, tan curiosos, efectivos y ejemplares. La banda sonora es potente y energética, y encaja a la perfección (aunque personalmente hubiera colado en algún punto algo de Led Zeppelin).

En fin, una película De Culto que te dejará con un buen cuerpo.

A destacar: el cameo interpretativo de Eli Roth, la caracterización de Rose McGowan y la secuencia final.

Película homenaje de Tarantino a sí mismo. Y lo es a sí mismo, porque se homenajea todo un subgénero: el de la serie Z, el de "Supervixens", el del erotismo cani,... Pero, por encima de todo, homenaje es el que se da un Quentin al que le apetecía mucho hacer este film, y que demuestra, escena tras escena, que se lo pasa en grande haciéndolo.

Esto implica que Quentin pone todos sus medios gráficos al servicio del espectáculo, lo que nos permitirá que lo tengamos del bueno, pero también que deja de lado el guión, que siempre es un quebradero de cabeza.
Así el film "goza" de altibajos, se puede aseverar que la primera mitad es menos impactante que la segunda, y puede que la mejor parte sea el interludio. El papel de Michael Parks y su "hijo nº1" sigue la estela de Kill Bill y tan sólo el oír su voz hace de la conversación entre ambos una escena de culto.

La testosterona que les falta a las "joyitas" de la primera mitad la ponen las de la segunda, en especial una Zoe Bell que se expone ante las cámaras después de trabajar anteriormente con Tarantino tras ellas. Y es que... ¿para que necesitas una actriz si tienes una especialista?

Muy visible, con una fotografía brutalmente buena (nunca dejará de asombrarnos el señor Tarantino) y una acción y una trama decentes y entretenidos. Pero que nadie espere un guión ingenioso (eso se lo dejamos a las obras maestras: véase Pulp Fiction).

Pequeña rareza dentro de la filmografía del maestro de las grandes rarezas, Quentin Tarantino. Estrenada en USA junto con "Planet Terror" de Robert Rodríguez, a la vieja usanza de las sesiones dobles de serie B y Z, "Death Proof" se revela como una especie de capítulo intermedio entre "Kill Bill Vol.2" y "Malditos Bastardos", otras dos obras magnas tarantinianas.

Este filme condensa las constantes que hacen de Tarantino un director tan personal: banda sonora de gran calidad, personajes de elevada bordería y chulería, interminables diálogos intrascendentes, un gusto muy "freak" por la violencia desmedida y gratuita y su casi enfermizo fetichismo de pies, del cual en esta cinta se pone las botas gracias al gran reparto femenino.

Es notorio que estamos ante una obra menor de su filmografía. No aporta nada original, se limita a repetir lo mismo que ya hemos visto en anteriores producciones suyas e incluso llega a pecar de monótono. Esos diálogos tan bizarros y extravagantes que nos deleitaban por su cotidianeidad y su espontaneidad aquí se tornan tediosos y lentos, reduciendo sobremanera el tempo narrativo y estableciendo erróneamente la base de toda la película. Pero sigue teniendo ese algo, esa marca de la casa, que hace inevitable suspenderla por mucho que queramos, y la tenemos en la segunda mitad: es cuando el filme se hace más sostenible, se deja a un lado la palabrería y se insufla algo de movimiento con una de las persecuciones de coches más trepidantes que se recuerdan.

"Death Proof" es una obra paréntesis en la creatividad de uno de los genios del cine reciente. Sin llegar a ser mala, nunca llega a ser del todo buena con respecto a lo que el bueno de Quentin nos tiene acostumbrados.