Stanley Moon es un joven cocinero, tímido, y con muy poca autoestima. Está enamorado de la bella Margaret Spencer, su compañera de trabajo, aunque no tiene muchas esperanzas ya que ella más o menos lo ignora. Desesperado, Stanley intenta suicidarse, pero hasta eso le sale mal. Un día, Stanley recibe la visita de George Spiggott, un desconocido que le ofrece la solución a todos sus problemas: le concederá siete deseos pidiéndole tan "solo" que firme un contrato vendiéndole su alma. En un primer momento Stanley lo toma por un loco o un bromista, pero tras probarle de forma convincente que es realmente el diablo en persona, el joven decide vender su alma. Ahora que tiene la mágica ayuda de George, el joven cree que podrá por fin conseguir enamorar a Margaret, pero se olvida de un pequeño detalle, y es que el diablo nunca juega limpio…
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