No no, no se trata de ninguna inocentada. Y Aun encima dura 101mins… Que si, Que si, una moto vampira, y chupa sangre por los radios de las ruedas… Que no estoy de coña joer… En serio, que esta película existe, joder si existe…

Y es que ya hacía tiempo que nos habían contado la leyenda de que en cierto videoclub próximo a nosotros, en una de sus estanterías más recónditas y oscuras (donde se crían las cucarachas más grandes)… esperaba el VHS de esta película esperando por víctimas incautas. Pero claro, todo se quedó en leyenda porque nunca apareció dicho VHS. Pero claro, en estas autopistas de la información hay gente para todos gustos (y tanto).

Pero es que vamos, a quien se le puede ocurrir lo de la moto vampira… que solo enciende de noche, tiene independencia propia y se dedica a matar peña con la rueda, arrancandole la cabeza haciendo un caballito, disparando estacas, mordiendo manos con los cristales rotos del faro, chupando sangre con los radios de las ruedas… para llenar el depósito de sangre.

Y bueno… la escena del zurullo parlante saltarín denota un grado de enfermedad mental máxima… no equiparable al argumento de la moto vampiríca, porque ya es pasarse de la raya. (asegúrese de mirar detenidamente a la foto, ahora imagínese al zurullo hablando):

Los personajes, dignos de mención vamos, empezamos de carajo con el satanista que lleva una bombillita roja en uno de los ojos… después el

inspector de la pantera rosa a lo pobre y terminamos con un sacerdote comando que lanza shurikens…

Y para colmo, todo ello aderezado con un exquisito humor inglés para terminar de cagarla por completo, si es que las tiene todas las mierda película esta, vamos.

Película altamente recomendada para motoristas comatosos… y por favor, se admiten sugerencias sobre la droga que pudo llegar a consumir el creador de esta mierda… porque esa droga hay que probarla, vamos. Por compararla con algo… es un como un sonoro pedo, hace gracia, pero huele a mierda que tira patrás.

Después de momentos como los que se experimentan con películas como esta, uno se plantea si realmente desea seguir formando parte de la sociedad que le rodea.