@LuisVenturaSoy
La última vez que hablé con Diego Armando Maradona, él me dijo personalmente que se quería ir con su mamá, Doña Tota, y con su papá, Don Diego "Chitoro", quienes ya habían fallecido. El ex capitán de la Selección Argentina de Fútbol también repitió varias veces que no creía que fuera a vivir mucho más, y que cuando partiese, quería que su tumba estuviera junto a la de sus padres.
Hoy, son muy pocos los que saben con precisión dónde están los restos mortales del Campeón del Mundo. Es bien posible que los familiares de sangre más cercanos formen parte de una lista que yace en la recepción del Jardín de Paz de Bella Vista, que les permitiría acercar las flores, las velas y sus ofrendas al espacio que fuera las tumbas de los tres pero en el que no quedó lápida alguna. Tampoco cuenta con custodia policial y mucho menos con cámara de seguridad, ya que la que está cerca apuntaba a un rectángulo de terreno en donde sólo se puede observar pasto fresco; no pisoteado.
Queda claro que las visitas a los restos de Maradona y sus progenitores están negadas salvo para contadas excepciones. Pero al mismo tiempo, en un comunicado firmado por los cinco herederos del apellido, se informó que el año que viene, cuando se finalice la construcción del mausoleo, será destinado allí casi todo el cuerpo de Diego; porque su enorme corazón se encuentra en la morgue policial de La Plata, muy cerca del estadio de Gimnasia y Esgrima equipo del que supo ser entrenador.
Ahí se podría saber a ciencia cierta dónde yacerán los restos de Maradona, a espaldas de la presidencial Casa Rosada, en el recoleto barrio de Puerto Madero donde, según informó la familia, ir a rendirle tributo será posible de manera totalmente gratuita.
Frente a las innumerables denuncias presentadas por los descendientes de Maradona, se hace muy difícil que ante las pesadas fojas judiciales que piden y exigen permanentemente más datos y más información, este emprendimiento familiar pueda llevarse a cabo con cierta rapidez, teniendo en cuenta que el cadáver de Diego suele ser requerido por determinaciones de la Justicia Penal y el juicio a sus médicos ni siquiera comenzó.
Cuesta pensar que un jugador que despertó ovaciones gloriosas en la cancha de Boca, que encendió su copiosa magia en la cancha de Argentinos Juniors, que llenó de títulos y copas las vitrinas de la AFA termine en un espacio que casi no recibió visitas. Más allá de su rebeldía contra el poder gubernamental de turno, la gran mayoría de políticos desfilarán seguramente llevando sus ofrendas careteadas al nuevo mausoleo maradoniano. Te lo digo yo.