Historia de los Reyes Magos

La historia de los Reyes Magos es, sin duda, una de las más conocidas alrededor del mundo. Su fama e influencia trasciende con facilidad la mayoría de barreras culturales existentes en Occidente, puesto que, ya sea que adhieras o no a las doctrinas del cristianismo, difícilmente no hayas escuchado hablar de los Reyes Magos de Oriente (hombres sabios que, tras aceptar la guía de una estrella, se presentaron ante el niño Dios con una única intención: adorarlo).

El relato de los Reyes Magos se ha convertido en uno de los más emblemáticos de la época navideña, siendo referenciado innumerables veces a través de la historia. A pesar de ello, existe gran controversia en torno a su historia, dado que se desconoce mucha información sobre cuántos y quiénes fueron estos enigmáticos reyes.

Así, pues, en aras de esclarecer todo el aura de desinformación que rodea a la historia de los Magos de Oriente, el siguiente artículo tendrá como finalidad escudriñar y exponer el origen de los Reyes Magos, contrastando, para ello, la información que ofrecen las fuentes cristianas canónicas (Evangelio de san Mateo, Salmo 72:10-11), las fuentes cristianas extracanónicas (Evangelio Armenio de la Infancia) y la tradición cristiana en sí misma.

Origen de los Reyes Magos

Fuentes cristianas canónicas: Evangelio de san Mateo

Según la Biblia cristiana, solo en el Evangelio de san Mateo se hace una mención sobre los magos, aunque esto sin precisar sus nombres, sin mencionar su cantidad exacta y, tampoco, sin aclarar si se trataban realmente de reyes. La única información ofrecida por el Mateo el Evangelista es la siguiente:

[…]. Unos Magos que venían de Oriente llegaron a Jerusalén, preguntando: «¿Dónde está el rey de los judíos recién nacido? Porque hemos visto su estrella en el Oriente y venimos a adorarlo.» (Mateo 2, 1-2)

Entonces Herodes llamó en privado a los Magos, y les hizo precisar la fecha en que se les había aparecido la estrella. Después los envió a Belén y les dijo: «Vayan y averigüen bien todo lo que se refiere a ese niño, y apenas lo encuentren, avísenme, porque yo también iré a rendirle homenaje.» Después de esta entrevista con el rey, los Magos se pusieron en camino; y fíjense: la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. (Mateo 2, 7-9)

¡Qué alegría más grande: habían visto otra vez a la estrella! Al entrar a la casa vieron al niño con María, su madre; se arrodillaron y le adoraron. Abrieron después sus cofres y le ofrecieron sus regalos de oro, incienso y mirra. Luego se les avisó en sueños que no volvieran donde Herodes, así que regresaron a su país por otro camino.» (Mateo 2, 10-12)

Fuentes cristianas extracanónicas: Evangelio Armenio de la Infancia

Existen otras fuentes cristianas extracanónicas, como es el caso del Evangelio Armenio de la Infancia, escrito por Santiago, el supuesto hermano de Jesús de Nazaret, que ofrecen más detalles sobre los Magos de Oriente.

Según dicho evangelio apócrifo, los Magos de Oriente llevaban por nombre Melkon (Melchor), Gaspar y Baltasar, y eran los reyes de Persia, India y Arabia, respectivamente.

La adoración de los Reyes Magos
La adoración de los Reyes Magos, obra de Pieter de Grebber (año 1638).

Asimismo, dichos reyes no estaban solos, sino que iban acompañados por doce jefe militares, los cuales, a su vez, lideraban un pequeño ejército de mil soldados cada uno.

Este evangelio apócrifo añade, además, que cada rey tuvo una visión distinta al presentar sus regalos al niño Dios:

  • Así, por ejemplo, en su primera visita Gaspar ve al niño Dios en su forma divina, rodeado de ángeles que le adoran y están prestos a su servicio.
  • Melkon (Melchor), por su parte, ve al niño Dios como un hombre mortal, uno que morirá y resucitará.
  • Mientras, Baltasar lo ve como un poderoso rey rodeado de un cuantioso ejército que le adora de rodillas.

El Evangelio Armenio de la Infancia concluye diciendo que, en las futuras visitas que realizaron al niño Dios, los reyes tuvieron visiones distintas, y esto sucedió hasta que cada rey vio lo que los otros dos ya habían visto.

De esta manera, los reyes comprendieron que Jesús era Dios, rey, y hombre; tres manifestaciones distintas al mismo tiempo.

¿Quiénes fueron los Reyes Magos?

Quinto Septimio Florente Tertuliano y el Salmo 72

Quinto Séptimo Tertuliano, a quien actualmente se le considera un Padre Apologista de la Iglesia, concluyó que el salmo 72 del Antiguo Testamento no solo hace una clara referencia a los Magos de Oriente, sino que, además, añade información adicional al relato del Evangelio de san Mateo:

Que los reyes de Tarsis y las islas

le traigan obsequios,

que los reyes de Sabá y de Sebá

le ofrezcan presentes.

¡Que todos los reyes se inclinen ante él,

que todas las naciones lo sirvan!

(Salmo 72:10-11)

Precisamente, es gracias a la exégesis realizada por Quinto Séptimo Tertuliano que la Iglesia estableció que estos personajes habían sido reyes, puesto que antes, ya sea por sus regalos o por las representaciones que se hacían sobre ellos, se les consideraba, simplemente, como personas pudientes.

El término magos y su significado

Cabe destacar que, en un principio, el término griego magos no era utilizado para referirse exclusivamente a hechiceros, pues, en el Libro del Deuteronomio se expone de manera explícita que Dios aborrece a los que practican la magia.

En este sentido, el término magos se utiliza para referirse a hombres sabios. De hecho, así se los llama en diversas versiones de la Biblia en inglés, o, siendo más específicos, hombres de ciencia.

Adoración de los Reyes Magos
Adoración de los Reyes Magos, obra de Matthias Stom (siglo XVII).

Por otra parte, en el Evangelio de san Mateo se deja ver entre líneas que los Magos de Oriente eran astrónomos, puesto que conocían con precisión el movimiento de una estrella.

Así, pues, se cree que estos magos, inicialmente practicantes de la religión de Zoroastro, se convirtieron al cristianismo durante la práctica de sus propias culturas paganas.

El número tres y su connotación tradicional

Por otro lado, tradicionalmente, el número tres se vincula a la Santísima Trinidad, y, siendo tres los regalos que recibió el niño de Dios de los magos, es posible que también se haya llegado a la conclusión, en la etapa temprana de la Iglesia, de que fueron tres los reyes que lo visitaron.

Los nombres de los Magos de Oriente

En cuanto a los nombres Melchor, Gaspar y Baltasar, estos aparecen por primera vez en el Mosaico de la Basílica de San Apolinar el Nuevo en la ciudad italiana de Rávena.

Este mosaico data del siglo VI, y en él se distinguen tres magos vestidos con las indumentarias propias de Persia en actitud de ofrecimiento ante la Virgen María y el niño Dios.

El cambio de raza de Baltasar

La adoración de los Reyes Magos
La adoración de los Reyes Magos, obra de Jean-Pierre Granger (años 18331836).

Años más tarde, en el siglo XV, se haría una precisión nueva en cuanto a la raza de Baltasar, quien comenzaría a ser representado como una persona de tez oscura. De esta manera, los Reyes Magos pasarían a representar a las tres razas de la Edad Media:

  • Melchor representaría a los europeos.
  • Gaspar, a los asiáticos.
  • Y Baltasar, a los africanos.

Todo esto con la intención de simbolizar la universalidad del cristianismo.

Los Reyes Magos y el arte renacentista

El culto a los Reyes Magos, el cual había progresado paulatinamente a lo largo de la Edad Media, alcanzó su máximo esplendor durante el Renacimiento, viéndose reflejado en los pinceles de reconocidos artistas como Botticelli, Rubens, Van Der Weyden, El Bosco, El Greco y Velázquez. Todos y cada uno de estos recrearon la escena de los Reyes Magos adorando al niño Dios.

La leyenda de santo Tomás el Apóstol y los Reyes Magos

Cuenta una leyenda que, después de la resurrección de Jesús y la venida del Espíritu Santo, santo Tomás el Apóstol conoció a los Reyes Magos en el Reino de Sabá.

En esa oportunidad, santo Tomás no dudó en bautizarlos y consagrarlos. Lamentablemente, los ahora obispos de la Iglesia primitiva terminarían padeciendo el martirio hacia el año 70, siendo sus restos depositados en un mismo sarcófago.

Santa Elena, Federico Barbarroja y el sarcófago de los Reyes Magos

Siglos después de la muerte de los Reyes Magos, santa Elena de Constantinopla se dispuso a buscar el sarcófago donde reposaban sus restos. Una vez los encontró, santa Elena los trasladó a Constantinopla.

Adoración de los Magos
Adoración de los Magos, obra de Domenico Ghirlandaio (año 1487).

Posteriormente, Federico I Barbarroja, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, trasladó los restos de los Reyes Magos desde Constantinopla hasta Colonia, actual Alemania, en el siglo XII.

En pleno auge del culto a los Reyes Magos, el traslado de sus restos a Colonia propició que miles de peregrinos empezaran a llegar al lugar para venerar el sarcófago donde reposaban sus restos.

Esto último traería consigo la construcción de la Catedral de Colonia, actualmente uno de los monumentos góticos más impresionantes.

Justamente allí, en la catedral de Colonia, reposa el Relicario de los Tres Reyes Magos, un sarcófago triple y dorado que ostenta el título de el relicario más grande del mundo occidental, y que, como su nombre indica, alberga los restos mortales de los Reyes Magos.

Historia de la festividad de los Reyes Magos

En la actualidad, la festividad de los Reyes Magos viene cargada de muchas tradiciones. A continuación os mencionamos las más importantes.

La Cabalgata

La conocida como La Cabalgata se celebra el día 5 enero como antesala de lo que ocurrirá durante la noche de los Tres Reyes Magos.

El viaje de los Reyes
El viaje de los Reyes, obra de James Tissot (año 1894).

La celebración de La Cabalgata es sumamente vistosa: los Reyes Magos, quienes desfilan por las calles sobre majestuosas carrozas, arrojan caramelos a la multitud; mientras, los pajes de cada rey recogen las cartas de los niños más rezagados.

La bota y los regalos

Otra costumbre de la Noche de Reyes es dejar los zapatos de cada miembro de la familia en el balcón para que, de esta manera, los Reyes Magos depositen dulces en su interior. Esta costumbre tiene su origen en una leyenda, cuando menos, curiosa:

Dos amigos del niño Jesús, apenados de verle siempre descalzo debido a la pobreza de su familia, quisieron darle sus propios zapatos, pero como eran usados, en un intento de que parecieran nuevos, los niños se esforzaron en limpiarlos lo más que pudieron. Así, pues, lavaron sus zapatos y los dejaron secando por la noche en el balcón. Al día siguiente, milagrosamente, los zapatos aparecieron llenos de regalos y dulces.

Se cree que, como premio al buen corazón de los niños, los Reyes Magos, quienes pasaban aquella noche cerca de la casa de los niños, decidieron recompensar su nobleza y bondad con regalos y dulces.

Asimismo, se dice que no todos los niños recibirán un regalo por su comportamiento, puesto que, si los reyes consideran que el comportamiento del niño no ha sido adecuado durante el año, estos dejaran un trozo de carbón dentro de los zapatos en lugar de regalos y dulces.

El Roscón de Reyes

La preparación de un panecillo dulce con un haba y una pequeña figura o sorpresa en su interior, más conocido como Roscón de Reyes (en España), posee, como muchas de las tradiciones cristianas actuales, un origen pagano.

Dicha tradición viene de la fiesta de la Saturnalia, la cual era celebrada en el Imperio romano en el mes de diciembre en honor a Saturno, dios de la Agricultura.

Tiempo después, cuando el emperador romano Constantino el Grande se convirtió al cristianismo y otorgó la libertad de culto mediante el Edicto de Milán, la Saturnalia fue sustituida por la celebración de la Navidad; sin embargo, algunas de sus tradiciones sobrevivirían tras imbuirse en la Navidad misma.

Adoración de los Magos
Adoración de los Magos, obra de Giorgione (año 1506).

Una de estas costumbres era hacer tortas a bases de higos, dátiles y otras frutas aderezadas con miel para posteriormente repartirlas entre los amigos, familiares y esclavos, tanto propios como ajenos.

En el interior de estas tortas se escondía un haba como signo de buena suerte para quien la consiguiera; de hecho, si alguien la conseguía, era nombrado rey de la fiesta.

Un par de milenios después, las tortas o panecillos de la Saturnalia acabarían convirtiéndose en el famoso Roscón de Reyes de España, Rosca de Reyes de México y Galette de Rois de Francia.

Referencias

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