“El infierno son los otros” dijo una vez el célebre filósofo existencialista y misántropo, Jean-Paul Sartre.
Muchas veces hemos oído frases como “Mientras más conozco a la gente, más quiero a mi perro” , pero te has detenido alguna vez a pensar ¿Por qué algunas personas dicen esto?.
De hecho, en los últimos años, ha habido un crecimiento exponencial de movimientos con causas nobles que defienden al medioambiente y a los animales en la sociedad.
Sin embargo, también entre estos se mezclan movimientos peligrosos que describen a la humanidad como el “cáncer” del mundo, lo que invita a uno a pensar si no se trata de mera misantropía.
Te invitamos a conocer un poco más sobre este tema, en el siguiente artículo.
¿Qué es un misántropo?
La misantropía es el odio, aversión, desconfianza o desprecio hacia la especie humana, el comportamiento humano o la naturaleza humana.
De manera que un misántropo es alguien que siente aversión y desconfianza hacia las personas y puede ser que a pesar de que se va abriendo con algunas personas y forma relaciones, aún así no esté del todo cómodo con la gente en general.
Misántropo viene del griego misos: odio y anthropos: hombre. Sin embargo, no debe confundirse con la sociopatía.
Por lo tanto, podemos decir que un misántropo es una persona a la que le disgusta o desconfía de la humanidad como regla general.
Características de un misántropo
Si bien los misántropos expresan un disgusto por la humanidad en general, suelen tener relaciones normales con otras personas, por eso no debe confundirse con una psicopatía como la sociopatía.
La misantropía puede estar motivada por el aislamiento o la alienación social, experiencias negativas o simplemente por desprecio por las características predominantes de la humanidad.
La misantropía es comúnmente malinterpretada como un odio generalizado e individualizado hacia los humanos, y por eso, muchos lo asocian con la psicopatía.
Los misántropos pueden mantener relaciones normales e íntimas con otras personas, pero a menudo serán muy pocas.
Por lo general, suelen ser muy selectivos con quienes eligen asociarse dado que sienten un desprecio absoluto hacia las debilidades humanas comunes en los demás y, a veces, en ellos mismos.
En este sentido, existen varias características que comparten los misántropos que analizaremos a continuación.
Se siente superior al resto
A menudo, los misántropos piensan que son mejores que la mayoría de las personas que los rodean.
Se consideran a sí mismos más inteligentes y hasta más sensibles que otras personas. Tienden a pensar que son moralmente superiores a las demás personas y que el mundo sería un lugar mejor si hubiese más gente como ellos.
Disfruta la soledad
Los misántropos son introvertidos por naturaleza. Si bien es cierto que no todas las personas que prefieren pasar el tiempo solas y son introvertidas son misántropos, esta es una de las señales a tener en cuenta.
Si prefieres quedarte en casa y leer un libro o hacer otra cosa solo, antes que ir a una fiesta o participar en cualquier otra actividad social, tal vez seas un misántropo.
Menosprecia las normas
Como los misántropos no toleran a otras personas, tampoco toleran las reglas y las normas creadas e impuestas por otras personas. Los misántropos tienen un fuerte sentido de libertad sobre sí mismos.
Es difícil para un misántropo aceptar las órdenes de un jefe, un progenitor, un par o incluso el gobierno de turno. Si bien los misántropos menosprecian y detestan las normas, no suelen romperlas.
Es manipulador
Un estudio publicado en American Psychological Association, asoció la misantropía con el comportamiento maquiavélico que plantea el dilema ético de que “el fin justifica al medio”.
Por otro lado, un estudio publicado en Frontiers in Psychology analizó la dimensionalidad del constructo del maquiavelismo, basada en el cinismo y la misantropía y concretó que ambos están relacionados.
Tiene su propio sistema de creencias y valores
Los misántropos tienen sus propias ideas sobre el mundo, ya que tienen su propio sistema de creencias y valores.
Esto, en gran parte, se debe a que ellos creen que son moralmente superiores a los demás y por eso se rigen por sus propias reglas, basadas en cómo ellos ven al mundo.
Disfruta generando dolor en otros
No es pura casualidad que las personas misántropas disfruten las películas de terror. A los misántropos les gusta la violencia dado que desde la perspectiva “moral” de estas personas no hay razones para no hacerlo.
Es indolente ante las desgracias ajenas
Los misántropos son antipáticos, lo que significa que sienten una aversión instintiva hacia otras personas.
Esto se traduce en dos cosas, por un lado no tienen deseo de congeniar con otros humanos o siquiera conocerlos o relacionarse. Y por el otro lado, también tienen dificultad para desenvolverse en el ámbito social.
Esto hace que los misántropos eviten fiestas y lugares repletos de personas como un mall, o clases llenas de personas.
Expresa sus emociones en solitario
Como hemos mencionado previamente, los misántropos son introvertidos por naturaleza.
Algo que cabe destacar sobre las personas introvertidas,en general, es que existe una buena razón por la que los introvertidos se sienten abrumados cuando están rodeados de personas, y tiene que ver con un neurotransmisor llamado dopamina.
La dopamina nos permite notar las recompensas, dándonos energía para avanzar hacia ellas.
Sin embargo, socializar gasta energía y es agotador, especialmente, para los extrovertidos que tienen un sistema de recompensa de dopamina más activo, según DeYoung en sus estudios sobre la respuesta dopamínica en introvertidos.
Esto explica no solo por qué los introvertidos prefieren pasar el tiempo a solas, sino que especialmente, prefieren expresar sus emociones a solas.
Menosprecia la política
Podríamos decir que el término “humanidad” excede a los individuos, pues abarca la idea de algo que se extiende en el tiempo, de un legado y de la historia.
Por eso, en el ámbito político, el misántropo expresa en rechazo genérico, dado que carece de dos aspectos fundamentales para él mismo: La noción de sí mismo (el individualismo) y la noción de las reglas impuestas por un estado o jefe de turno que pueden no alinearse con sus intereses personales.
Detesta el drama y la incompetencia
Una de las razones más comunes por las que los misántropos evitan a otras personas es porque detestan el drama o verse involucrados en conflictos ajenos que para ellos no son más que una pérdida de tiempo.
Los misántropos son bastante maquiavélicos por naturaleza, y como tales, entienden que la mayoría de problemas podrían evitarse fácilmente, por lo que evitan involucrarse en ellos, especialmente en cotilleos y rumores.
No le gustan las reuniones sociales
Por las mismas razones por las que evitan el drama, también evitan las reuniones sociales.
Especialmente si son reuniones con muchos invitados, como fiestas, una salida a un bar o una discoteca o mall. Ellos no distinguen entre un bar y un mal, sino de todos los habitantes en su conjunto.
Siente apego por los animales
¿Recuerdas el famoso dicho “Mientras más conozco a los hombres, más quiero a mi perro”? Esta famosa frase no es de nadie más ni nadie menos que del famoso poeta y escritor británico, Lord Byron, de quien muchos eruditos sospechan que pudo haber sido un misántropo.
Le agrada la violencia real o imaginaria
Los misántropos no sobresalen por su amor por las películas románticas y los finales felices… ellos disfrutan de la violencia tanto real como imaginaria.
Desde practicar deportes violentos como el Muay Thai tailandés, hasta jugar videojuegos sangrientos y violentos e imaginar situaciones violentas.
La investigación reciente del doctor Nathan DeWall, profesor en el Departamento de Psicología de la Universidad de Kentucky, se ha centrado en la psicología de la violencia.
Convencionalmente, se entiende que la violencia suele estar impulsada por emociones negativas, como la ira o el miedo. Por ejemplo, una persona puede volverse agresiva porque se enfureció con otra persona o por temor a ser lastimada.
Sin embargo, se ha descubierto que las emociones positivas en realidad también juegan un papel muy importante en el comportamiento agresivo.
En este sentido, se concluyó que la agresión también puede sentirse bien y puede ser asociada con algo llamado “recompensa hedónica”, una fuerza motivadora potente.
En otras palabras, el comportamiento agresivo puede reforzarse tanto con sentimientos negativos como la ira y el miedo como con sentimientos positivos de poder y dominio.
Causas de la misantropía
Existen muchas causas por las que una persona se puede volver misántropa. Es importante destacar, que esto no es una condición neuronal, ni una enfermedad ni una condición psicológica. Más bien, la literatura científica sugiere que es una decisión de vida.
Sin embargo, existen pocos estudios que muestran correlaciones entre la misantropía y la psicopatía o la sociopatía.De hecho, son pocos y pequeños, por lo que aún falta investigación para saberlo con certeza.
De igual manera, se saben algunas de las razones por las que existen los misántropos, y a continuación, te contamos algunas de ellas.
Abusos y maltratos
Si bien no existe una causa que explique, aún, por qué una persona puede adoptar ideas misántropas, las causas que pueden llevar a cada persona a desarrollar esta posición difieren bastante entre sí.
Algunos misántropos fueron abusados o maltratados de jóvenes o en la primera etapa de la infancia, cuando una persona forma gran parte de su personalidad y su visión del mundo. Esto explica por qué pueden desarrollar un odio y desconfianza hacia los demás.
Aunque suene irracional, desde un punto de vista psicológico, esto se debe a un puro mecanismo de supervivencia. Por ejemplo, Adolf Hitler, el dictador de la Alemania nazi, fue un reconocido misántropo que sufrió múltiples abusos de pequeño y era un niño maltratado.
Sensibilidad extrema
Algunos misántropos que fueron abusados o marginados de pequeños o sufrieron bullying, aprenden a odiar a los demás, nuevamente, como un método de protección subconsciente.
Esto los vuelve extremadamente sensibles, e interpretan cada acción como si fuese en su contra, ellos sienten pena por sí mismos. Por lo que es normal que muchos de ellos estén siempre a la defensiva.
Cansancio de lidiar con los demás
Otra causa muy común es que la persona se haya cansado de lidiar con otras personas. Esto se debe a que, muchas veces, estas personas son abusadas y utilizadas para obtener favores a cambio.
Esto puede hacer que la persona genere una aversión hacia los demás pensando que solo le quieren para obtener algo a cambio.
Esto explica por qué ocurre muy a menudo entre personas muy inteligentes y capaces, adineradas o famosas, racionales o talentosas y con tendencias introvertidas.
Fuertes convicciones políticas o religiosas
Las personas con convicciones muy fuertes en doctrinas políticas o religiosas también pueden llegar a desarrollar desprecio por quienes no comparten sus opiniones sobre el mundo.
Esto explica por qué existen sectas peligrosas o asociaciones terroristas de religiosos extremistas que atentan contra las vidas de cientos de personas y generan asesinatos masivos.
Idealismo extremo
Especialmente en el ámbito de la política y la religión, es común que hayan personas misántropas en dichos movimientos extremistas.
Esto explica por qué líderes de la extrema derecha como Hitler, y de la extrema izquierda como Stalin o Lenin han odiado tanto a la humanidad hasta el punto de causar millones de muertes.
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