MISA DIARIA DEL 4 DE MAYO 2024, SANTOS FELIPE Y SANTIAGO

MISA DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS

"La Eucarist�a es fuente y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)

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P�gina de Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

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04-05-2024

Edici�n N� 9.598

LITURGIA DE   LAS HORAS

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En Am�rica Latina se celebra a:

Felipe y Santiago, ap�stoles

Felipe fue llamado por Jes�s en las orillas del lago de Genesaret, a la vez que Andr�s y Pedro. �l intervino en la vocaci�n de Bartolom�, dici�ndole: �Hemos encontrado al Mes�as�, y present�ndolo a Jes�s. Felipe no ten�a reparos en pedir explicaciones a Jes�s: ��C�mo dar de comer a tanta gente?� En el discurso de la �ltima Cena, interrumpi� a Jes�s: �Mu�stranos al Padre y nos basta�; y Jes�s le respondi�: �Quien me ve a m�, ve tambi�n a mi Padre�. Despu�s de Pentecost�s, con motivo de la persecuci�n, se dice que predic� en Frigia y Laodicea. Pero no hay m�s noticias de �l.

De Santiago (el Menor) no aparecen intervenciones en el evangelio. Era pariente de Jes�s; tal vez su madre era prima de la Virgen Mar�a. Fue el primer obispo de Jerusal�n. Presidi� el concilio en esta ciudad. Consigui� la concordia entre los jud�os convertidos y los paganos cristianizados. Escribi� una carta �a las doce tribus de la dispersi�n�, (a los cristianos dispersos por la persecuci�n) que lleva su nombre: Carta de Santiago, y est� incluida entre los libros can�nicos del Nuevo Testamento.

ANT�FONA DE ENTRADA

Estos son los santos varones a quienes el Se�or eligi� por su caridad sincera; �l les dio la gloria eterna. Aleluya.

ORACI�N COLECTA

Dios nuestro, que cada a�o nos alegras en la fiesta de los santos ap�stoles Felipe y Santiago; conc�denos, por su intercesi�n, participar en la pasi�n y resurrecci�n de tu Hijo unig�nito, para que merezcamos contemplarte eternamente. Por nuestro Se�or Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Esp�ritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.

LECTURA 1Cor 15, 1-8

Lectura de la primera carta del Ap�stol san Pablo a los cristianos de Corinto.

Hermanos, les recuerdo el Evangelio que yo les he predicado, que ustedes han recibido y al cual permanecen fieles. Por �l son salvados, si lo conservan tal como yo se lo anunci�; de lo contrario, habr�n cre�do en vano. Les he transmitido, en primer lugar, la ense�anza que yo mismo recib�: Cristo muri� por nuestros pecados, conforme a la Escritura. Fue sepultado y resucit� al tercer d�a, de acuerdo con la Escritura. Se apareci� a Pedro y despu�s a los Doce. Luego se apareci� a m�s de quinientos hermanos al mismo tiempo, la mayor parte de los cuales vive a�n.

Adem�s, se apareci� a Santiago y de nuevo a todos los Ap�stoles. Por �ltimo, se me apareci� tambi�n a m�, que soy como el fruto de un aborto.

Palabra de Dios.

Comentario: San Pablo invita a los fieles de Corinto no s�lo a recordar el evangelio predicado por �l, sino a asumirlo aceptando a Cristo como causa y centro de la redenci�n de todos: los del primer siglo, como los de ahora. Y la garant�a de esta doctrina es la Resurrecci�n del Se�or, certificada por los ap�stoles y tambi�n por m�s de quinientos de sus seguidores como premio a su fidelidad.

SALMO Sal 18, 2-5

R. Resuena su eco por toda la tierra.

O bien: Aleluya.

El cielo proclama la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos: un d�a transmite al otro este mensaje y las noches se van dando la noticia. R.

Sin hablar, sin pronunciar palabras, sin que se escuche su voz, resuena su eco por toda la tierra, y su lenguaje, hasta los confines del mundo. R.

ALELUYA Jn 14, 6. 9

Aleluya. Dice el Se�or: �Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Felipe, el que me ha visto, ha visto al Padre�. Aleluya.

EVANGELIO Jn 14, 6-14

Evangelio de nuestro Se�or Jesucristo seg�n san Juan.

A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jes�s dijo a Tom�s: �Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por m�. Si ustedes me conocen, conocer�n tambi�n a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto�.

Felipe le dijo: �Se�or, mu�stranos al Padre y eso nos basta�. Jes�s le respondi�: �Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, �y todav�a no me conocen? El que me ha visto, ha visto al Padre. �C�mo dices: �Mu�stranos al Padre�? �No crees que Yo estoy en el Padre y que el Padre est� en m�? Las palabras que digo no son m�as: el Padre que habita en m� es el que hace las obras. Cr�anme: Yo estoy en el Padre y el Padre est� en m�. Cr�anlo, al menos, por las obras. Les aseguro que el que cree en m� har� tambi�n las obras que Yo hago, y a�n mayores, porque Yo me voy al Padre. Y Yo har� todo lo que ustedes pidan en mi Nombre, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si ustedes me piden algo en mi Nombre, Yo lo har�.

Palabra del Se�or.

Comentario: No dice: Les ense�o el camino que deben recorrer y les doy un tratado sobre la verdad que deben creer, sino: �Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida�. Si volvemos atr�s por miedo a la incomprensi�n, a la persecuci�n, o al riesgo, en ese caso ponemos en evidencia que los pasos que ya hemos dado en su seguimiento y, en el compromiso con los necesitados son fuego de paja, y que no hemos estado inspirados por un amor verdadero.

ORACI�N SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Se�or, los dones que te presentamos en la fiesta de los ap�stoles Felipe y Santiago, y conc�denos vivir una religi�n pura y sincera. Por Jesucristo, nuestro Se�or.

ANT�FONA DE COMUN I�N Cfr. Jn 14, 8-9

Se�or, mu�stranos al Padre y eso nos basta. Felipe, el que me ha visto, ha visto al Padre. Aleluya.

ORACI�N DESPU�S DE LA COMUNI�N

Purifica, Padre, nuestros corazones por el sacramento recibido, para que, contempl�ndote en tu Hijo, con los ap�stoles Felipe y Santiago merezcamos alcanzar la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Se�or.

REFLEXI�N B�BLICA

 

�Cualquier cosa que pidan en mi nombre, yo la har�

Jn 14, 6-14

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant


1.     YO SOY EL CAMINO, Y LA VERDAD Y LA VIDA.

En aquel tiempo, Jes�s dijo a Tom�s: "Yo soy el Camino, y la Verdad y la Vida. Verdad y vida aparecen como dos expresiones sapienciales correlativas. Ya en el Antiguo Testamento la sabidur�a es la que conduc�a por y a las v�as de la vida. Jes�s aqu� se identifica con la sabidur�a, que en algunos pasajes del Antiguo Testamento parecen revestir, preparar, la trascendencia divina de la misma.

Jes�s, es el camino en cuanto revela al Padre, nos da a conocer el camino que nos conduce a Padre: El mismo es el �nico acceso al Padre. Jes�s es el camino, porque �l nos mereci� la gracia que nos hace hijos de Dios y herederos del cielo y de �l. Todo esto con su ejemplo que nos ense�a el camino que hemos de seguir para llegar al cielo.

Jes�s, es la Verdad; en medio de tanta mentira y falsedad. Para nosotros es una gran paz saber que esta verdad no cambia. Jes�s es la vida, �l es el centro de nuestros corazones, de todos los que desean vivir la bondad y el amor.

Jesucristo es Dios, una misma cosa con el Padre. Conocer a Jesucristo, es conocer a Dios, amar a Jesucristo es amar a Dios, servir a Jesucristo es servir a Dios.

Al comienzo del cap�tulo catorce, en vers�culo Jes�s dice: Crean en Dios y crean tambi�n en mi Puesto que ya creen en Dios, que crean tambi�n en El; que esa fe en �l se mantenga y aumente en su ausencia, a pesar de que van a presenciar su muerte de cruz; que crean en El c�mo en el Hijo de Dios, tema del evangelio de san Juan.

2.     NADIE VA AL PADRE, SINO POR M�

En este fragmento, esta secci�n se enlaza con este vers�culo, en el que les habla de la fe en el Padre y en �l. Si va al Padre, l�gicamente surge el hablar de qui�n sea: que conozcan el t�rmino ad�nde va. A lo que se une la frase del vers�culo, Nadie va al Padre, sino por m�, ya que nadie puede venir al Padre sino por Jes�s.

Dice Jes�s: Si ustedes me conocen, conocer�n tambi�n a mi Padre. Es decir nos promete para el futuro que sabremos de un conocimiento especial del Padre. �Es para cuando est�n en las moradas que va a prepararles? Pero - Ya desde ahora lo conocen--- es decir, desde el tiempo en que �l, durante su ministerio p�blico, les hizo la gran revelaci�n de Dios Padre, que envi� a los seres humanos a su Hijo verdadero. Por eso, al conocer al Hijo, se conoce al Padre, en el sentido de que lo engendra, comunic�ndole su misma naturaleza divina, lo mismo que por comunicarle las obras que hace.

3.     SE�OR, MU�STRANOS AL PADRE

La insistencia de Jes�s en tratar el tema del Padre, ha suscitado en algunos de ellos el deseo de un conocimiento m�s profundo y m�s experimental, es as� como Felipe le dijo: - Se�or, mu�stranos al Padre y eso nos basta - La pregunta de Felipe que pide les muestre al Padre, pensando que Jes�s, que hizo tantos milagros, se lo manifestase ahora con una maravillosa teofan�a, al estilo de lo que se pensaba de Mois�s o Isa�as, que hab�an visto a Dios, hace ver, una vez m�s, la rudeza e incomprensi�n de los ap�stoles hasta la gran iluminaci�n de Pentecost�s.

De ese conocer al Padre y al Hijo se sigue que tambi�n han de saber que est�n el uno en el otro. �C�mo? Podr�a pensarse que por la uni�n vital e inmanencia del uno en el otro, por raz�n de la persona divina de Jes�s; Pero seguramente se refiere al Verbo encarnado, como San Juan lo considera en el evangelio. Y as� el Padre est� presente en El, aparte de otras presencias, por las obras que le da a hacer. Dice en un texto, que es la mejor interpretaci�n de �ste: Si no creen a m�, crean a las obras (milagros), para que sepan y conozcan que el Padre est� en m� y Yo en el Padre � (Jn 10:38; cf. Jn 14:20) -. El Padre est� por la comunicaci�n que le hace, y �l est� en el Padre por la dependencia que su humanidad tiene de El para realizar los milagros y el mensaje.

Por �ltimo, para la garant�a de esta mutua presencia y de la verdad de que quien lo ve a �l ve al Padre, remite a las obras que el Padre hace en El.

4.     EL QUE CREE EN M� HAR� TAMBI�N LAS OBRAS QUE YO HAGO

Luego Jes�s nos hace una promesa, dice: Les aseguro que el que cree en m� har� tambi�n las obras que yo hago, y a�n mayores, porque yo me voy al Padre. La primera promesa que nos hace es que no s�lo har�n las obras que Yo hago sino que a�n las har� mayores. Y la raz�n es porque �l va al Padre.

La palabra obras, a las que Jes�s se remite, es la garant�a de su verdad. Ya el anuncio que Jes�s hace a los suyos es de optimismo: su ausencia no los dejar� en el fracaso, porque har�n a�n obras mayores que las que El hizo. �Qu� obras son �stas?

5.     LAS OBRAS QUE EL PADRE ME DIO A HACER

Cristo dice en otro pasaje: Las obras que el Padre me dio a hacer, esas obran dan testimonio en favor m�o de que el Padre me ha enviado (Jn 5:36). Es toda su obra mesi�nica: su actividad, su ense�anza de las cuales los milagros son signos.

En esta misma l�nea mesi�nica est�n estas obras que les promete hacer. Son la obra mayor de la expansi�n mesi�nica, que Jes�s ten�a circunscrita a Palestina y que ellos llevar�n hasta los confines de la tierra (Hech. 1:8). Har�n las obras que El hizo, ense�ar el mensaje y confirmarlo con milagros, y las har�n mayores, por la extensi�n de ese mensaje y milagros por todo el mundo.

Es la interpretaci�n que ya daba San Agust�n: Con la predicaci�n de los disc�pulos creyeron no unos pocos, como eran ellos, sino pueblos enteros. Y �stas son, sin duda, obras mayores. Y esta obra que van a hacer se debe a que �l va al Padre. Es El quien, por ellos, va a realizar y confirmar su obra de expansi�n mesi�nica.

6.     SI USTEDES ME PIDEN ALGO EN MI NOMBRE, YO LO HAR�.

Lo que pidan al Padre en nombre de Cristo, eso lo har� Cristo. Podr�a pensarse que Jes�s lo har�a como un instrumento del Padre. Pero parece acusarse deliberadamente la divinidad del Verbo encarnado al ponerse en una misma l�nea. As� dijo: Yo y el Padre somos una misma cosa � (Jn 10:30) - los jud�os consideran que con ello se hac�a Dios (Jn 10:33).

A esto mismo lleva el que lo que le pidan a �l en su nombre, por �l mismo: Yo lo har�. Se pone en una esfera trascendente, en paralelismo con el Padre. Se acusa en ello la divinidad del Verbo encarnado

7.     �QU� SIGNIFICA PEDIR EN MI NOMBRE?

Puede tener varios sentidos, ya que, conforme al uso semita, nombre est� por la misma persona. As� podr�a significar: alegar al Padre que es su Hijo (Jn 16:23-24); ponerlo por intercesor (Jn 11:12); alegar su poder o autoridad (Hech 3:6-12); pedir unidos vitalmente a �l (Jn 15:5); o como representantes suyos y encargados de continuar su obra (Jn 15:16).

El contexto inmediato se refiere a las obras mayores, que es su obra de enviados de Jes�s a continuarla. Por eso, el sentido preferente aqu� de en mi nombre se refiere a los ap�stoles, que unidos a El � (Jn 14:12; 15:5) -, le piden a El todo lo que necesitan, como continuadores de su obra.

Dijo Jes�s: Y yo har� todo lo que ustedes pidan en mi nombre, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Siempre es Jesucristo continuando su obra, a trav�s de sus ap�stoles, para cumplir su misi�n: glorificar al Padre.

Jes�s nos prometi�: Si ustedes me piden algo en mi nombre, yo lo har�. Esta fue una forma de quedarse con nosotros, y que sinti�ramos su presencia, ya que rezar, es ponerse en contacto �ntimo con Jes�s. Nada se resiste a la fuerza de la oraci�n, pero hay que hacerla como �l nos dijo, en su nombre, es decir en su esp�ritu, en sus m�ritos y sus promesas, y aceptando su voluntad.

Cristo Resucitado, viva en sus corazones

���� Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

PARA LA LECTIO DIVINA

 

�Y T� QU� VES CUANDO CONTEMPLAS LAS OBRAS DE DIOS?

Felipe le dijo: �Se�or, mu�stranos al Padre y eso nos basta�.

Felipe quiere ver al Padre, pero no ha sabido verlo en Jes�s. Ha visto con los ojos la realidad externa, pero no ha visto la realidad escondida con los ojos, mucho m�s penetrantes, de la fe.

�Y t� qu� ves cuando contemplas las obras de Dios?

�Ves s�lo la realidad sensible, el signo, o la acci�n de Dios, la realidad significada?

Es bueno plantearse una pregunta como �sta, porque el secularismo invasor no se preocupa m�s que de la realidad visible, emp�rica, palpable. Aunque est� dispuesto, a continuaci�n, a correr detr�s de �doctas f�bulas� de tipo astrol�gico o m�gico o pseudorreligioso.

El disc�pulo de Jes�s debe caminar entre el positivismo y la superstici�n, aceptando lo real de la realidad y aguzando la mirada de la fe, que nos permite ver la acci�n �o la �gloria�� de Dios en los acontecimientos humanos, a menudo intrincados, siempre misteriosos, nunca absurdos.

El Se�or ha prometido a su Iglesia la posibilidad de hacer obras incluso mayores que las que �l ha hecho: la grandeza ha de ser medida en el orden de los valores proclamados por �l mismo, esto es, con el signo por excelencia que es la cruz. Se trata del signo del martirio, de la entrega, del amor que se da, de consumir nuestra propia vida por el pr�jimo: lo que exige ver y apreciar otro orden de valores distintos a los apreciados por el mundo, un orden de valores que, al final, atrae todos a �l.

ORACION

 

Se�or:

Confieso que me doy cuenta de que soy un buen compa�ero de Felipe, es decir, que soy un poco miope para ver tu acci�n en el mundo.

Hace poco, en pandemia, me lamentaba de la debilidad de tu Iglesia.

Me lamentaba con acentos de nostalgia, del hundimiento de esta �cristiandad�, sin lograr ver lo nuevo que est�s haciendo brotar.

Me lamentaba porque no consegu�a verte all� donde pensaba que no estabas presente y ahora, en cambio s� que siempre estuviste y est�s.

Veo que no s� leer los �signos de los tiempos�.

Es que a veces me dejo llevar hacia el pesimismo y otras hacia el optimismo, es decir, leyendo los acontecimientos humanos o bien mirando exclusivamente las debilidades de los hombres, o bien abandon�ndome a un providencialismo milagrero.

Ens��ame t� el arte del discernimiento.

Conc�deme el don de verte all� donde act�as y el modo en que lo haces.

Purifica mi coraz�n para no sean mis estados de �nimo, sino tu luz la que me gu�e para descubrirte y encontrarte all� donde act�as, para colaborar contigo, pero, sobre todo, para amarte como t� quieres.

Pedro

4 de mayo

Felipe y Santiago, ap�stoles

FUENTES DE LA PAGINA

 

La P�gina de la Misa Diaria, est� preparada y es enviada por Pedro S. A. Donoso Brant ocds, desde Santiago de Chile, como un servicio de apostolado, amor por Nuestro Se�or Jesucristo y por la Iglesia. Les ruego su oraci�n, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio, dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.

Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo �Liturgia Cotidiana� de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia N�car-Colunga, (SBNC) y/o Biblia de Jerusal�n (SBJ),

(3) Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada d�a del a�o, de Giorgio Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M. Magdalena ocd.

 

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