Nómada - Copenhague

Copenhague

Introducción

Copenhague es la capital de Dinamarca y la ciudad más grande y más poblada del país con 1.167.569 habitantes.

Se encuentra situada en la costa oriental de la isla de Zealand (Sjælland) y, en parte, en la isla de Amager. Copenhague enfrenta el Oresund al este, el estrecho de agua que separa Suecia de Dinamarca, y que conecta el mar del Norte con el mar Báltico. Por el lado de la costa sueca, enfrente de Copenhague, se encuentran las ciudades de Landskrona y Malmö, conectada esta última mediante el puente de Oresund.

La ciudad surge como un poblado de pescadores alrededor del año 800, lo que dio el nombre a la ciudad, en danés Kovenhavn significa muelle de mercaderes. Los primeros signos de actividad humana encontrados datan de alrededor de 4.000 a.C., pero no hay indicios de asentamientos permanentes en aquel momento. Las excavaciones arqueológicas indican que la primera ciudad construida se remonta al siglo XI y que se componía de dos asentamientos. En el año 1.300 se convierte en la capital de Dinamarca a pesar de su excéntrica ubicación geográfica. Igualmente es el centro neurálgico cultural y económico del país, y dada su ubicación geográfica es un importante centro de tráfico (el aeropuerto nacional, estación de tren y uno de los mayores puertos están en la capital). El ferrocarril y una red de ómnibus cubren las necesidades de los turistas y de la población estable, que está más habituada al uso de la bicicleta. Las principales instituciones del país como el Palacio de Amalienborg (Casa Real), el Folketing (Parlamento) y el gobierno central. La ciudad está rodeada de jardines y bulevares construidos en el siglo XIX cuando se derribaron las antiguas fortificaciones y se modernizó la ciudad, a tono con los grandes parques que posee.

Copenhague es la Capital Medioambiental de Europa, denominada así por la Agencia Ambiental Europea. La noción de sustentabilidad está integrada a diferentes ámbitos, en una conciencia y preocupación por el ambiente, a la planificación de movilidad, la extensión de la democracia a toda la población, la participación ciudadana y el aumento de su calidad de vida.

El primer plan de tránsito y medioambiente para el centro de Copenhague se estableció en 1997. En aquel momento la contaminación del aire era considerada el problema ambiental más serio de Dinamarca. Esto significa que Dinamarca y Copenhague, como ciudad capital, se transformaron en precursoras de la modernización ecológica. Consecuentemente, este es uno de los pocos países donde la noción de desarrollo sustentable es parte de las estructuras establecidas y se encuentra integrada en varios sectores de la sociedad. Los planes regionales para la Gran Copenhague han estado basados en una estructura general coherente con la estructura común del centro urbano. El plan urbano de Copenhague, también llamado Finger Plan, fue adoptado y considerado moderno y funcional. El «Plan de los Dedos» de Copenhague, elaborado en 1945 por un equipo coordinado por S.E. Rausmussen, investigador además de técnico atento a las teorías anglosajonas. El plan introduce una estrategia de descentralización de la capital que se confía a la realización de largas directrices de desarrollo que, partiendo de un anillo viario que envuelve a la ciudad antigua, se prolongan por el territorio circundante. En su momento, en el sector de la proyectación de los barrios residenciales, la figura de mayor relieve fue la de Arne Jacobsen. Fue el comienzo de una larga y articulada investigación en el ámbito del Housing en la que la adhesión al racionalismo se conjuga con la reinterpretación de la tradición local.

En el año 2008 la prestigiosa revista Monocle situó a Copenhague en el perseguido primer puesto, como la mejor ciudad para vivir del mundo. La selección se hizo a base de una variedad de factores como vida cultural, posibilidades de transporte, índice de delincuencia, arquitectura y bienes públicos. Monocle también situó a Copenhague en el primer lugar como Mejor Ciudad de Diseño.


COPENHAGUE: NUEVOS ESPACIOS URBANOS

(GEHL, Jan y GEMZØE, Lars. Nuevos espacios urbanos. Editorial Gustavo Gili. 2002. ISBN: 84252-1910-8)

Jan Gehl y Lars Gemzoe están plenamente convencidos de la importancia del espíritu ciudadano, así como del dinamismo y la sensibilidad que el mismo despierta. Esto se pone de manifiesto en los gestos cívicos planificados –tanto los de pequeña o gran escala como los espontáneos- que en su conjunto generan una rica diversidad de vida ciudadana. Las ciudades continúan siendo los grandes imanes demográficos de nuestros tiempos, debido a que facilitan el trabajo y constituyen el campo de cultivo de nuestro desarrollo cultural. Las ciudades son centros de comunicación, complejas empresas comerciales, que albergan enormes concentraciones de familias, y atraen y condensan energía física, intelectual y creativa. Son lugares de actividades altamente diversificadas; de exhibiciones y demostraciones, de bares y catedrales, de tiendas y teatros de ópera. Este trabajo celebra la combinación de edades, razas, culturas y actividades; la mezcla de comunidad y anonimato, familiaridad y sorpresa; tanto los espacios grandiosos, como el dinamismo que le confieren a las calles los simples cafés al aire libre; el dinamismo informal de la plaza pública, la combinación de lugares de trabajo, tiendas y viviendas que hacen de los barrios lugares habitables.

Aunque en varias ciudades de Europa y otras partes del mundo se comienza a encarar lentamente el tema del deterioro de los centros de ciudad, los grandes espacios urbanos de encuentro continúan siendo objeto del desgaste y la violación que provoca la intrusión cada vez mayor del automóvil y su inadvertida dominancia. Las áreas públicas han pasado a ser peligrosas y polucionadas en lugar de animadas y vigorosas. Los vecindarios se fragmentan, a la vez que los ciudadanos -en números alarmantes- escapan del centro de la ciudad, y la esencia de ésta - su vitalidad humana - se pierde, dejando como resultado pueblos fantasmas que solamente ofrecen abandono físico y exclusión social.

Copenhague está considerada, generalmente, como un faro de esperanza en términos de regeneración urbana. Es uno de los pocos ejemplos verdaderos de ciudades europeas humanizadas, donde - durante los últimos 30 años - plazas y calles fueron objeto de un considerado y constante realce, ofreciéndole así a la ciudad una secuencia de espacios públicos impresionantes e inspiradores. Es así que Copenhague resulta un excelente modelo para estudiar y describir formas y roles de los espacios públicos en la sociedad contemporánea.

Richard Rogers - Octubre 2000

Durante un período bastante prolongado -entre las décadas del 30 y el 70-, todo permaneció prácticamente incambiado en el campo de estudio de los espacios públicos y la arquitectura de los mismos. Las razones de ello fueron, entre otras, el rechazo de la ciudad y el espacio público por parte de los modernistas, y el rápido crecimiento del tránsito automotor, así como la importancia dada a las vías de comunicación terrestre y los medios de transporte.

Por otra parte, la reconstrucción llevada a cabo en Europa durante la segunda posguerra y el acelerado crecimiento urbano posterior, hicieron que las prioridades de arquitectos y proyectistas urbanos fueran otras.

Las cosas empezaron a cambiar alrededor de 1970 cuando se comenzó a objetar al progreso desarrollista, y la opinión pública se interesó por temas como la calidad urbana referida a las condiciones de habitación en las ciudades, la polución, y la rápida invasión del automóvil en calles y plazas urbanas. Los espacios públicos y la vida pública fueron retomados - entre otros - como temas relevantes en las consideraciones y tratamientos arquitectónicos. Desde entonces, la arquitectura de espacios públicos ha tenido un desarrollo sostenido, dando lugar a la creación y renovación de un gran número de espacios públicos durante el último cuarto del siglo 20.

Nueva Vida Ciudadana

Es un día de verano del año 2000 en plena Copenhague. El carácter del centro de la ciudad, antes dominado por los automóviles, ha cambiado por completo. La ciudad invita a desplazarse a pie, a través de la extensa red de cómodas rutas peatonales formada por las calles peatonales y las de preferencia peatonal junto a las angostas y pacíficas calles tradicionales. Se han eliminado los espacios de estacionamiento de las dieciocho plazas ubicadas en el corazón de la ciudad, devolviendo las mismas al público para fines recreativos. Ahora constituyen una invitación a quedarse en ellas y participar de las actividades que el espacio ofrece al público.

La ciudad ha estado creando espacios para las distintas formas de interacción humana mediante acciones como la conversión - en un período de cuarenta años - de 100.000 m2 antes destinados a tránsito motorizado, en un área urbana libre de vehículos para uso de peatones. Asimismo, se cambiaron las superficies de calles y plazas por adecuados pavimentos pétreos y se renovaron luminarias y mobiliario urbano. El nuevo carácter conferido a todo el centro de la ciudad genera una atmósfera que incita a los ciudadanos a caminar y pasar su tiempo allí. La nueva forma y contenido del espacio urbano hacen que el mensaje que hoy dan las calles sea : “Venga, es usted bienvenido. Pasee un rato, descanse otro rato y quédese todo el tiempo que desee.” Los nuevos espacios recuperados para los ciudadanos tienen un uso frecuente y adecuado. En este día de junio las calles céntricas -dónde el 80% del tránsito es a pie- están colmadas de peatones que se desplazan por la ciudad a un ritmo descansado, casi lánguido.

Los usos tradicionales del espacio público: Lugar de reunión, ámbito comercial y espacio para el tránsito.

Si bien las modalidades de uso variaron con el transcurso del tiempo, a pesar de diferencias sutiles o no tanto, el espacio público ha sido siempre utilizado como lugar de reunión, comercio y tránsito. La ciudad ha sido siempre un lugar de encuentro, donde la gente se saluda e intercambia información relativa a la ciudad y la sociedad, y el escenario de eventos trascendentes, tales como: coronaciones, procesiones, fiestas, festivales, asambleas ciudadanas y ejecuciones, por nombrar algunos. Asimismo, ha servido de ámbito de comercio, brindando un espacio para la oferta e intercambio de mercancías y servicios. Y a la vez constituía una vía de acceso y conexión para los diferentes usos de la ciudad, a través de la cual la gente se desplazaba y las mercaderías se transportaban de un punto a otro.

En tiempos pasados, cuando los traslados se hacían mayormente a pie, era común que los tres usos de la ciudad se encontraran en equilibrio armónico. Para los peatones era posible llegar caminando a sus destinos, pudiendo al mismo tiempo encontrarse, comprar, conversar y contemplar las vistas durante el recorrido, ya que los diferentes usos tenían lugar en un mismo espacio público.

Pero en el siglo XX, y en particular en las naciones más industrializadas, las condiciones en que se daban los tres usos principales de espacios públicos sufrieron cambios tan radicales, que la tradición centenaria de tales usos fue interrumpida por las nuevas modalidades de tránsito, comercio y comunicación.

La aparición – a fines del siglo XIX - de la bicicleta y el tranvía eléctrico, al ampliar las posibilidades de sus habitantes, dio lugar a una importante expansión del área ciudadana. Con la introducción del automóvil a comienzos del siglo XX, se dieron cambios drásticos en las modalidades de transporte. Luego de la Segunda Guerra Mundial en particular, el tránsito automotor en la ciudad creció a pasos agigantados, con la consiguiente transformación del uso de los espacios públicos. Se produjo entonces un claro conflicto, entre los usos que hasta ese momento y durante siglos se habían mantenido en equilibrio. Una coexistencia pacífica entre el denso tránsito automotor y los usos de la ciudad como lugar de encuentro y comercio es algo impensable.

Usos actuales de los espacios públicos

A través de la observación de diversas ciudades y modelos culturales, que en el último siglo han experimentado cambios radicales en sus comunicaciones, espacios comerciales y transporte, se puede tener una imagen de cómo se viven los espacios públicos en nuestros días y de las condiciones para el uso de la ciudad en función de espacio de dominio público.

Mediante una extremada simplificación, es posible a esta altura de las cosas, identificar y describir cuatro tipos de ciudad marcadamente diferentes: . La ciudad tradicional - donde la coexistencia de lugares de encuentro con áreas comerciales y de tránsito logra mantener un cierto equilibrio.

La ciudad invadida - donde un único tipo de uso (por lo general el de espacio de tránsito automotor) ha ganado territorio a expensas de los otros usos del espacio ciudadano.

La ciudad abandonada – donde han desaparecido tanto los espacios públicos como la vida pública.

La ciudad reconquistada – donde se llevan a cabo enormes esfuerzos por lograr un nuevo equilibrio que articule los usos de la ciudad en tanto lugar de encuentro, comercio y tránsito.

La ciudad

Copenhague, la capital de Dinamarca, cuenta con una población de 1.3 millones de habitantes en su zona metropolitana. Fue fundada alrededor de 1110, y fue creciendo a partir de un pequeño poblado de pescadores al resguardo de un castillo, hasta convertirse en un activo puerto comercial. Su nombre significa “bahía de mercaderes”.

En términos estructurales, Copenhague es la típica ciudad europea que creció entre fortificaciones que rodeaban la bahía, lo cual le confirió a la ciudad su particular contorno. Aún se mantienen intactas grandes extensiones de los fosos y murallas que datan de los siglos XVII y XVIII y constituyen algunos de los parques municipales de hoy en día.

Política de espacios públicos

En los años previos a 1962, todas las calles y plazas del centro de la ciudad fueron usadas en forma intensiva por el automóvil, para transitar y estacionarse, bajo la presión del acelerado crecimiento de la flota de vehículos particulares. En los años siguientes, tanto el tránsito como los estacionamientos, que gradualmente habían llegado a dominar el centro de la ciudad, fueron reducidos o retirados. Un gran número de calles y plazas fueron convertidas en áreas peatonales, que hoy en día permiten a los usuarios de la ciudad muy atractivas condiciones para el paseo y todo tipo de actividades urbanas recreativas. La peatonalización comenzó con la vía principal de la ciudad, Stroget, que fue convertida en 1962 a modo de experimento. Durante la reconstrucción de ciudades alemanas después de la 2da.Guerra Mundial, se establecieron numerosas calles peatonales. Fueron estas calles, orientadas al comercio, que sirvieron de inspiración para Copenhague. A pesar de los precedentes, la conversión de la calle principal de Copenhague de 1.1 Km en una calle peatonal fue vista como un esfuerzo puramente pionero, que dio lugar a un gran debate público antes de realizarse la conversión. “Las calles peatonales nunca funcionarán en Escandinavia” rezaba una de las teorías. “Sin autos no habrá clientes, y sin clientes no habrá negocio”, decían los comerciantes. Otras voces clamaban que “somos daneses, no italianos”, ó “no existe una tradición de vida pública al aire libre en Escandinavia”, lo cual era una gran verdad. Sin embargo, nunca antes los Daneses habían tenido el lugar y la oportunidad de desarrollar una vida pública en espacios públicos.

Prácticamente de inmediato, Stroget resultó ser un éxito enorme como calle peatonal, tanto en términos populares como comerciales. En poco tiempo, tanto los comerciantes de Stroget como los de otras ciudades Danesas que definieron calles peatonales, descubrieron que los entornos libres de tránsito aumentaban e inducían favorablemente el movimiento comercial.

En los años subsiguientes se continuó con las conversiones de calles y plazas. En 1968 se estableció la primera calle peatonal norte-sur, seguida por una segunda en 1973. Se fue creando de manera gradual una red cohesiva de calles peatonales, que hoy brinda un sistema de transporte verdaderamente efectivo para la gente de a pie. En Copenhague resulta fácil caminar de una punta a otra de la ciudad, donde el 80% de los movimientos en el centro se realizan a pie.

Política de espacio y tránsito ciudadanos

Con el fin de lograr espacios libres para la nueva vida ciudadana, se viene reduciendo desde hace muchos años, en un 2 a 3% anual, el estacionamiento en el centro de la ciudad. Los automovilistas se han acostumbrado paulatinamente a pagar más por estacionamiento, a dejar sus vehículos en casa para tomar el transporte público, a caminar o circular en bicicleta por la red de sendas de bicicleta que viene creciendo a medida que transcurren los años.

La red de sendas de bicicleta ha sido extendida año tras año, de modo tal que, en la actualidad, las condiciones para circular por Copenhague en bicicleta son mucho mejores que para hacerlo en automóvil. Esto ha llevado a que muchos ciudadanos hallan optado por ir a trabajar en bicicleta. De aquellos que a finales de los años 90 se trasladaban a diario para trabajar en Copenhague, un poco más de un tercio lo hace en bicicleta, otro tercio conduce sus vehículos, y los demás usan el transporte público para llegar al trabajo y a sus casas.

La reducción del tránsito automotor en el centro de la ciudad se logró tanto a través de la limitación de las vías permitidas a los automovilistas, como de la reducción del número de espacios de estacionamiento. En la última década se eliminaron unos 600 lugares de estacionamiento del centro de Copenhague, que hoy cuenta con alrededor de 3000 espacios para estacionar, de los cuales dos terceras partes se encuentran a lo largo del cordón de las veredas. Es un hecho que la ciudad opera mejor teniendo menos espacios de estacionamiento en el centro que los que se encuentran en las otras capitales escandinavas (Estocolmo tiene 8000 lugares de estacionamiento en el centro y Oslo 4800).

Desde hace ya un tiempo, el tránsito automotor y de bicicleta ha sido motivo de conferencias para proyectistas urbanos y otros actores sociales. La actividad de caminar es una de las últimas incorporaciones al temario de investigaciones. Ello se debe a un interés, muy justificado, por el futuro de las opciones que las ciudades pueden brindar a la actividad peatonal. La situación llegó a un punto en que, en algunas partes del mundo, el caminar ya se ha vuelto imposible y el acceso por parte del público se limita al tránsito automotor, provocando la desaparición de la vida ciudadana. Esta tendencia es objeto de extensa consideración, a la vez que en numerosos países y ciudades se formulan políticas activas para fortalecer el tránsito peatonal.

OTROS SITIOS & CLAVES DE INTERÉS:

AMAGER STRAND BEACH

Ubicación: Amager Strandvej 100 - 2300 http://www.amager-strand.dk 2005

Consiste en una playa a lo largo de la carretera de la costa, Amager Strandvej, una laguna, una isla y dos parques. La isla tiene 2 km de largo y la laguna alcanza 400 metros en su punto más ancho. Se han situado en el centro de la isla estaciones de playa, que son bloques de hormigón con baños, quioscos, etc. que también actúan como miradores. La nueva isla se ha dividido en dos, contando la zona norte con un paisaje más de playa, con dunas de arena y hacia el sur un paisaje más de parque. Desde Amager Strand Beach se puede observar el parque eólico Middelgrunden, espectacular paisaje en la costa de Copenhague.


BARRIO CHRISTIANIA 1970

Ubicación: Princessegade y Refshalevej Extra: M1 y M2 Estación Christianshavn 

La historia de Christiania es colorida, larga y llena de batallas, victorias y derrotas. Mucha de la gente que comenzó el experimento ya no vive allí, pero el sueño de una vida en libertad y la idea de una ciudad gobernada por sus habitantes continúa. Ahora, casi 40 años más tarde, gente de cerca y de lejos todavía se sienten atraídas por esa mezcla mágica de anarquía y amor del barrio libre.

Todo comenzó en 1970 cuando un grupo de ciudadanos tiraron abajo la valla de la esquina de Prinsessegade con Refshalevej, cerca del Grey Hall. Querían un lugar de juegos para sus hijos y un espacio verde al que mirar. Ese mismo año se celebró una exposición en Charlottenborg llamada «noget for noget» (dar y recibir), donde hippies de todo tipo, freaks y gente interesada en la comida macrobiótica se exhibieron, vendieron sus bienes y expusieron su arte, incluyendo teatro y happenings. Se publicó un periódico alternativo llamado Hovedbladet (Diario Cabeza) en conexión con la exposición.

Uno de los artículos debatía el tema de un cuartel militar abandonado, la Badsmandsstraedes Kaserne, y presentó miles de ideas para su uso, tales como viviendas para muchos jóvenes que no podían conseguir alojamiento en ninguna otra parte. Sin embargo, el movimiento Okupa y las fuerzas alternativas del campamento de verano llamado «la nueva sociedad», de Thy, también necesitaban un lugar en el que realizar sus sueños. El debate acabó llevando a una migración masiva de gente de todos los sectores de la sociedad, que vinieron para crear un estilo de vida alternativo basado en la vida comunal y la libertad. Este fue el nacimiento de Christiania.

SERVICIOS DE TRANSPORTE

Bike City El 55% de todas las personas que se movilizan dentro de la ciudad de Copenhague utiliza la bici como su medio de transporte diario, para ir a trabajar, pasear, hacer las compras, salir a la noche, etc. Es un medio económico, ágil, rápido y de carriles seguros. La ciudad cuenta con más de 390 km de itinerarios en bici y con sus populares bicicletas públicas o taxi-bicicletas.

Las bici-sendas recorren gran parte de la ciudad, las normas de tránsito se respetan, los carriles son lo suficientemente anchos para alojar a todos los usuarios, lo que hace que el andar sea seguro y efectivo. La ciudad cuenta con numerosos lugares para estacionarlas confiablemente.

Transporte público El sistema de transporte público desarrollado en Copenhague es muy eficiente, consiste en un sistema de trenes, buses y metro, lo que ha permitido desde sus inicios ir descongestionando el tráfico por la ciudad. Hoy día se puede disfrutar de un gran servicio, aunque es un poco caro. Se compra un billete según la o las zonas a que uno se va a transportar y vale tanto para metro, bus o tren.

Desde 2000, Copenhague y la ciudad meridional sueca de Malmø están conectadas por el famoso puente de Øresund, que recorre 7.845 metros. Además, existe la posibilidad de conocer la ciudad desde el agua, navegando por los canales del barrio antiguo de la ciudad.

ESPACIOS PÚBLICOS

Espacios públicos-recreativos Los espacios de intercambio juegan un rol muy importante en la ciudad. Son centros de encuentros sociales, recreación, días festivos, etc. El Estado es el principal promotor de estos espacios, de socialización, mediante la inversión en obras de recalificación de espacios, gestión, etc.

Baños en el puerto En las últimas décadas, la zona portuaria ha recibido grandes inversiones con el fin de transformar, limpiar y recalificar los espacios que estaban seriamente contaminados por los vertidos cloacales, industriales y vertidos de petróleo. En ese sentido, se rehabilitó el entorno del puerto, varias playas y una zona de piscinas naturales muy populares en verano para poder nadar en el centro de la ciudad lo que fue posible gracias a la ampliación de plantas de tratamiento de aguas residuales, al control estricto sobre los vertidos hacia el agua, y la modernización del sistema de alcantarillado. El centro acuático se ha ampliado desde su apertura, alcanzando hoy a un máximo de 600 usuarios. Contiene cinco piscinas, dos de ellas infantiles.

La vida en los parques Copenhague es una de las ciudades más verdes del mundo, cuenta con una vasta red de parques, de los cuales siempre hay uno accesible a tu localización. Desde el estilo tradicional, hasta los más modernos, otros con vegetación más agreste, susceptibles de ser recorridos en bici, y aquellos que cuentan además de la zona parquizada con algún servicio cultural integrado, sea museo, exposiciones, etc.

TECNOLOGÍA - ENERGÍA

Tecnología limpia Copenhague ha sido clasificada como la ciudad líder en el mundo de la tecnología limpia, los negocios limpios y los edificios sostenibles.

El concepto de sustentabilidad está desde la génesis de los edificios en la arquitectura moderna, con el uso racional de la energía, sistemas de techos verdes, minimización y gestión de los residuos producidos no sólo en la obra, sino durante la vida útil del edificio.

Como ejemplo el estudio BIG propuso para el Pabellón de Shanghai 2010, un edificio pensado para ser recorrido en bici, concebido como un doble espiral con sendas para peatones y para bicis. Más allá de presentar la bicicleta como símbolo de su país, busca expresar un estilo de vida y de arquitectura moderna, ligada a la sustentabilidad.

Energía Alrededor del 40% de la calefacción urbana en Dinamarca está basada en fuentes de energía renovables, como la biomasa que aprovecha la basura generada en la ciudad, la eólica y la energía solar térmica.

La ciudad cuenta con numerosos parques eólicos; la mayor planta de energía solar del mundo está ubicada en Dinamarca en una superficie de alrededor de 18.000 m2, mientras que están construyendo otras centrales a gran escala.

Extraído de: Guía de Viaje 2015 - modificaciones EDD 2016-