Las 10 mejores cosas que hacer en Sussex Occidental

La playa de West Wittering es un amplio tramo de costa de arena fina y blanca que baja suavemente hasta unas aguas de color azul cobalto. Situada frente al puerto de Chichester, la zona que la rodea son marjales y prados naturales en los que es posible ver patos, limícolas, charranes e incluso barnaclas carinegras, estas últimas en invierno, durante su parada habitual en la zona antes de seguir su viaje de vuelta hacia Siberia. Si prestas atención, comprobarás que el puerto no solo lo visitan las aves, sino también las focas de Solent.

La amplitud de la playa de West Wittering la convierte en un lugar muy popular para practicar deportes como el windsurf y el kitesurf, aunque también es posible disfrutar de actividades más tranquilas en sus aguas cristalinas, como practicar esnórquel o darse un simple chapuzón. Y es que este rincón es también perfecto para pasar un tranquilo día en el agua, paseando por los senderos que rodean East Head o construyendo castillos de arena.

Wakehurst presenta toda la grandeza y la elegancia de los Kew Gardens londinenses, pero en unos terrenos de más de 200 hectáreas. La vegetación aquí es muy variada, desde los lirios de jengibre del llamado Claro del Himalaya hasta los árboles del té y los eucaliptos del Jardín del Hemisferio Sur. El Bosque de Belén es otra zona por la que merece la pena pasear para contemplar su alfombra de campánulas, la sección de los Humedales, repleta de aves y libélulas, o la reserva natural de Loder Valley, con mariposas y tejones.

A los niños les encantará el Jardín Patrimonial Infantil, donde podrán recolectar verduras de madera del huerto o plantar sus semillas en macetas que después podrán llevarse a casa. Estos terrenos no son meramente decorativos: aquí se realizan importantes trabajos de investigación y protección en el marco del Millennium Seed Bank, el mayor programa de conservación de semillas del mundo.

Los mosaicos bellamente conservados de la reconstruida villa de Bignor la convierten en uno de los yacimientos romanos más espectaculares del Reino Unido. Durante la visita, podrás acercarte lo suficiente como para tocarlos, y comprobarás que el dibujo más hermoso representa a Ganímedes atrapado por las garras de un águila. Otros bonitos conjuntos incluyen una secuencia de dos gladiadores en plena lucha y una figura de la sacerdotisa Medusa rodeada de una retorcida maraña de serpientes.

El museo del recinto cuenta con una fascinante selección de objetos que se descubrieron durante las excavaciones y entre los que destacan una armadura y un pesado anillo de oro que, probablemente, pertenecieron al rico propietario de la villa. Quizá quieras aprovechar para disfrutar de un delicioso té con leche en el salón de las instalaciones, con vistas a los South Downs.

El Weald & Downland Living Museum reproduce varias aldeas de West Sussex en distintos siglos. El museo se extiende sobre una superficie de casi 17 hectáreas en el parque nacional de South Downs, y conserva de manera exquisita docenas de casas y talleres originales que datan del siglo XIV. Durante la visita podrás ver un molino de agua del siglo XVII moliendo el grano o a los herreros en sus labores, y también echar un vistazo a los artículos de la tienda medieval.

Las exposiciones cuentan, incluso, con una cocina Tudor en la que es posible probar platos del siglo XVI, como el estofado de ternera con ciruelas. A los niños les encantarán ver a los caballos, los gansos y los rostros lanudos de las ovejas Southdown, así como la pareja de peculiares cerditos Saddleback. Además, podréis disfrutar de un paseo por los prados de flores silvestres del entorno y examinar plantaciones cultivadas con técnicas medievales.

El parque nacional de South Downs se encuentra atravesado por uno de sus senderos más antiguos, el South Downs Way, el cual se utiliza desde el Neolítico. Este trayecto de 160 kilómetros de longitud es perfecto para recorrerlo a pie o en bici, y pasa junto a bonitas aldeas, fortalezas de la Edad de Hierro, restos romanos y prados de flores silvestres repletos de orquídeas y mariposas. Las posibilidades aquí son muy variadas e incluyen un safari en barco por las aguas del río Arun para ver nadar a las nutrias u observar a las aves de los humedales.

Si te gusta el vino, los viñedos de la zona producen espumosos excelentes gracias a la calidad calcárea de los terrenos, muy similares a los de la región de Champagne, así que no te marches sin visitar alguna bodega. El parque también es una reserva de cielo oscuro, lo que quiere decir que, en las noches despejadas, es posible contemplar con nitidez la belleza de la Vía Láctea.

El muelle de Worthing, cuyo origen se remonta al siglo XIX, se caracteriza por un refinado diseño victoriano y por sus excelentes vistas al canal de la Mancha. Un paseo por sus tablones de madera te permitirá contemplar una estampa infinita de la costa y los bellos acantilados de piedra caliza. Si te apetece mimar el paladar, en uno de los extremos encontrarás un elegante pabellón de estilo art déco en el que se sirven helados y té con pasteles. En el extremo opuesto, el Teatro del Pabellón acoge ferias, mercados de artesanía y actuaciones, estas últimas por la noche.

¿Te gusta la pesca? Pues podrás practicarla tanto en el desembarcadero como en otras zonas del paseo, y capturar ejemplares de lubina, caballa o pescadilla. Para disfrutar de más acción, puedes acudir a los recreativos del recinto, donde encontrarás máquinas tragaperras o pinball de estilo retro.

En los terrenos de Nymans podrás visitar un coqueto jardín inglés repleto de rosas que constituye un auténtico refugio de paz y tranquilidad. Entre las distintas zonas destacan la misteriosa jungla de bambú, los aromáticos rosales y el jardín vertical, con plantas de lugares remotos como China, Chile y Tasmania. El recinto acoge también un parque infantil con barras de equilibrio, una casita redonda, numerosas esculturas de poda ornamental y un campo de cróquet.

La casa principal de la finca quedó destruida durante un devastador incendio en el año 1947, convirtiendo la construcción en unas espectaculares ruinas góticas que componen un fascinante telón de fondo para los jardines. Una pequeña sección de la vivienda se restauró y ahora expone parte de los bellos muebles y los libros de la mansión original. Por último, el bosque de los terrenos ofrece un coqueto lago y numerosas oportunidades para ver la vida salvaje desde sus puntos de observación de aves.

El palacio de Fishbourne es la vivienda romana más grande de Gran Bretaña, una lujosa residencia que se construyó en torno al año 75 d. C. y que es célebre por los arrebatadores mosaicos que adornan el suelo, entre los que destaca uno que representa a Cupido a lomos de un delfín y rodeado de caballitos de mar. También podrás contemplar el hipocausto original, o sistema de calefacción subterráneo de la villa, así como los cimientos de los opulentos baños.

Por su parte, los jardines originales se han recreado con exquisita atención al detalle, e incluyen las verduras y las hierbas que se utilizaban con fines culinarios o médicos. El museo expone algunos de los hallazgos más importantes del yacimiento, como piezas de joyería, artículos personales y un busto de mármol del emperador Nerón cuando era niño. No te marches sin visitar la cafetería de las instalaciones, con una tentadora selección de tartas.

La catedral de Chichester es un majestuoso punto de referencia que data del siglo XI y la joya de la corona de esta histórica ciudad comercial. En su interior podrás ver hermosas tallas del siglo XII de escenas religiosas, así como un ornamentado bastidor del siglo XV. De su amplia selección de tesoros destacan también una sección de mosaicos romanos, el campanario medieval independiente y una moderna vidriera policromada obra del artista Marc Chagall.

Aquí descansan los restos de celebridades como el compositor Gustav Holst y varias generaciones de los duques de Richmond. No pierdas la oportunidad de pasear por el jardín del palacio obispal, ya que cuenta con coquetos senderos entre parterres de plantas autóctonas. Por su parte, la cafetería del claustro, Cloisters Cafe, ofrece suculentos pasteles caseros, mientras que la tienda de regalos cuenta con una selección de libros, recuerdos y piezas de joyería exclusivas de los diseñadores locales.

Esta garganta, que se formó durante la última Edad de Hielo, ofrece paisajes magníficos de los South Downs y el Weald. Según cuenta la leyenda, el diablo excavó este valle en un intento de ahogar a los devotos feligreses de la región. Algunos de los caminos tienen más de 2000 años de antigüedad y aún es posible ver en lo alto de la colina las murallas del fuerte de la Edad de Hierro.

Junto con los muchos senderos antiguos para explorar, también encontrarás rutas para bicicleta de distintos niveles de dificultad. Durante tus paseos podrás disfrutar en todo momento del paisaje de las colinas de piedra caliza tapizadas de flores silvestres de colores, las cuales atraen a numerosas especies de mariposas. Te recomendamos hacer una parada en el Devil's Dyke Pub para reponer fuerzas con un menú británico clásico y contemplar las vistas del entorno desde la terraza.