“Siempre me han gustado los outsiders, creo que es importante romper las reglas de vez en cuando.”
Johnny Depp
.
.
Ese será el día
.
.
Año: 1973.
Director: Claude Whatham.
Reparto: David Essex, Ringo Starr, Rosemary Leach, James Booth, James Ottaway, Robert Lindsay, Rosalind Ayres, Deborah Watling, Billy Fury, Keith Moon.
.
El rebelde es el Free Cinema hecho personaje. A finales de los cincuenta, el cine británico se llenaba de rebeldes decepcionados contra el sistema a uno y otro lado de la pantalla. Los Angry Young Men trasladaban al cine esa hostilidad contra el status quo surgido del teatro independiente y que encaraba desafiante a un cine adocenado y alejado de la bullente realidad del imperio en ruinas. Y como sus representantes en los fotogramas, los muchachos jóvenes, hastiados por una educación represiva y opresiva, de la hipócrita imposición conservadora de la autoridad, del trabajo de las fábricas con el único respiro del weekend etílico,… de la imposibilidad de soñar en medio de la decadencia moral y económica, en definitiva, se alzaban contra sus opresores en pos de un futuro negado.
El Jim McLaine de Ese será el día (David Essex) es heredero de estos rebeldes con causa, y como tal trata de apurar en una supuesta e irrisoria independencia –su abandono de los estudios para trabajar por dos chelines en cochambrosas ferias y bares turísticos- sus ansias de libertad. Como alguno de estos desorientados personajes de la denominada generación del fregadero de la cocina, McLaine ofrece una visión agria y desencantada del perdedor desarraigado, desprovista de resabios románticos –y que, por otro lado, traba un tanto su empatía hacia el espectador-. Porque, bien mirado, McLaine es un capullo que la mayoría de las veces parece dar sus pasos movido por un rencor misógino que le hace convertirse en un indisimulado depredador de féminas.
Es éste uno de los muchos arrebatos psicologistas con los que el guion –el abandono paterno, la condena a ser un bala perdida impresa en los genes, la ausencia de motivación educativa, el clasismo,…- pretenderá adentrarse, con escasa profundidad y abundancia de tópicos, en el turbulento interior del muchacho y su vacío existencial, apenas satisfecho a golpe de polvos y rock.
En realidad, Ese será el día es una película que nace de la música pop, se desarrolla entre música pop y muere entre música pop –para renacer luego en una secuela, El ídolo, donde se recoja por fin el sueño como cantante del protagonista, siempre latente aunque nunca materializado en la presente-. El argumento del filme se inspira en el tema 1941 de Harry Nilsson y toma su título de otro de Buddy Holly, That’ll Be the Day, mientras que su reparto cuenta con personalidades de la escena musical británica de la época –Billy Fury y Keith Moon de The Who y, sobre todo, el ‘beatle’ Ringo Starr como destacado secundario-, interpretando papeles inspirados en los primeros años de bandas liverpoolianas como The Quarrymen o Rory Storm & The Hurricanes. Es también parte de una estrategia comercial muy habitual en esos años, empleada asimismo por los propios artistas para explorar nuevos territorios de prestigio y popularidad. La banda sonora se une a esta tendencia con miras a la taquilla sumando una lista de reproducción llena de éxitos y tirón juvenil.
Quizás sea este aspecto mitómano lo más destacable de una cinta un tanto dañada por el efecto de los años y en la que en su día se llegó a comparar, por su contenido de nostalgia intermediado por la música, con la estadounidense American Graffiti.
Nota IMDB: 6,7.
Nota FilmAffinity: -.
Note del blog: 6.
elcriticoabulico 
Deja una respuesta