Tar�s Bulba

Taras Bulba es un relato �pico con alg�n elemento rom�ntico ambientada en el siglo XVI en el que Nikol�i Gogol refleja las singulares caracter�sticas de los cosacos zap�rogos(de Zaporiyia), este pueblo ind�mito y guerrero que ocupaba zonas de la estepa que hoy se corresponden con la actual Ucrania.

Taras es un veterano cosaco con dos hijos(Ostap y Andr�i) reci�n llegados de Kiev, donde han terminado sus estudios. Despu�s de unos breves d�as, el padre decide que ha llegado el momento de partir con sus hijos hacia un campamento militar cosaco donde poder presentar a sus v�stagos ante sus camaradas y llevar a la m�xima expresi�n las se�as de identidad de un buen cosaco: capaz de emborracharse o divertirse hasta que el cuerpo aguante cuando hay ocasi�n pero serios y centrados cuando se trata de participar en alguna campa�a militar, con castigos muy severos para cualquiera que incumpliera las normas (una de ellas precisamente la del consumo de alcohol).

Como guerreros se muestran crueles, feroces y despiadados, sin miramientos con sus enemigos y sin respetar a mujeres o ni�os cuando saquean poblaciones enemigas. Son h�biles jinetes y disciplinados en combate con un fuerte esp�ritu fraternal y solidario entre ellos. Los cosacos de esta historia son fervientes defensores de la religi�n ortodoxa y declaran enemigos y herejes a todos los que no la reconozcan. Sus principales enemigos son los polacos, los t�rtaros y los turcos.

al comenzar la historia, los cosacos hab�an firmado una tregua con sus enemigos, pero no tardaron mucho en protestar una buena parte porque consideraban que estar inactivos no era propio de su raza ni conveniente para los j�venes que deb�an curtirse en combate. Deciden iniciar las hostilidades y acaban sitiando la ciudad de Dubno, donde los acontecimientos marcar�n tr�gicamente el devenir de Taras y sus hijos, j�venes �stos que para entonces ya son destacados combatientes (no revelare m�s sobre estos personajes para no desvelar partes importantes de la trama).

de la novela se han hecho m�ltiples adaptaciones cinematogr�ficas, siendo una de las m�s populares la protagonizada por Yul Brinner y Tony Curtis de 1962. Hay varias reediciones en castellano, siendo esta �ltima fechada en 2022, de Edhasa con pr�logo de Arturo P�rez Reverte y propiciada en parte por la actual situaci�n en Ucrania que ha devuelto a esta regi�n a la primera plana informativa.

Si tienes curiosidad por conocer c�mo acaba la historia de Taras y de sus hijos o saber m�s de este pueblo guerrero (populares por expresiones como "bebes como un cosaco" o sus bailes t�picos, realmente espectaculares) debes leer este libro, que por otra parte, no es muy largo. Hubo una primera edici�n en 1835 pero Gogol tuvo problemas por ser considerada por los rusos demasiado nacionalista y tuvo que a�adir algo al gui�n y cambiar el final para la versi�n definitiva de 1842.

Empecemos por decir que Taras Bulba es, fundamentalmente, una historia sobre un h�roe que lucha en defensa de la patria y la religi�n que profesa (Ucrania y el cristianismo ortodoxo, respectivamente). Y lo hace por el bien del pueblo, no con fines ego�stas. El ego�smo del se�or que le da el t�tulo al libro viene por otro lado y eso es lo que provoc� la falta de dos estrellas m�s en mi calificaci�n (t�cnicamente, yo le pondr�a un 2.5). Si bien se lo puede acusar de ser exageradamente patriota, no se lo puede condenar. O, al menos, yo no lo har�a, porque creo que esa era la intenci�n de Gogol. Quiso exponer una parte de historia... pero descuid� otras.

Porque en el medio del caos, de las interminables borracheras de los cosacos y de las peleas provocadas a prop�sito para matar el aburrimiento, hay una historia de amor a lo Romeo y Julieta que se pierde. Andr�i, el hijo m�s sensible de Taras (tiene otro que se llama Ostap y que es su preferido) y su ant�tesis, se enamora de una joven polaca. Adivinaron. Romeo viene a estar encarnado en Andr�i y Julieta en... Ah, un segundo. Las mujeres de este libro no llevan nombre porque, evidentemente, en una historia de hombres el g�nero femenino no cuenta. No importa si le quitan la identidad, no importa si lo �nico que hacen es soportar ser tratadas como criadas, no importa si terminan lamentando haber nacido. Las valoraciones en el libro son muy claras. La vejez, en el hombre, es sin�nimo de sabidur�a y jerarqu�a mientras que, en la mujer, representa la extinci�n de todos los atributos de la juventud. Es una flor que se marchita. La esposa de Taras, a quien �l trata como si fuera un trapo viejo, es una prueba.

Hay una mujer que tiene nombre y aparece al final. Pero no importa. Porque es una joven a la que el novio trata como si fuera hueca y s�lo est� parada contemplando algo (no voy a decir qu�, ser�a spoiler). Le� el pasaje una y otra vez para deducir qu� intenci�n tuvo Gogol al darle un nombre a esa joven y no a la enamorada de Andr�i. En un momento, �l lo pronuncia, pero no hay transcripci�n.

Otra cosa que not� es la ridiculizaci�n constante de los jud�os (despreciados por los cosacos, aunque sorpresivamente Taras muestra una pizca de tolerancia) en el relato. Son tan caricaturescos, que aportan la cuota de humor que a veces el lector se encuentra esperando cuando la situaci�n ya se est� volviendo aburrida. La risita no dura mucho: a mi se me apag� en seguida cuando me di cuenta de las caracter�sticas de esas intervenciones.

Los personajes, en general, no son simp�ticos. En algunas ocasiones, s�lo generan l�stima y no es algo que yo considere muy positivo que digamos. Tal vez s� haya comprendido a Andr�i. Es el personaje que aporta otra perspectiva de lo que est� ocurriendo, y es un poco m�s profunda que el nacionalismo exacerbado de su padre. Muchas veces, la patria no es aquello que nos vino dado por naturaleza. A veces, la patria se elige, y eso trae consecuencias que uno debe afrontar.

Por otro lado, las escenas de batalla que se presentan en el libro son bastante pesadas, a pesar de la corta duraci�n de ellas. En un momento, cre� que estaba leyendo La Il�ada (y eso que me falta terminarla), porque Gogol se encarga de enumerar soldados, armas y preparativos con detalles que no aportan demasiado a la historia.

Taras Bulba merece una le�da y un poco m�s. Hay muchas cuestiones de fondo que un lector que no sabe mucho sobre la historia de Ucrania/ Rusia le pueden pasar desapercibidas. Yo soy del grupo, porque intent� reponer el contexto cuando termin�, aunque tengo que decir que las explicaciones de Gogol y las notas al pie de mi edici�n (no es la que marqu�) ayudaron bastante en la primera lectura. No es un libro que cambia la vida, por decirlo de alguna manera, pero ilumina un poco esas zonas de la historia en la que uno no suele incursionar.

La de Taras Bulba es la historia de un guerrero, de un hombre criado para la batalla que, un d�a de esos en los que hay paz, ve regresar a sus dos hijos a casa tras haber estado estudiando cuatro a�os en Kiev, lejos del hogar, y siente al verlos la sangre arder en sus venas, como cuando era joven. Los tambores de guerra vuelven a sonar en su coraz�n y lo est�n llamando.

Obliga a sus hijos a abandonar el calor de una madre que los esperaba con ardor, de la lumbre que les ten�a preparada y del cari�o que durante a�os no han podido recibir de ella. Una madre que al mismo tiempo que lloraba de alegr�a su llegada, llora ahora con dolor su nueva marcha. No deja transcurrir ni veinticuatro horas entre ambos acontecimientos, para gozo del padre y tristeza de la madre.

Bulba quiere ir a la guerra, as� que ensilla los caballos, se despide de su mujer y junto a sus hijos hacia la setch donde aguardan el resto de cosacos a que los llamen a la guerra. All� entrenar�n, combatir�n, beber�n y defender�n la religi�n cristiana ortodoxa que juraron defender (no ir�n con mujeres, porque un cosaco no puede dejarse llevar por la lujuria).

Nikol�i Gogol escribi� esta obra en 1835 y pronto se convirti� en un cl�sico de la literatura universal. Ahora la Editorial Zenda � Edhasa la recupera en su colecci�n de aventuras, para que qui�n no conozca la historia del primer cosaco pueda disfrutar de ella y, qui�n ya la hubiese o�do la vea con nuevos ojos, nuevo formato y nuevas ganas de lucha.

Taras Bulba es obstinado, feroz, leal, fuerte, valiente, todo lo que un cosaco debe ser. Nacido en la tierras de Ucrania, sabe lo que es perder amigos en la batalla y est� dispuesto a ense�arle a sus hijos que el mayor honor de un cosaco es no morir de viejo en la cama.

Andrei y Ostap son esos hijos, el primero es el menor, m�s estudioso y enamoradizo, vivi� su primer amor con una t�rtara mientras estudiaba en Kiev y el segundo, el mayor de los dos, se parece m�s a su padre en cuanto a bravura y ganas de pelear. Bulba considera que Ostap podr� llegar a ser alg�n d�a un gran general cosaco y que Andrei, pese a ser menos fr�o en la batalla, ser� un buen soldado.

Los tres hombres llegan a la setch donde comprueban que no hay posibilidad alguna de entrar en batalla por �no s� qu� tratado de paz con los polacos�, pero alguien atisba un resquicio de esperanza cuando descubren que los jud�os est�n apoder�ndose de las iglesias cristianas y ellos eso no pueden permitirlo. Comienza as� la gran aventura de los cosacos, arrasando pueblos, matando mujeres, ni�os, ancianos y todo aquello que encuentran a su paso.

Nikol�i Gogol consigue hacerte entrar en pelea y atemorizarte con los cosacos, pero tambi�n hace que empatices con ellos. La verdad, es que no s� c�mo lo logra, pero es as�. al final del libro, cuando has sido testigo del destino que estaba preparado para los Bulba, sientes pavor y pena y lamentas profundamente que Taras no oyera a su mujer, a la madre de sus hijos (pero de ser as�, no habr�a historia que contar, supongo).
Si quieres sentir lo que es ir a la guerra, si quieres conocer a los guerreros m�s bien entrenados, lee Taras Bulba de Nikol�i Gogol, con el pr�logo de Arturo P�rez Reverte, donde te explica por d�nde andan a d�a de hoy estos guerreros: los cosacos.

Ten�a mucho tiempo con este libro pendiente, soy fan indiscutible de los autores rusos, m�s si son cl�sicos y por supuesto G�gol es un imperdible.

Es dif�cil hacer una rese�a de un libro como este, voy a intentarlo y empezar por la parte literaria, es una joya, una narrativa hermosa, brillante, pulcra, rayando en la poes�a incluso en algunas partes, muy a pesar de lo que la historia cuenta, uno puede deleitarse con esa suavidad de las palabras, con esa magia que te transporta al momento mismo que relatan, es una joya narrativa que solo por ese hecho vale la pena leerse.

Ahora G�gol refleja de manera extraordinaria a esta raza de Cosacos valientes que viven por y para su patria y Dios (o su religi�n), viven para la guerra y es la gloria de la misma lo que hace que vivan, sientan y sean, el reflejo de ese sentimiento est� plasmado de tal manera que es muy f�cil poder ver a estos personajes claramente, no es f�cil comprender la idiosincrasia, creo yo, que adem�s nos falta la sangre Rusa (o Ucraniana) para comprender a fondo lo que relata con respecto a estos personajes, su naturaleza y su sentimiento de pelear por la patria y por Dios.

En cuanto a la historia, bueno es una muy tr�gica y vuelvo al sentimiento de �La patria y Dios son primero�, la �tica personal de Taras Bulba, su creencia profunda sobre Dios y Patria por sobre todo se encuentra reflejado en lo que tiene que hacer, pero adem�s, pierde todo, todo lo que pudiera amar un ser humano, pero su amor por la patria y por Dios no, es se queda inquebrantable hasta el �ltimo minuto y eso es algo que me cuesta comprender, vamos, que amo a mi Pa�s, soy una patriota, pero no pongo a mis seres queridos por sobre mi Pa�s, as� que me ha costado mucho poder empatizar con los sentimientos de Taras Bulba.

Por otro lado y esto se me ha hecho sentir, por sobre cualquier otro sentimiento, curiosidad , es la forma en que G�gol ha presentado a los jud�os, a ver, hoy en d�a ser�a totalmente pol�ticamente incorrecto, pero es que hay que entender que este libro fue escrito en 1835, por un lado, me refleja la forma en que la sociedad de esa �poca ve�a a los jud�os, su odio hacia ellos y las razones que ellos cre�an tener para ese odio, no hablo de si es justificado o no, porque yo no viv� en esa �poca y no puedo decir si realmente los jud�os en ese momento eran tan avariciosos como los pinta G�gol o si simplemente es el tema de que siempre fueron gente con el poder del dinero en las manos lo que molestaba, la cosa aqu� es, que podemos ver muy claramente como eran vistos y que el odio hac�a ellos es muy pero que muy arraigado en la sociedad de esa �poca y seguramente anterior a este libro.

Un libro que me ha sorprendido en muchos sentidos, una joya, como todos los que he le�do de este autor.
Enlace: https://brendagza.wixsite.co..

No suelo moverme mucho entre autores rusos cl�sicos. He le�do alguna obra, alguna antolog�a de relatos para conocer esa Rusia y ese realismo dominante, sin embargo, no hab�a le�do hasta la fecha nada tan �pico, casi epop�yico, nada tan directamente propagand�stico sin el cristal de las gafas de la actualidad ya puesto.

Probablemente eso haya sido lo que m�s me ha entrecortado el ritmo �mi ritmo de lectura, no el de la novela�. A veces me ha costado separar mi contexto hist�rico propio del de Tar�s Bulba, sin embargo, al final de todo, entend�a que es una novela de su tiempo y as� es c�mo hay que abrir el libro y pasar sus p�ginas hasta cerrarlo.

Es una historia que no se hace pesada, te mantiene bastante inmersa en una trama llena de aventuras, amor, patriotismo y guerra, descritos a trav�s de un realismo y una s�tira quiz�s m�s suaves de lo que esperaba.

Recomiendo mantener siempre el norte en la �poca pasada, en el pa�s y cultura de los que habla, como hay que hacer con muchos otros cl�sicos nuestros de Occidente, donde la misoginia, el racismo y el elitismo son pilares de sus contextos y, por tanto, parte de sus historias.