Crisis de los misiles

El 28 de octubre de 1962, luego de trece días de máxima tensión, el mundo entero recuperó el aliento. El descubrimiento de misiles balísticos de alcance medio R-12 y R-14 de origen soviético en la isla de Cuba, a solo 90 millas de suelo norteamericano y en plena Guerra Fría, no solo alarmó al pueblo estadounidense, sino también al mundo entero.

En octubre de 1962, el mundo y la civilización estuvieron a punto de sucumbir ante una guerra nuclear. A este fatídico episodio de la Guerra Fría se le conoció como la crisis de los misiles de Cuba, la Crisis del Caribe o la Crisis de octubre. A continuación, os contamos su historia.

Fecha de la crisis de los misiles

Inicio de la crisis de los misiles de Cuba

La crisis de los misiles de Cuba comenzó el lunes 15 de octubre de 1962, luego de que McGeorge Bundy, el entonces asesor de asuntos de seguridad nacional de los Estados Unidos, le comunicase al presidente John F. Kennedy sobre la presencia de instalaciones militares con rampas de lanzamiento para misiles nucleares de origen soviético en territorio cubano.

Final de la crisis de los misiles de Cuba

La crisis de los misiles de Cuba finalizó el domingo 28 de octubre de 1962, luego de que Nikita Kruschov, quien para entonces fungía como Primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, anunciase el desmantelamiento y el traslado de vuelta, desde Cuba a la URSS, de sus emplazamientos de misiles balísticos.

Antecedentes y contexto histórico de la crisis de los misiles

Tras el éxito de la Revolución cubana y el ascenso al poder de los revolucionarios en Cuba, la actitud retadora de estos últimos, especialmente la de Fidel Castro, hacia los Estados Unidos provocó que el entonces presidente de los Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower, redujese al mínimo la cuota azucarera que se importaba antiguamente desde Cuba, asestando con ello un duro golpe a la economía de la isla.

A sabiendas de las nefastas consecuencias económicas que acarrearía la ruptura de relaciones con los Estados Unidos, Fidel Castro se dispuso a encontrar un sustituto, un nuevo aliado comercial: Nikita Kruschov (el entonces máximo líder de la Unión Soviética).

Nikita Kruschov y Fidel Castro
Nikita Kruschov y Fidel Castro en un fotograma del documental de Netflix Cuba libre.

Nikita Kruschov estaba dispuesto a ofrecer una suerte de padrinazgo económico, militar, político e ideológico al gobierno revolucionario de Cuba, claro está, a cambio de algunos beneficios, como, por ejemplo, precios preferenciales respecto a la compra y venta de determinados bienes.

Lejos de sentirse ofendido por la oferta de Kruschev, Castro aceptó sin rechistar la alianza ofrecida por el Kremlin. Gracias a esto último, Castro pudo derrotar con éxito el intento de invasión de la isla por parte de disidentes cubanos a través de un desembarco en Bahía de Cochinos, en abril de 1961, y, meses más tarde, obtener información respecto a la Operación Mangosta (una operación militar estadounidense que tenía como objetivo la intervención militar directa de Cuba).

Valiéndose de las bondades ofrecidas por su padrinazgo económico, militar, político e ideológico, la Unión Soviética convirtió a Cuba en una especie de protectorado militar. Sin duda, una posición sumamente ventajosa dada la cercanía de la isla con los Estados Unidos.

Causas de la crisis de los misiles

Entre las principales causas de la crisis de los misiles se pueden señalar las siguientes:

  • La infructuosa invasión de bahía de Cochinos: un fallido intento de invasión de Cuba por parte de la administración de John F. Kennedy, en abril de 1961, que pretendía derrocar al recién instaurado gobierno revolucionario de Cuba mediante el uso de disidentes entrenados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
  • La intervención de la URSS y la posterior desclasificación de la Operación Mangosta: un plan secreto de la administración Kennedy a través del cual se pretendía simular una operación de falsa bandera para dar inicio a un conflicto directo que justificase la invasión militar estadounidense de la isla de Cuba.
  • La instalación de emplazamientos de misiles balísticos nucleares por efectivos militares de la Unión Soviética en territorio cubano, así como su posterior descubrimiento por parte de un avión espía U-2 de los Estados Unidos.

Etapas de la crisis de los misiles

El descubrimiento de bases de misiles nucleares en Cuba

Luego de que agentes estadounidenses infiltrados en la isla y disidentes exiliados informasen al gobierno de los Estados Unidos sobre la presencia de agentes soviéticos en Cuba, y tras la confirmación de dicha información por parte de la CIA, el domingo 14 de octubre de 1962 un avión espía U-2 sobrevoló sobre San Cristóbal, provincia de Pinar del Rio, en Cuba, y tomó varias fotografías sobre una especie de base militar sospechosa.

Fotografía en la que se muestra la construcción de las bases de los misiles en Cuba
Fotografía en la que se muestra la construcción de las bases de los misiles en Cuba.

Tras finalizar su vuelo y regresar a la base, las fotografías tomadas por el avión espía U-2 fueron reveladas y debidamente analizadas.

El resultado fue rotundo: a solo 90 millas del suelo estadounidense, el gobierno revolucionario de Cuba había erigido una instalación militar con rampas de lanzamiento para misiles balísticos nucleares de fabricación soviética.

McGeorge Bundy informa a John F. Kennedy

La mañana del 16 de octubre de 1962, McGeorge Bundy informó, con el sigilo y la prudencia correspondiente, al presidente estadounidense John F. Kennedy sobre la presencia de emplazamientos de misiles balísticos nucleares de origen soviético y con alcance suficiente como para impactar en cualquier punto de los Estados Unidos.

Inmediatamente después de escuchar tan alarmante informe, el presidente Kennedy recabó la opinión de lo más selecto del Consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (un equipo especial compuesto por una docena de personas, algunos civiles y otros militares).

Los oficiales de las Fuerzas Armadas del Consejo de Seguridad Nacional propusieron al presidente Kennedy emprender inmediatamente una acción militar contra Cuba. Sin embargo, los miembros civiles de dicho consejo, más conocidos como los Jóvenes Caballeros de Camelot, se opusieron rotundamente al empleo de la fuerza militar.

La diplomacia de Bobby Kennedy

Ningún otro miembro de los Jóvenes Caballeros de Camelot se opuso con mayor vehemencia a la de Bobby Kennedy, quien era hermano del presidente Kennedy y fiscal general del Estado. La solución propuesta por él era principalmente diplomática, aunque no descartaba por completo el uso de la fuerza militar.

Según Bobby Kennedy, mediante un extenso bloqueo marítimo se debía evitar a toda costa que nuevos buques soviéticos cargados de efectivos y armamentos militares arribasen a Cuba; asimismo, se debía presionar diplomáticamente al gobierno soviético para que detuviese el inminente ataque, pues de hacerlo desencadenaría, sin duda alguna, una colosal guerra nuclear.

La entrevista de John F. Kennedy y Andréi Gromiko

Con cada día que pasaba, la tensión aumentaba cada vez más en la alta esfera política del gobierno estadounidense y, con ello, la posibilidad de que se filtrase información sobre la crisis de los misiles de Cuba a los medios de comunicación.

Fotografía de una entrevista de John F. Kennedy y Andrei Gromyko en la Casa Blanca
Fotografía de una entrevista de John F. Kennedy y Andrei Gromyko en la Casa Blanca (6 de octubre de 1961).

Mientras tanto, el presidente Kennedy, quien tenía una reunión programada para tratar algunos puntos sobre Berlín con el ministro de asuntos exteriores de la URSS, Andréi Gromiko, aprovechó la oportunidad para analizar el lenguaje no verbal del diplomático ruso. Sin embargo, este mantuvo una postura serena y prudente durante toda la entrevista.

El último intento de JFK por mantener en secreto la crisis de los misiles

Dada la magnitud del problema en la que se encontraba inmerso el presidente estadounidense, este debía encargarse enteramente a la resolución de dicha crisis; sin embargo, su ausencia pronto despertaría sospechas entre la ciudadanía.

Así pues, para justificar la desaparición del mandatario, un portavoz de la Casa Blanca anunció que el médico de cabecera del presidente le había prescrito a este guardar cama para recuperarse de una leve dolencia respiratoria, que le había dejado afónico y con fiebre.

A pesar de los intentos del gobierno estadounidense por mantener el asunto de los misiles en secreto, los directores del Washington Post y del New York Times se enteraron de la crítica situación. Al percatarse de ello, el presidente Kennedy se comunicó con ambos directores, solicitándoles encarecidamente que se guardasen sus exclusivas, pues lo que menos necesitaba el país era que el pánico cundiera entre la población.

El anuncio público de la crisis de los misiles por John F. Kennedy

Si bien el presidente Kennedy intentó mantener la crisis de los misiles en secreto, con el pasar de los días se percató de que tarde o temprano los estadounidenses descubrirían la verdad. Por tal motivo, el lunes 22 de octubre de 1962, el presidente Kennedy se dirigió por radio y televisión a la nación y al mundo entero.

En su discurso, Kennedy presentó la crisis de los misiles como un conflicto global e ideológico. Desde su perspectiva, no solo los países de América, los firmantes de la OTAN o los del Pacto de Varsovia se verían involucrados en la contienda, sino el mundo en su totalidad; sin duda alguna, un ataque con misiles balísticos nucleares desataría una devastadora guerra nuclear.

Asimismo, el mandatario estadounidense advirtió que toda agresión de la Unión Soviética hacia cualquier país del hemisferio occidental sería considerada una declaración de guerra a los Estados Unidos, pues no solo su país se encontraba dentro del radio de acción de los misiles soviéticos, sino también gran parte de los países latinoamericanos.

La entrevista de Bobby Kennedy y Anatoly Dobrynin

Por su parte, Bobby Kennedy emprendió una loable campaña diplomática para poner fin a la crisis. Para lograr tal proeza, se reunió con el embajador de la Unión Soviética en Washington D. C., Anatoly Dobrynin.

Sin perder tiempo, Bobby le pregunto al embajador ruso si podía confirmarle si Nikita Kruschov había dado órdenes de detener o variar el rumbo a los capitanes de sus buques con destino a Cuba. Dobrynin respondió con un rotundo ¡no!; además, aprovechó la oportunidad para señalar el hecho de que los estadounidenses ni son ni deben creerse los dueños de los mares.

El Pentágono activa por primera vez el DEFCON 2

La noche del miércoles de 24 de octubre de 1962, a través de un mensaje retransmitido por radio y televisión, el máximo dirigente de la Unión Soviética, Nikita Kruschov, rechazó todas las exigencias de John F. Kennedy, descartando la vía diplomática de forma tajante.

Mapa del alcance de los misiles instalados en Cuba
Mapa elaborado por la CIA en el que se observa el alcance de los misiles instalados en Cuba (16 de octubre de 1962).

Las declaraciones del Kremlin causaron un gran impacto en el Pentágono, que, por primera vez, se vio forzado a activar el DEFCON 2 (la fase de alerta previa a una guerra nuclear).

El encuentro de A. Stevenson y V. Zorin en la sede de las Naciones Unidas

El jueves 25 de octubre de 1962 tuvo lugar en la sede de las Naciones Unidas un célebre intercambio de palabras entre el embajador de los Estados Unidos Adlai Stevenson y su homólogo ruso, Valerian Zorin.

Stevenson, a sabiendas de que la guerra era inminente, interpeló a Zorin con las siguientes palabras:

¿Niega que la URSS haya instalado bases atómicas en Cuba? Responda ‘si’ o ‘no’. No espere a la traducción.

Ante tal pregunta, el embajador de la Unión Soviética en la ONU respondió resaltando el hecho de que él no se encontraba en una Corte Penal de los Estados Unidos, por lo que no estaba en obligación de responder a preguntas propias de un fiscal.

Stevenson, quien estaba preparado para oír una respuesta como la de Zorin, mostró las fotos tomadas por el avión espía U-2, once días atrás, dejando en evidencia al diplomático ruso.

La propuesta de Kruschov

El viernes 26 de octubre de 1962, Nikita Kruschov se comunicó con el presidente Kennedy para ofrecerle una valiosa propuesta, según la cual él se comprometía a retirar los misiles de Cuba, siempre y cuando el gobierno de los Estados Unidos se comprometiese a no invadir Cuba.

Al día siguiente, antes de que el presidente Kennedy tuviese tiempo de analizar y responder a la propuesta de Kruschov, este aprovechó para añadir otra condición a la propuesta anterior.

Ahora, si el presidente Kennedy quería que el Kremlin retirase los misiles de Cuba, él también debería retirar los misiles Júpiter que los Estados Unidos habían instalado en Turquía, cuyo rango de acción alcanzaba a la URSS.

El final de la crisis y el cese de las hostilidades

La propuesta de Kruschov no llegaría a buen puerto, pues, poco tiempo después de realizarla, llegó a oídos del presidente Kennedy la noticia de que un avión U-2 de los Estados Unidos había sido derribado mientras sobrevolaba Cuba.

Un P-2H Neptune perteneciente a la Marina de los Estados Unidos de América sobrevuela a un buque soviético
Un P-2H Neptune perteneciente a la Marina de los Estados Unidos de América sobrevuela a un buque soviético que se dirige a Cuba.

En este punto de la historia, la guerra parecía inminente. Sin embargo, gracias a la gran labor diplomática realizada por Bobby Kennedy y Anatoly Dobrynin, en una reunión de urgencia, se logró conciliar una solución pacífica.

En contraste con los armisticios y tratados de paz convencionales, el cese de las hostilidades entre los Estados Unidos, Cuba y la Unión Soviética estuvo desprovisto de escenificación alguna; simplemente, se verificó a través de los irrefutables hechos.

El viernes 28 de octubre de 1962, Nikita Kruschov ordenó el desmantelamiento de los emplazamientos de misiles balísticos en Cuba, así como su traslado de vuelta a la Unión Soviética.

Por su parte, John F. Kennedy levantó el bloqueo marítimo preventivo, que había situado en el perímetro de Cuba, y ordenó el cese inmediato de vuelos sobre la isla. De esta manera, la crisis de los misiles llegó a su fin.

Consecuencias de la crisis de los misiles

Las siguientes son las principales consecuencias derivadas de la crisis de los misiles de Cuba:

  • El desmantelamiento y retirada de las bases, rampas de lanzamiento y misiles de origen soviético instalados en Cuba.
  • El desmantelamiento y retirada de las bases, rampas de lanzamiento y misiles de alcance medio Júpiter de origen estadounidense emplazados en Turquía.
  • Estados Unidos se compromete a no invadir Cuba nuevamente.
  • Creación del Teléfono Rojo (un enlace de comunicación directa entre los Estados Unidos y la Unión Soviética).

Referencias:

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