En 1907 se desarrolló, en Estados Unidos, una crisis económica y financiera que fue conocida como el pánico bancario de 1907. La crisis tuvo una corta duración, pero sus consecuencias fueron importantes para el futuro de los mercados financieros del mundo. Solo mencionemos que en esta crisis de 1907 están las bases del futuro crack bursátil de 1929. Sin embargo, una de las consecuencias más importantes del pánico bancario de 1907 fue el nacimiento de la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos. Club de Capitales aborda, en esta oportunidad, un episodio poco comentado en el mundo financiero, pero de grandes repercusiones.

Los antecedentes al pánico bancario de 1907

El sistema financiero y bancario de los Estados Unidos entró en crisis al promediar el año 1907. Aunque, hasta hoy se discute el verdadero detonante de esta crisis de corta duración, la realidad es que la Bolsa de New York cayó un 51% con relación al mismo período del año anterior. La crisis consistió en la caída de varios bancos, sociedades fiduciarias y empresas de corretaje, a partir de un retiro masivo de fondos de las entidades.

Es importante recordar que en aquel período el sistema financiero de Estados Unidos carecía de un banco central que pudiera ejercer una función de salvataje y garantizar liquidez al sistema.

La crisis fue de corta duración, pero sus efectos muy profundos. En los anales del mundo financiero se popularizó como el Pánico Bancario de 1907.

El período encontró a EE. UU. Sumido en una profunda recesión y un fuerte crecimiento de las inversiones especulativas y muy apalancadas.

Por aquellos años, el secretario del Tesoro, Leslie Shaw impulsó la compra masiva de bonos del gobierno. Esto, sumado a la eliminación a los bancos de los requisitos de reservas, provocó una fuerte oferta de dinero y créditos blandos. Era lo que el gobierno pretendía para impulsar el consumo y la producción. Aunque los resultados fueron opuestos a los deseados.

La oferta de dinero tuvo dos consecuencias que abonaron el pánico bancario de 1907. Se desarrolló una intensa especulación bursátil y la inflación fue más allá de lo previsto.

En aquellos años, los fideicomisos financieros, con fuerte presencia en la ciudad de New York, tuvieron un papel importante en la crisis de 1907. Estas empresas, gozaban de la autorización del estado para operar. Con muchas menos exigencias que los bancos, estas empresas fiduciarias competían y otorgaban préstamos al mismo tiempo que contaban con menos respaldo que los bancos.

La especulación del cobre en la crisis

Las empresas fiduciarias apenas alcanzaban un 5% de reservas de respaldo en efectivo sobre sus depósitos. Esto contrastaba con los bancos nacionales, cuyas reservas para responder ante un retiro masivo de depósitos era del 25%.

Así estaban las cosas cuando un movimiento especulativo iba a detonar el pánico bancario de 1907. Los hermanos Fritz y Otto Heinze, junto al banquero Charles Morse decidieron llevar adelante una maniobra de especulación sobre el precio del cobre.

Otto Heinze consideraba que muchas acciones de la United Copper Company se encontraban a préstamos por parte de los inversores para una posterior venta en corto. Entonces decidieron acaparar la mayor cantidad de acciones, realizando compras masivas. Esto, elevaría el precio de la acción y los especuladores en corto se verían obligados a vender a los Heinze sus acciones. Pero, a un precio establecido por estos últimos.

Con la colaboración de empresas fiduciarias y bancos, Otto Heinze comenzó a comprar acciones de United Copper. Sin saberlo, el pánico bancario de 1907 estaba en marcha.

Las acciones subieron en pocas horas de $ 32 a $ 52. Fue entonces que Otto Heinze convocó a los especuladores en corto para que devolvieran las acciones. Esto presionó aún más sobre el precio que llegó a los $ 60.

Sin embargo, los especuladores en corto encontraron a muchos otros poseedores de acciones de la United Copper. Algo que Otto Heinze no tuvo en cuenta. Los vendedores en corto realizaron operaciones por fuera de la Bolsa de New York, el precio de las acciones cayó a $ 10.

Otto Heinze no tuvo respaldo para hacer frente al dinero que había solicitado. Como consecuencia, la empresa de corretaje Gross & Kleeberg fue a la quiebra. El 17 de octubre, la NYSE suspendió los privilegios para operar de Otto Heinze.

La imposibilidad de los Heinze de responder a sus compromisos provocó temor entre los depositantes en bancos y compañías fiduciarias. Comenzó una imparable corrida para retirar fondos de las instituciones financieras- muchas de ellos, no pudieron responder a la solicitud de sus clientes. El pánico bancario de 1907 estaba en pleno desarrollo.

En solo cuestión de días, lo que parecía ser una crisis financiera circunscripta a la ciudad de New York, se extendió a muchos bancos de todo el país.

¿Cómo se contuvo el pánico bancario de 1907?

La confianza en el sistema financiero estaba socavada. Importantes empresas fiduciarias sucumbieron ante la falta de respaldo al retiro masivo de fondos. Había que evitar que el pánico bancario de 1907 derrumbara el conjunto del sistema bancario de Estados Unidos.

JPMorgan y David Rockefeller tomaron la iniciativa. Había que proporcionar, de manera inmediata, liquidez al sistema. Entregaron decenas de millones de dólares en préstamos y depósitos a los bancos más comprometidos.

Por otro lado, presionaron a los principales bancos de New York que aún contaban con respaldo. Les pidieron que prestaran efectivo a la Bolsa de New York para evitar su cierre temporal y un derrumbe aún mayor en el precio de las acciones.

La acerera US Steel, propiedad de JPMorgan, en un rápido movimiento, adquirió la Tennessee Coal, Iron and Railroad Company. Con esta jugada, el Morgan evitó la caída de la empresa de corretaje de TC&I.

Luego de algunos días, el pánico bancario de 1907, con numerosas bajas en el camino, había sido contenido.

Nace la Reserva Federal

El pánico bancario de 1907 puso en alerta no solo al sistema financiero. Las grandes fortunas de Estados Unidos no estaban dispuestas a arriesgar su patrimonio personal para rescatar al conjunto del sistema.

La idea de reformar al conjunto del sistema financiero imponía la necesidad de contar con un banco central. Una entidad capaz de garantizar políticas monetarias sostenidas. Y, por sobre todas las cosas, convertirse en rescatista ante futuras crisis.

Así fue que el pánico bancario de 1907 impulsó una ley, aprobada en 1908, que se conoció como Ley Aldrich-Vreeland. Se trató de una legislación que establecía un sistema de rescate. Se creó una asociación nacional de monedas que actuaría en caso de necesidad de rescate.

Los contenidos de esta ley sirvieron de base para la creación, en 1913, del Sistema de la Reserva Federal de Estados Unidos.

La crisis que se conoció como pánico bancario de 1907 es, tal vez, una de las menos referenciadas. Pero, sus consecuencias tuvieron un alcance de proporciones. Hoy, Estados Unidos cuenta con un banco central, el más sólido del mundo, como un sub-producto de la crisis de 1907.