‘La herencia recibida’, de Xandru Fernández: la nueva izquierda y sus votantes sacrificiales | Babelia | EL PAÍS
_
_
_
_
_
crítica literaria
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

‘La herencia recibida’, de Xandru Fernández: la nueva izquierda y sus votantes sacrificiales

El libro del escritor asturiano, parte de la serie Episodios Nacionales de la editorial Lengua de Trapo, sostiene su trama en un equilibrio inestable entre lo aleccionador y lo inverosímil, pero acierta en el punto de vista de sus protagonistas

Xandru Fernández
Retrato del autor Xandru Fernández.EDITORIAL LENGUA DE TRAPO

Dentro de la serie de nuevos Episodios Nacionales de la editorial Lengua de Trapo, La herencia recibida es una rareza y un logro. La serie viene proponiendo retratos de la España reciente que desmonten lo que ha venido a llamarse cultura de la Transición o Régimen del 78, relatos de un país moderno y conciliador con un admirable estado de bienestar que, a estas alturas, buena parte de la ciudadanía empobrecida ha dejado de creerse. A la vez, las novelas de Elizabeth Duval, Alberto Santamaría o Natalia Carrero, por citar a tres autores de esta colección, exploran las posibilidades de la novela política alejándola de una previsible estética realista.

Pero La herencia recibida, del asturiano Xandru Fernández (Turón, 1970), sí reivindica este posible realismo. Su método es conocido, contar la Historia mayúscula a través de las vidas de quienes la sufren y encarnan anónimamente. Y también es una rara avis entre el resto de novelas del ciclo por el objetivo de sus dardos: ni el fascismo ni la especulación inmobiliaria ni la destrucción del ecosistema, sino las paradojas de la “nueva política” de izquierdas.

Año 2014 en una ciudad asturiana. Alicia acaba de ser desahuciada. Tiene algo más de 40 años y su exmarido, “el Innombrable”, se presenta como candidato a la alcaldía por un partido que viene, ya lo sabemos, a terminar con el bipartidismo. Un evidente trasunto del Podemos inaugural. Por su parte, Venus, Venustiano, el cuidador-secuestrador de Alicia por azares de la trama que no voy a desvelar, es enfermero y una especie de expunk en letargo postadolescente. Hay más personajes: Sara, joven periodista con una interesante ambivalencia moral. Y el Innombrable, y Angelón, y dos manteros africanos compasivos, y un policía nazi. Y otra figura, central pero ausente: el autor de un imaginario libro de culto que funciona como anclaje recurrente de la narración.

Sinceramente, no es la trama el punto fuerte de La herencia recibida. Se sostiene en un equilibrio inestable entre lo aleccionador y lo inverosímil, quizá porque quiere ser un fresco de época que integre todo (añadamos la abdicación de un rey). Y aunque son numerosos los destellos de inteligencia expresiva que cortan el devenir de los personajes como una revelación analítica (“cuanto más necesitaba odiar a su exmarido, más fascinante lo encontraba”; “a pesar de ese desorden que comparten todas las vidas provisionales, la de Venus es una existencia asentada en la repetición obsesiva de ceremonias privadas”), también la prosa de Fernández se enreda a menudo en frases hechas: “Decepción infinita”, “mudo reproche”...

No obstante, nada de esto le resta fuerza a La herencia recibida. La brillantez está en el mismo punto de vista de sus protagonistas: Alicia, Venus y Angelón son las perfectas encarnaciones de esas “vidas provisionales” que sirven a la nueva izquierda (de siempre) y son sus primeras víctimas. Extrañamente honestos y habladores, son el sustrato de los primeros currantes y entusiastas, algo lumpen y desorganizados, anarquistas pacíficos y radicales con poca táctica y demasiada compasión. Con el pueblo que sustenta a arribistas como el Innombrable.

Y Fernández es especialmente ingenioso en sus retratos políticos por gestos pequeños. Por ejemplo, el ascenso del Innombrable, que combina el culto al carisma personal y el mito liberal del ciudadano anónimo (el antropólogo Manuel Delgado lo llamaría “mística ciudadana”). Durante un mitin, el Innombrable mira su teléfono móvil. Se queda ausente. El público espera. “Ese gesto se ha vuelto tan usual, tan propio del personaje, sea este o la mayoría de los que se le parecen, que tan solo algunos de los presentes parecen considerarlo digno de reconvención”. He dicho público, pero es más bien un atrezo, “la misma cofradía de abuelos zombis […] aunque sí que había bastante gente joven entre los organizadores”. Como si el único componente de realidad del nuevo partido, más allá del discurso mediático, fueran sus votantes sacrificiales.

Portada de 'La herencia recibida', de Xandru Fernández.

La herencia recibida

Xandru Fernández
Lengua de Trapo, 2024
208 páginas, 17,90 euros

Puedes seguir a Babelia en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_
Tu comentario se publicará con nombre y apellido
Normas
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_