Divorcio mortal (2017), de Danny J. Boyle

Jo está buscando expandir su negocio de floristería. Encontrará una ayuda inesperada cuando Michael, su ex marido, se ofrece para convertirse en su socio. Sin embargo, Laura, actual esposa distanciada de Michael, no está muy contenta con la noticia, por lo que hará todo lo posible por hacerles la vida imposible a los dos. Josie y Michael obtienen un gran préstamo para llevar a cabo sus proyectos. Lo celebran con una bebida en su oficina (Jo no bebe, así que solo anima), y él le pide una cita. Jo le dice que en realidad no quiere una mera relación comercial, sino que está enamorado de ella. Él trata de explicarse, pero se desmaya y le llevan de urgencia al hospital. El whisky que ha tomado llevaba ketamina. Michael se despierta y sabe que fue Laura quien lo drogó. Él le dice a Jo que no se involucre...

Thriller concebido para el lucimiento de Marguerite Moreau, actriz que saltó a la fama por la saga iniciada con Somos los mejores, que lleva a cabo una buena interpretación, y está rodeada de un reparto competente. Aunque el guión sigue senderos trillados y predecibles, engancha y cumple su función de hacer que el espectador pase un rato ameno.