'El Bolas' pide se reduzca la condena que le fue impuesta en 2023
Carlos Silva Arellano, El Bolas, presunto lugarteniente de Juan Francisco Patrón Sánchez, El H2, pide se reduzca su corta condena por narcotráfico.
Silva Arellano era clave en una organización que llevaba heroína a Tijuana y desde ahí se distribuía en distintos puntos de Estados Unidos.
El Bolas fue arrestado en México en 2018, extraditado a Estados Unidos en 2022, donde se declaró culpable de introducir drogas ilegales a Estados Unidos.
Por Juan Alberto Vázquez
Pese a haber recibido una sentencia mínima de ocho años por cargos de narcotráfico el pasado julio, Carlos Silva Arellano conocido como El Bolas pidió recientemente una reducción de la condena que purga.
Presunto teniente de Juan Francisco Patrón Sánchez conocido como El H2, Silva Arellano era líder de una célula de una organización criminal que distribuía heroína en el área metropolitana de Mineápolis, Minnesota y coordinó igualmente la venta de dicha sustancia en otros sitios del medio oeste de los Estados Unidos. Según acusaron fiscales de Nueva York, la organización de Patrón Sánchez controlaba una red de células de distribución en Los Ángeles, Las Vegas, Ohio, Minnesota, Carolina del Norte y Nueva York.
La heroína producida en Nayarit, se enviaba a Tijuana. Entraba a Estados Unidos por California y se distribuía a los estados mencionados, con Silva Arellano como uno de los operadores clave. Luego de regresar a México tras su estancia en Minnesota, Silva Arellano continuó coordinando envíos de heroína a Estados Unidos, dice la investigación en su contra.
Debido a eso, le armaron un dictamen en la Corte Federal del distrito este de Nueva York, y la Administración para el Control de las Drogas, DEA por sus siglas en inglés, presionó para que autoridades mexicanas lo detuvieran, cosa que finalmente se cumplió en diciembre del 2018.
Cuatro años después, en noviembre de 2022, lo extraditaron a Brooklyn donde fue recibido con la frase “sus delitos le pueden acarrear penas de hasta cadena perpetua”.
Su panorama cambio apenas cuatro meses después (marzo del 2023) cuando Silva Arellano se declaró culpable de un cargo de importar cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana. Aunque otros tres cargos fueron desechados por los fiscales de cara a su sentencia, los empleados de la corte dijeron que de algún modo “seguían abiertos”.
Empero, todo el proceso tuvo un epílogo favorable para el narcotraficante confeso que sólo recibió ocho años de castigo de la juez Carol Bagley-Amon, en julio de 2023.
La magistrada ordenó además que le tomaran el crédito desde su detención en noviembre del 2018, por lo que este personaje, que llegó con etiqueta de colíder de una organización criminal, debería ser liberado en noviembre del 2026 al cumplirse los 8 años. Sin embargo, un nuevo cambio finalmente marcó su fecha de salida para septiembre del 2025, sólo 6 años 10 meses después de haber sido recluido.
No obstante, desde prisión Silva Arellano se enteró de un cambio en la legislación en Estados Unidos el 24 de agosto de 2023. Gracias a ese cambio o enmienda, la Comisión de Sentencias de los Estados Unidos (USSC) decidió por cuatro votos contra tres permitir las enmiendas retroactivas a pautas de sentencia calculadas por antecedentes penales.
Así que él mismo redactó en una máquina de escribir un texto que pide le sea reducido su castigo ya que asegura cumplir con la lista de criterios que exige el beneficio. Por ejemplo, Silva Arellano dice que el no recibió puntos por antecedentes penales, o sea que es novel infractor. Tampoco ha recibido ajustes por terrorismo ni uso la violencia o amenazas creíbles de violencia en relación con el delito.
Asegura no haber poseído, recibido o manejado un arma de fuego u otra arma peligrosa ni tampoco causó personalmente dificultades financieras sustanciales, ni fue acusado por delito de odio, atacó a una víctima vulnerable o usó un arma que atentara contra derechos humanos.
Finalmente dice no haber participado en una empresa criminal continua además de que el delito que cometió no pudo resultar en muerte o lesiones corporales graves, tampoco fue un delito sexual ni que afectara derechos individuales.
Para Carlos Silva Arellano no fue suficiente que su liberación se haya adelantado para el 5 de septiembre de 2025, pues ahora pide al tribunal “que le brinde algún alivio con esta condena para que pueda regresar a su casa antes”.
El recluso está a la espera de lo que resuelva la juez Bagley-Amon, quien, coincidentemente y a petición de los fiscales, a finales de marzo redujo diez años a la sentencia del exfiscal general de justicia de Nayarit, Edgar Veytia.
Un misterio lo que decida ahora con la petición de Silva Arellano.
