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Reseñas

Mortadelo y Filemón: (Clásicos del Humor Tomo 1)

Sección Clásicos del humor Mortadelo y Filemón
Tiempo de lectura: 14 minutos aprox.

Introducción

Aunque ya hemos analizado en nuestro blog a estos dos auténticos «espías de la risa», Mortadelo y Filemón, queremos hacer un homenaje a la historia del tebeo en general. Es algo que ronronea en mi cabeza desde hace mucho… Muchos de nosotros nos hemos criado con estas historias y siempre me invade un sentimiento de nostalgia cada vez que las recuerdo. No hay mejor manera de hacerlo que rindiendo homenaje a cada uno de esos personajes emblemáticos que tocaron nuestro corazón cuando fuimos niños y no hay colección que prácticamente los toque a todos como los «Clásicos del Humor«.

Clásicos del humor colecciónEste es el primer volumen del que nos haremos eco hasta terminar con los 40 tomos que forman esta extensa colección; aunque hay aspectos que no volveremos a tocar para no repetirnos en exceso, ya que algunos personajes como «Mortadelo y Filemón» o «Zipi y Zape«, por poner algunos ejemplos, repiten hasta tres veces su presencia en la colección,  como podréis comprobar en la lista que os dejamos a continuacion… Aunque si hablaremos de las novedades de cada tomo y detallaremos información específica de la introducción de cada uno de los tomos.

La variedad es inmensa…Cada uno de esos tomos se compone de unas 200 páginas de pura nostalgia, que en orden cronológico destacan las mejores historias de cada uno de esos personajes. Extrapolando eso a la colección completa estamos hablando de aproximadamente 8000 páginas; casi nada….
La lista es la siguiente :

Clásicos del humor #01

Clásicos del humor #02

Clásicos del humor #03

Clásicos del humor #04

*Sin más deseamos que los disfrutéis y comenzaremos con el Tomo I «Mortadelo y Filemón I»


DETALLES DEL CÓMIC

Mortadelo y Filemón Portada Clásicos del Humor Tomo I

Título original: Mortadelo y Filemón

Editorial: GRUPO EDITORIAL RBA.

Autor: Francisco Ibáñez.

Dibujante: Francisco Ibáñez.

Fecha de publicación: 2009.

Género: Humor, Parodia.

Páginas: 214.


La Evolución de «Mortadelo y Filemón»

En los últimos días del año 1957, Francisco Ibáñez reveló su más reciente propuesta para la revista Pulgarcito, una serie que, sin él saberlo, introduciría a los protagonistas más queridos del universo del cómic español. Iniciando su recorrido en 1958 y sin detenerse desde entonces, Mortadelo y Filemón han logrado transformarse y crecer con el cambio de las décadas, convirtiéndose en la narrativa gráfica más duradera de toda España.

Primera página de Mortadelo y Filemón, agencia de información

Ibáñez, que estaba en sus primeros años en Bruguera, imaginó a una peculiar dupla de detectives privados para una serie a la que inicialmente presentó tres posibles nombres: Mr. Cloro y Mr. Yesca, agencia de detectives; Ocarina y Pernales, agentes exclusivos; y Lenteja y Fideíno, detectives selectos. Sin embargo, ninguno de estos nombres convenció a la editorial, que impuso el nombre que hoy conocemos y amamos, «Mortadelo y Filemón«, con el añadido de la clásica frase cómica de aquellos días: «agencia de información». Filemón, «el director» de la agencia, siempre serio y de temperamento fuerte, y Mortadelo, de buen corazón pero algo torpe, aunque tan hábil en el arte del disfraz como el Conde de Montecristo, comenzaron una evolución rápida.

Clásicos del humor recortes introducción

Sólo tres años después de su debut, la representación de ambos personajes estaba casi completa, una imagen que se fortaleció con la evolución artística de Ibáñez, cuyo estilo enérgico y minimalista añadió un toque cómico especial a sus creaciones.

A medida que pasaba el tiempo, mientras que Filemón se perfilaba como una figura astuta que abusaba de su posición de poder, Mortadelo recurría a su astucia, sin perder su inocencia característica, para desafiar las órdenes de su superior.

Evolución#01.
Evolución#01. «Viñeta de El Gran Libro de Mortadelo y Filemon, 50 aniversario (2007)»
Evolución#02.
Evolución#02. «Viñeta de El Gran Libro de Mortadelo y Filemon, 50 aniversario (2007)»

De las Cenizas de Pulgarcito: Un Vistazo a los Orígenes»

En el año 1947, tras la devastación de la guerra, Editorial Bruguera resucitó su revista emblemática, Pulgarcito. En aquellos tiempos complicados para la industria editorial española, las dificultades para conseguir papel y las decisiones impredecibles de la Dirección General de Prensa dictaban si una publicación podía mantenerse a flote. A pesar de ello, los líderes de la editorial lograron hacer que Pulgarcito llegara de forma constante a los quioscos, y el talento de autores como Cifré (El repórter Tribulete), Conti (El loco Cariaco), Escobar (Carpanta o Zipi y Zape), Iranzo (La familia Pepe), Nadal (Casildo Calasparra), Peñarroya (Don Pío o Gordito Relleno) y Vázquez (Las hermanas Gilda) hicieron lo demás.

Gran Pulgarcito de 1969. Extra de Verano
Gran Pulgarcito de 1969. Extra de Verano

Para el momento en que Mortadelo y Filemón hicieron su aparición, Pulgarcito era la joya de la corona de Bruguera y un producto de alto valor comercial, con ventas que sólo eran superadas por el muy popular TBO.

De manera gradual, «Mortadelo y Filemón, Agencia de Información» comenzó a ocupar un lugar prominente en las diversas publicaciones de Bruguera. Al principio se asentaron en las páginas centrales de Pulgarcito y, más tarde, extendieron su presencia a otra revista de la editorial, Tío Vivo. Ibáñez demostró con su brillante creación que era un maestro en la explotación de cualquier situación cómica, trascendiendo la mera anécdota argumental para producir un chiste en prácticamente cada viñeta. La lectura de la serie se convertía así en un festival de humor desenfrenado, muy en la línea de las clásicas películas de slapstick de la era del cine mudo.

Tio Vivo #18
Tio Vivo #18

La magistral utilización de recursos humorísticos por parte de Ibáñez, aprovechando la innegable ineptitud de los personajes para resolver casos o lidiar con problemas cotidianos, junto con la habilidad de Mortadelo para adoptar disfraces de todas formas y tamaños, dotaron a la serie de una singularidad y personalidad únicas

Mortadelo: El Camaleón de los Cómics y sus Mil Caras»

Desde su debut, Mortadelo ha cautivado a las audiencias con una particularidad fascinante y posiblemente la clave de su popularidad: su inigualable habilidad para los disfraces. En sus primeras apariciones, los atuendos extravagantes y divertidos brotaban de su elegante sombrero hongo. Sin embargo, alrededor de 1960, este sombrero desapareció de su guardarropa, lo que condujo a una evolución notable en el personaje de Mortadelo. A partir de entonces, adquirió la sorprendente habilidad de cambiar de atuendo a una velocidad imperceptible al ojo humano.

Las mil caras de Mortadelo

Estos disfraces eran mucho más que simples trajes. Servían para ilustrar gráficamente su estado emocional, jugar un papel crucial en la resolución de los casos que los dos detectives estaban resolviendo, y proporcionar un gag de apoyo en numerosas situaciones cómicas. En la larga trayectoria de Mortadelo, prácticamente no hay objeto, animal o personaje humano que no haya adoptado como disfraz. Esto es particularmente notable en la última viñeta de sus historias cortas, donde Ibáñez a menudo lo representa huyendo del furioso Filemón, adoptando las formas más insólitas.

Para dar una idea de la amplitud de su repertorio, en una de sus aventuras, «El disfraz, cosa falaz …» (1995), Mortadelo se transforma en no menos de ochenta y dos disfraces distintos.

El disfraz cosa falaz

Cada uno de estos disfraces, desde los más cotidianos hasta los más extravagantes, es un testimonio de la creatividad sin límites de Ibáñez y de la capacidad de Mortadelo para mantener a los lectores siempre expectantes y sorprendidos. Ya sea un cactus en el desierto, un pulpo en el océano, o incluso un objeto cotidiano como una lámpara o un paraguas, Mortadelo ha demostrado una y otra vez que puede ser cualquier cosa que la situación requiera, y siempre de una manera que hace reír a carcajadas a sus lectores.

Mortadelo y Filemón Disfraces

Un Universo Expandido: Más Aventuras, Más Risas con Mortadelo y Filemón»

Hacia finales de la década de 1960, Editorial Bruguera, aprovechando el éxito y popularidad de la serie, transformó a Mortadelo y Filemón de detectives privados a agentes secretos de la T.I.A. (Técnicos en Investigación Aeroterráquea), un guiño humorístico a la C.I.A. Este cambio estratégico amplió significativamente el alcance argumental de las aventuras de los personajes, especialmente porque estaban a punto de protagonizar relatos más extensos de 44 páginas.

Publicadas desde 1969 hasta 1970 en la novedosa revista Gran Pulgarcito, Ibáñez demostró desde el comienzo – con «El sulfato atómico» – estar en la cima de su habilidad gráfica. Evolucionó hacia un estilo de dibujo más detallado y expresivo e introdujo en la serie a dos personajes que se convertirían en presencias constantes: el Superintendente Vicente, director de la T.I.A. y frecuente blanco de las meteduras de pata de sus ineptos agentes, y el profesor Bacterio, un científico de ideas brillantes capaz de idear los inventos más absurdos, que desempeñarían un papel crucial en la serie.

Mortadelo y Filemón Un traidor en la T.I.A.

El reto de este nuevo formato era algo desconocido para Ibáñez, que hasta entonces solo había trabajado con historietas de 4 o 6 páginas. No obstante, demostró ser muy capaz de adaptarse, creando un argumento subyacente que enlazaba las divertidas aventuras y las constantes bromas del dúo protagonista, al tiempo que introducía elementos que impulsaban la acción.

Además, Ibáñez tuvo que superar otro obstáculo. En sus primeras aventuras largas, la narrativa estaba dominada por el formato de revista, lo que requería que cada cuatro páginas proporcionara suficiente información para mantener el interés del lector. Al mismo tiempo, debía mantener los hilos argumentales que daban sentido a la historia pensando en una lectura continua y completa de la aventura. Ibáñez, demostró ser un hábil narrador, logrando con éxito este equilibrio.

Mortadelo y Filemón El vampiro

Una obra particularmente notable en este sentido es «Contra el ‘gang’ del Chicharrón«, donde Ibáñez dedicó cada capítulo a uno de los diversos personajes de la banda, creando al final un panorama cohesivo y complejo. Este innovador enfoque narrativo, combinado con su característico humor, aseguró que Mortadelo y Filemón continuaran siendo un deleite para los lectores, sin importar cuántas páginas tuvieran que explorar.

La Expansión del Elenco: Los Personajes de Soporte en el Mundo de Mortadelo y Filemón»

Mortadelo y Filemón Personajes; viñeta de
Mortadelo y Filemón Personajes; viñeta de «El Gran Libro de Mortadelo y Filemon, 50 aniversario (2007)»

Con el paso del tiempo, Ibáñez sintió la necesidad de agregar más personajes recurrentes a la serie, con el fin de dar una mayor profundidad y diversidad a las interacciones de los protagonistas. Esta iniciativa se materializó exitosamente en sus primeras aventuras más largas, con la introducción de personajes como el Superintendente Vicente y el Profesor Bacterio, que ya hemos mencionado, y más tarde se unió Ofelia, la secretaria del Superintendente. Estos personajes secundarios se convirtieron en una parte integral del universo de Mortadelo y Filemón, enriqueciendo sus historias y aportando nuevas dinámicas humorísticas.

Mortadelo y Filemón El Sulfato Atómico

A partir de este momento, la popularidad de Mortadelo y Filemón comenzó a elevarse, llegando a nuevas alturas. Los personajes aparecían no solo en Pulgarcito, Tio Vivo y Gran Pulgarcito, sino también, a partir de 1970, en su propia revista titulada Mortadelo, que se lanzó después de que Gran Pulgarcito dejó de publicarse. A esta se sumaron otras revistas como Súper Pulgarcito (1971), Súper Mortadelo (1972), Mortadelo Gigante (1974), y Mortadelo Especial (1975).

Estas primeras aventuras más largas fueron fundamentales para consolidar el éxito de los agentes de la T.I.A. Establecieron las bases de un mito del cómic que aún perdura, que ha sabido adaptarse a los cambios de las épocas y ha convertido a Mortadelo y Filemón en dos de los personajes más emblemáticos del cómic español.

Gran Pulgarcito; viñeta de
Gran Pulgarcito; viñeta de «El Gran Libro de Mortadelo y Filemon, 50 aniversario (2007)»

Es importante resaltar que estos nuevos personajes secundarios no solo proporcionaron más interacciones y escenarios cómicos, sino que también aportaron nuevas dimensiones a las historias. El Superintendente Vicente, como jefe de la T.I.A, proporcionó una fuente constante de tensión y conflicto, mientras que el Profesor Bacteria, con sus inventos extravagantes y a menudo absurdos, permitió la introducción de nuevas tramas y situaciones cómicas. Y por supuesto, Ofelia, como la secretaria del Superintendente, introdujo una dinámica femenina y un elemento de romance cómico a la serie. Estos personajes secundarios contribuyeron a la riqueza y la diversidad del universo de Mortadelo y Filemón, y fueron fundamentales para su éxito y longevidad.

Mortadelo y Filemón Doctor Bacterio

Francisco Ibáñez: El visionario de la Comedia Ilustrada»

A medida que ascendía en la jerarquía del Banco Español de Crédito, pasando de botones a auxiliar administrativo, Francisco Ibáñez Talavera (nacido en Barcelona en 1936) albergaba el sueño de convertirse en un destacado humorista gráfico. Comenzó a dar sus primeros pasos hacia este sueño a los 20 años, cuando comenzó a publicar sus primeras historietas en revistas como Hipo, Manito y Fifí, Paseo Infantil y La Risa. Su gran oportunidad se materializó en 1957 cuando, demostrando su habilidad para la comedia visual, Ibáñez comenzó a producir viñetas humorísticas para revistas como El DDT y Can Can.

Francisco Ibáñez
Francisco Ibáñez
En estas revistas, Ibáñez no solo creó su primer personaje para Bruguera, Don Adelfa, sino que también continuó la serie creada por Vázquez, «La historia esa vista por Hollywood»

Mortadelo y Filemón Agencia de información

Ibáñez pronto demostró su versatilidad y estilo gráfico único, lo que le permitió presentar una nueva serie para Pulgarcito, la revista más prominente de Bruguera. Su propuesta fue las aventuras de dos detectives privados esforzados pero ineficientes, y fue aprobada y publicada desde el número 1394 de Pulgarcito (20 de enero de 1958) bajo el título «Mortadelo y Filemón, agencia de información«.

Con un talento innato para la comedia y una increíble productividad, Ibáñez pudo crear desde entonces decenas de series, incluyendo «La familia Trapisonda, un grupito que es la monda» (1959), «13, Rúe del Percebe» (1961), «El botones Sacarino» (1963), «Rompetechos» (1964) y «Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio» (1966).

Francisco Ibáñez el mago del humor

Sin embargo, una encuesta publicada a finales de los años sesenta en todas las revistas humorísticas de Bruguera reveló que la serie preferida de los lectores era «Mortadelo y Filemón«. La editorial decidió entonces expandir las aventuras de estos personajes a 44 páginas y publicarlas en la revista Gran Pulgarcito, para luego recopilarlas en formato de álbum. Transformados en agentes secretos de la T.I.A., Mortadelo y Filemón comenzaron un ascenso imparable a la fama, lo que resultó en la dedicación casi exclusiva de Ibáñez a esta serie.

La celebración del 50 aniversario de estos personajes en 2008 solo confirmó la relevancia duradera de los agentes de la T.I.A. Ibáñez ha sabido mantener a Mortadelo y Filemón al día, vinculándolos con temáticas y figuras de la actualidad, demostrando una vez más su habilidad para adaptarse y evolucionar con los tiempos.

Mortadelo y Filemón 50 Aniversario

Bajo la Lupa: Resumiendo Datos

Título:

Mortadelo y Filemón, agencia de información. Otros títulos de la serie: A partir de 1969, simplemente Mortadelo y Filemón. Origen: Emergió por primera vez en el número 1394 de Pulgarcito (1958). Creador: Francisco Ibáñez. Protagonistas: Mortadelo y Filemón.

Principales peculiaridades físicas:

Mortadelo es alto, de nariz prominente, gafas con patillas largas, completamente calvo y siempre viste de negro; Filemón es de estatura promedio y podría pasar por un hombre común, si no fuera por los dos largos pelos que sobresalen en su calva. En sus primeras aventuras, Mortadelo y Filemón llevaban atuendos anticuados y recordaban sospechosamente a Sherlock Holmes y al Doctor Watson.

Cocina de gas

Personalidad:

Mortadelo es en general inocente, aunque tiene un toque de sagacidad a pesar de su torpeza; Filemón, por mucho que piense que es astuto, no es precisamente un lince. Ambos son notablemente ineptos, aunque hay que reconocer a Mortadelo su habilidad para los disfraces.

Personajes secundarios:

Hasta finales de los años sesenta, hubo cientos, pero de aparición esporádica. A partir de 1969, el Superintendente Vicente, jefe de la T.I.A., y el Profesor Bacterio, su científico brillante, se convirtieron en personajes fijos de la serie. En 1978, se unió a ellos la «encantadora» secretaria del Superintendente, la señorita Ofelia.

Mortadelo y Filemón El Super

También se publicó en:

Tío Vivo, Gran Pulgarcito, Mortadelo, Súper Pulgarcito, Súper Mortadelo, Mortadelo Gigante, Mortadelo Extra, Bruguelandia y, gracias a su popularidad, en prácticamente todas las revistas de Bruguera a partir de los años sesenta.

Temática:

Aunque pueda parecer una parodia del género detectivesco o de acción, en realidad es algo más. De hecho, la serie se centra básicamente en los equívocos provocados por sus protagonistas, que recuerdan a las famosas parejas de humoristas de antaño (El Gordo y el Flaco o Bud Abbott y Lou Costello), con la diferencia de que nunca queda muy claro quién es el listo y quién el tonto. Algunas aventuras encierran una clara parodia de la actualidad social y política del momento.

Mortadelo y Filemón La escalera plegable

Algunos detalles:

Esta es, sin duda, la serie más popular de Bruguera de todos los tiempos. Su fama creció a partir de 1969, cuando la editorial decidió que sus aventuras pasaran de 1, 2 o 4 a 44 páginas, como los álbumes de cómics franco-belgas. Desde su primera aventura larga, «El sulfato atómico», Mortadelo y Filemón se centraron en las siempre complejas misiones especiales que les encarga la T.I.A.

Anécdotas:

Ibáñez propuso estos tres títulos cuando planteó la serie: Mr. Cloro y Mr. Yesca, agencia detectivesca; Ocarina y Pernales, agentes especiales, y Lenteja y Fideino, detectives finos. Los nombres definitivos surgieron, según Ibáñez, de la forma de mortadelo que tenía el personaje (Mortadelo) y en referencia al filete en tiempos de escasez (Filemón). Algunos datos: las aventuras de Mortadelo y Filemón se han publicado en once países y han protagonizado cerca de 200 álbumes.

Mortadelo y Filemón Tanques

Resumen:

Mortadelo y Filemón son de los pocos personajes de la historieta española cuya popularidad les ha llevado a convertirse en protagonistas de series de animación, álbumes de cromos, anuncios televisivos, campañas de publicidad de grandes empresas, películas de alto presupuesto e incluso comedias musicales. De hecho, Mortadelo y Filemón es la serie más longeva de la historieta española.

El éxito de la serie es un testimonio del ingenio y la habilidad de Francisco Ibáñez para conectar con los lectores a través del humor y la sátira. A través de sus personajes, Ibáñez ha sido capaz de comentar y parodiar la sociedad y la política de su tiempo, a la vez que proporciona una constante fuente de risas y entretenimiento. Mortadelo y Filemón son un fenómeno cultural que ha dejado una huella permanente en la historia de la historieta española.

Una fuga a cien por hora

En las páginas de este compendio

El viaje comienza con una pequeña pero memorable pieza de 6 páginas, «La historia de Mortadelo y Filemón» (1969). Esta minuciosa viñeta es especialmente recordada por ser la primera vez, once años después de la introducción de los personajes, que Ibáñez revela la vida pasada de estos queridos detectives. Esta pieza única se compartió por primera vez en el almanaque de la revista Gran Pulgarcito para 1970.

La historia de Mortadelo y Filemón (1969)
La historia de Mortadelo y Filemón (1969). (Primera página)
Fue en esta misma publicación, Gran Pulgarcito, donde, a partir de 1969, comenzaron a aparecer las primeras grandes aventuras de 44 páginas de Mortadelo y Filemón

Estas creaciones de alto calibre, tanto en escritura como en dibujo, provenían de la mente y la pluma de un Ibáñez en su momento de mayor creatividad y destreza artística. Estas piezas fundamentales del cómic fueron recopiladas posteriormente en volúmenes individuales que cimentaron de manera indiscutible la reputación y la popularidad del dúo dinámico.

Mortadelo y Filemón Toro bravo

En las páginas de este compendio, se incluyen las cuatro primeras aventuras épicas de Mortadelo y Filemón: El sulfato atómico, Contra el «gang» del Chicharrón, Safari callejero y Valor y… ¡al toro! Estas son reconocidas como algunas de las mejores obras surgidas del talento sin par de Ibáñez. Para cada una de ellas, se proporcionan detalles sobre su publicación original y el año en que salieron a la luz.

*Esto solo ha sido el aperitivo; poco a poco iremos desgranando cada uno de los tomos que componen la colección de «Clásicos del Humor». Esperamos que disfrutéis del viaje lo mismo que nosotros hemos disfrutando creando este artículo…


Y para terminar os dejamos con este regalito de antaño. Un reportaje de 2002 donde entrevistan al mismísimo Ibáñez y se narra como creó a «Mortadelo y Filemón«:

*Y este otro, mucho más actual de RTVE Documentales, para conocer mucho más a fondo a Francisco Ibañez y su obra:

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