4 meses, 3 semanas & 2 días, segundo largometraje de Cristian Mungiu, quien ya había estado en Cannes 2002 con su ópera prima Occidente, presentada en la Quincena de Realizadores, está ambientada durante un día de 1987, cuando la dictadura de Nicolae Ceausescu ya entraba en su etapa final de crisis rumbo al colapso de la era comunista.

Se trata de un melodrama brutal y despiadado que narra la odisea de Gabita (Laura Vasiliu), una joven estudiante que debe enfrentar un aborto clandestino, y de Otilia (excepcional trabajo de Anamaria Marinca), la compañera de habitación que la asiste en sus desventuras.

Tan impactante y rigurosa como otras recientes muestras del muy de moda nuevo cine rumano, como La noche del Sr. Lazarescu y Bucarest 12:08 , 4 meses, 3 semanas y 2 días está construida íntegramente con largos planos-secuencia y cámara en mano para mostrar la urgencia, la sordidez, la precariedad y las miserias de un contexto inhumano, corrupto y opresivo.

El control social, el mercado negro, los personajes sádicos y oportunistas, el machismo, las diferencias sociales y, sobre todo, el miedo individual y colectivo conforman un retrato sobrecogedor, una metáfora perfecta sobre una época y una forma de vida.

Si bien la película resulta muy perturbadora (incluye una larga y bastante explícita secuencia dedicada a mostrar el aborto que termina con un primer plano del feto muerto), también ofrece unas cuantas viñetas de humor negro, precisas observaciones sobre la realidad cotidiana y una profunda reivindicación de la amistad y la solidaridad entre las dos heroínas, víctimas indefensas de una era marcada por la represión y el terror. Con algunos elementos en común con la exitosa producción alemana La vida de los otros y una puesta en escena que por momentos remite a Secretos y mentiras, de Mike Leigh, 4 meses, 3 semanas y 2 días resultó un gran hallazgo de la competencia oficial de Cannes.