Andrea Mantegna

(Isla de Carturo, actual Italia, 1431 - Mantua, id., 1506) Pintor italiano. El pintor Francesco Squarcione lo tom� a su cargo en calidad de hijo adoptivo y lo introdujo en el arte de la pintura. Pero cuando contaba diecisiete a�os, Mantegna, que no quer�a seguir trabajando para su mentor, le oblig� por v�a legal a concederle la independencia.

El joven pintor ya ten�a entonces una personalidad claramente definida, como lo demuestran algunas de sus primeras obras, entre ellas el Retablo de San Zeno (Verona) y la Oraci�n en el huerto. En el Retablo de San Zeno, los tres elementos pl�sticos fundamentales (dibujo, luz y color) est�n perfectamente definidos, como es habitual en toda la obra de Mantegna; adem�s, los colores son vivos e intensos, destinados a precisar con fuerza el volumen de las figuras, aspecto este último que revela la influencia de Donatello y de la antigua escultura romana.

Detalle del Martirio de San Sebastián (c. 1480), de Andrea Mantegna

A�n m�s famosa es la Oraci�n en el huerto, sobre todo por el escorzo de la figura situada en primer t�rmino (Mantegna ha pasado a la historia del arte, en gran parte, por sus magistrales escorzos), y tambi�n por el magn�fico empleo de la perspectiva, insuperable en aquella �poca. Otra de las caracter�sticas de su estilo, como la ubicaci�n de las escenas en el marco de arquitecturas antiguas, alcanza un elevado nivel de perfecci�n en el San Sebasti�n del Louvre.

En 1480 fue nombrado pintor de la corte de los Gonzaga y se estableci� en Mantua, de donde s�lo saldr�a para pasar un breve per�odo en Toscana y otro algo m�s largo en Roma. Su mejor obra de esta �poca, y la que le ha dado mayor celebridad, es la decoraci�n al fresco de la C�mara de los Esposos del palacio ducal; en ella pint� retratos contempor�neos y bustos hist�ricos, pero lo m�s meritorio son las arquitecturas ilusionistas, en particular en el techo, que ampl�an visualmente el espacio disponible.

Con ello, Mantegna recuper� una costumbre de la Antig�edad y la leg� a la posteridad, ya que este recurso decorativo fue despu�s muy imitado. Para los Gonzaga pintó también Los triunfos del César, una serie de nueve lienzos que representa el desfile de Julio César tras la victoria en la Guerra de las Galias; la serie rivaliza en perfección con los tapices de Rafael Sanzio. Realizó muchos otros cuadros de distintos géneros, que le dieron una fama y proyección extraordinarias; su obra ejerció una considerable influencia en el norte italiano y también en Alemania, especialmente en Alberto Durero.

C�mo citar este art�culo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].