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Estamos de enhorabuena. Hoy cumple 66 años Tom Hanks (Concord, California, 9 de julio de 1956). El querido actor ofreció en una entrevista con Oprah Winfrey hace veinte años la mejor explicación hasta el momento al magnetismo del actor, a por qué nos atrae de esa manera sin ser un producto de Internet (porque Tom Hanks no es una obsesión digital al estilo de Keanu Reeves o de los memes de Nicolas Cage). "Intento hacer lo que llamo las tres E: educar, entretener e iluminar. Si no entretienes, nadie aparecerá. Pero también hay que educar, porque la gente quiere descubrir cosas específicas sobre un mundo diferente al suyo, ya sea lo difícil que es ir a la luna o lo aterrador que es estar en una playa de Omaha. Una historia también tiene la oportunidad de iluminarnos, porque cuando conectamos los momentos extraordinarios de la película con los momentos ordinarios de nuestras vidas, nos preguntamos: ¿Qué voy a hacer la próxima vez que tenga miedo? ¿Querría despedirme de mi familia por última vez? A pesar de que detrás de estas películas hay un innegable motor económico, los personajes nos recuerdan que somos parte de una humanidad mayor y que podemos afectar al mundo con las decisiones que tomamos una vez que salimos del cine", explicaba entonces. El actor es un puente entre lo extraordinario y lo ordinario. Con estos criterios elige a sus personajes. Si te fijas no todos los actores y actrices se mueven en las tres "E"de Hanks: unos educan (piensa en Daniel Day-Lewis), otros entretienen (piensa en Bruce Willis) y otros ilustran (piensa en Kenneth Brannagh).
El que hablaba en esa entrevista era el Tom Hanks que acababa de rodar Náufrago y La milla verde, y el que en breve se metería en Atrápame si puedes, pero perfectamente podría haberlo dicho el Tom Hanks de Noticias del gran mundo, o el Tom Hanks de Un amigo extraordinario o el Tom Hanks de Los Papeles del Pentágono, o el Tom Hanks que se cuela en las bodas de desconocidos, por qué no. Desde entonces mil veces le han entrevistado, pero en ninguna nos ha vuelto a explicar de forma tan concisa por qué nos atrapa de esa manera. De todas formas hay que tener presente que esa teoría de las tres "E" nació después La hoguera de las vanidades. Me explico.
A la hora de evaluar sus películas hay que dejar claro que hay un antes y un después de La hoguera de las vanidades, una película a la que Tom Hanks tendría que haber dicho que no, pero que en su momento vio como la posibilidad de mostrar a Hollywood que era capaz de hacer dramas y no solo comedia. Porque Hanks era una estrella de la comedia en ese momento: había hecho ya Socios y sabuesos (1989... precursora de Vengadores: Endgame sin que los hermanos Russo fueran conscientes de ello, a punto de estrenar ahora su reboot), Big (1988), No matarás... al vecino (1989), Lo que cuenta es el final (1988), Dos sabuesos despistados (1987... lo que me podía gustar esa película de pequeño), Nada en común (1986), Esta casa es una ruina (1986), El hombre con un zapato rojo (1985), Despedida de soltero (1984) y Un, dos, tres... Splash (1984). Sí, son también de Tom Hanks, disparan directamente a nuestra nostalgia, pero no tienen nada de esa conexión entre extraordinario-ordinario de sus películas posteriores. Si las vistes en el cine cuando se estrenaron dicen más sobre quién eres tú que sobre quién era Tom Hanks como actor. De hecho para las nuevas generaciones ninguna de estas películas han envejecido bien (con la excepción de Lo que cuenta es el final, Big y Esta casa es una ruina). Lo que no quiere decir que sean malas. Si eres de los que consideran Big su mejor película, no te vamos a mirar mal. Ni mucho menos.
Lo que no es casualidad es que cuando Tom Hanks escogió las películas favoritas de su carrera no se centrara en las comedias, tampoco en algunos grandes dramas como Forrest Gump y Salvar al soldado Ryan, sino en los rodajes en los que pudo cumplir las tres "E" en el mismo set. Es decir, aquellas películas que transmiten la confianza y el buen rollo del propio Hanks, y si tienen béisbol, viajes y familia mejor: Ellas dan el golpe, Naúfrago y El atlas de las nubes.
Desde Despedida de soltero hasta Elvis, estas son las mejores películas de Tom Hanks, ordenadas de mejor a peor.
Forrest Gump (1995)
Las voces críticas con esta película, que las hay, siempre han malinterpretado su mensaje: es una sátira con corazón sobre todo lo que la Sociedad considera que es la inteligencia y sobre todo aquello que cree que es importante. El autor de la novela en la que se basa la película siempre pensó que el mejor actor para dar vida a Forrest era John Goodman. Robert Zemeckis pensó antes en Bill Paxton -con quien curiosamente Hanks coincide en Apolo 13 y años más tarde en El círculo- y en Bill Murray que en Hanks. Con Paxton nos habríamos tomado demasiado en serio a Forrest. Con Murray, justo lo contrario. Hanks era la medida perfecta de ingenuidad e ironía. John Goodman habría estado bien para educar, igual que Bill Paxton. Murray sin duda habría estado genial para entretener. Se cumple la teoría de las tres esde Hanks.
Philadelphia (1993)
La película será todo lo previsible que tú quieras, pero se establece una conexión inmediata con el personaje de Tom Hanks. Le ofrecieron primero el papel de Andrew Beckett a Daniel-Day Lewis. Si lo piensas era una buena elección para darle peso a un drama de este tipo, pero lo que no está tan claro es que ese mismo actor hubiera conseguido que el público hubiera accedido a identificarse con el personaje, que es lo que consigue Hanks. Con cualquier otro actor habría sido una buena película, pero nos habríamos implicado menos.
Salvar al soldado Ryan (1998)
Harrison Ford o Mel Gibson no le habrían dado la dimensión moral que Tom Hanks le da al Capitán Miller. Los ojos de Hanks se convierten en nuestros ojos, viendo cómo mueren sus hombres. Ford y Gibson nos habrían dado a un héroe, está claro, pero no habrían puesto a un ser humano en el centro de una barbarie.
Náufrago (2000)
Tom Hanks nos ofreció una imagen del náufrago diferente de la idea de Robinson Crusoe: cómo seríamos nosotros si fuéramos náufragos (y, claro, sobreviviéramos más de cinco minutos). Su capacidad para ir quitando capas de la cebolla de la identidad es toda una lección de interpretación.
Toy Story 1, 2, 3 y 4 (1995, 1999, 2010 y 2019)
Sí, las hemos juntado todas (y nos dejamos fuera los cortos, pero de ir, irían aquí también). No conseguimos decidirnos por una de ellas, así que juntitas que van. Woody, ya te lo hemos contado en alguna ocasión, es el Capitán América de Pixar y lo es gracias a Tom Hanks.
Apolo 13 (1995)
La mirada de esta foto. Ya está. Caso cerrado.
Atrápame si puedes (2002)
Cuando Carl Hanratty está en escena te olvidas de todo lo demás. Estás deseando que pille a Frank Abagnale Jr. para que pueda salvarle. No quieres que Frank se escape, quieres que su destino se encuentre con Hanratty para que su vida cambie para siempre. ¿Estáis seguros de que sentiríamos lo mismo si fuera otro actor?
Camino a la perdición (2002)
Tom Hanks asegura que nunca interpreta papeles de malo porque no tiene malicia. Insiste en que es incapaz de fingirla en escena y que, por tanto, huye de esos papeles. Lo más parecido a un villano que ha interpretado Hanks es Michael Sullivan, el ángel de la muerte, en Camino a la perdición. Aunque en la película le dan al personaje una pátina moral que no tiene en el cómic original, no deja de ser un malo, y no deja de ser una fabulosa interpretación de Hanks, aunque es cierto que la lleva a su territorio. Hanks también da vida a malos en El atlas de las nubes y en El círculo -en esta película, con pinzas-.
La milla verde (1999)
Tom Hanks tuvo que elegir entre Cadena Perpetua y Forrest Gump por temas de agenda. Le debía una al director Frank Darabont.
Capitán Phillips (2013)
La capacidad de Hanks para mostrarnos las contradicciones de su personaje lleva su interpretación a otro nivel. Nos hace conectarnos con sus motivaciones, aunque esas motivaciones no sean las más nobles. Pero, oye, así es el ser humano. En este punto de su carrera mucha gente le seguía criticando por haber cambiado su talento para la comedia por ese afán de aplicar las tres es a su carrera. Desde Capitán Phillips todas esas voces se han silenciado por completo.
Big (1988)
¿Recuerdas lo que decía al principio? Hubo un tiempo en el que Hanks no trataba de conectar nada con nada. Su talento para la comedia era más que suficiente. Y no hacía falta nada más para disfrutar.
Los archivos del Pentágono (2017)
Ay, lechón y tú que creías que a Ben Bradlee solo podía interpretarle Jason Robards...
El puente de los espías (2015)
En este punto es cuando te das cuenta de que el orden de los factores no altera el producto. El puente de los espías podría estar perfectamente más arriba en nuestro listado. Ese abogado de Brooklyn es tan Tom Hanks. La historia estuvo a punto de rodarse en 1965, con Gregory Peck haciendo el papel de Tom Hanks. Pero la Guerra Fría hizo que la historia tuviera que esperar cinco décadas más. Si lo piensas solo Gregory Peck podría haber sustituido a Hanks.
Un amigo extraordinario (2019)
No puedes dejar de pensar viendo al Míster Rogers de Hanks que hay un poquito de Hanks en ese tipo humilde a pesar de su éxito, dispuesto a sentarse y hablar con los seres humanos lejos de los focos.
Elvis (2022)
Fíjate en esa mirada de embaucador, en la confianza ladina con que sujeta el puro y el inseparable bastón de feriante, en cómo confunde al joven Elvis. El coronel Tom Parker es uno de los pocos villanos de Tom Hanks y tiene sentido que sea él quien lo interprete porque lleva el peso narrativo de una película que trata del engaño en el show business. Si no está más alto en esta lista es únicamente porque toneladas de maquillaje y la música de Elvis Presley pueden casi eclipsar a cualquiera.
Sully (2016)
Sully es el perfecto ejemplo de una película que no es que sea la bomba, pero en la que la actuación de Hanks merece tanto la pena que te deja con buen sabor de boca. Sabemos perfectamente cómo va a acabar la película, pero, sin embargo, nos quedamos hipnotizados por el retrato de Hanks de un hombre decente, extravagente en su humildad.
Noticias del gran mundo (2021)
Pues sí, Tom Hanks también te hace un Western. La persecución a mitad de la película, cuando los cuatreros van detrás de Johanna y Hanks la defiende es una maravilla.
Tienes un e-mail (1998)
¿Cómo es posible que estos señores de Esquire pongan Tienes un e-mail tan abajo si es probablemente la película de Tom Hanks que más veces han visto -por encima de las cien-? A estas alturas de la lista te recordamos que vamos de mejor a menos mejor y por mucho que nos guste la película, somos sinceros.
La terminal (2004)
Hanks, por si no lo sabías, se inspiró en su suegro para dar vida al personaje.
La guerra de Charlie Wilson (2007)
No es habitual ver a Hanks como un personaje naive a esas alturas de su carrera -no hay conexión realmente aquí con el espectador, Tom, nos has engañado-, pero resulta convicente en su papel de congresista hoy-voy-a-jugar-a-ser-Dios.
Esperando al rey (2016)
Solo hay un actor tan convincente en la cama como Tom Hanks en las escenas del hotel de esta película: Bill Murray en Atrapado en el tiempo. La historia de amor enrevesada entre Hanks y la doctora solo podía hacerla creíble él. Así es, señoras y señores, el amor adulto.
Lo que cuenta es el final (1988)
Tienes que ser un comedy nerd (así, en inglés) para que te guste esta película.
Dos sabuesos despistados (1987)
Los años 80 del siglo pasado nos dieron películas sin pies ni cabeza. Como ésta. Pero es que había que estar a la altura para mantener el tipo. Larga vida a Pep Stribeck.
Nada en común (1986)
Dos humoristas (Hanks y Jackie Gleason) y un director especializado en comedia (Garry Marshall) haciendo un drama.
Esta casa es una ruina (1986)
Que levante la mano el que no se haya acordado de esta película en algún momento de su vida preocupado por el estado de su vivienda. Pues eso.
Un, dos, tres... Splash (1984)
La película que le lanzó al estrellato, pero sobre todo que le puso en órbita con Ron Howard.
Ladykillers (2004)
Tom Hanks no reconoce a su personaje como malo, pero si esto no es malicia...
El atlas de las nubes (2012)
Es la única película que Tom Hanks reconoce ha visto más de dos veces. Le fascinó trabajar en ella, le fascina la historia y sin embargo la taquilla le dio la espalda.
Greyhound (2020)
Hanks metido en un submarino hora y media sin que pasen muchas cosas. Solo da órdenes. Y, sin embargo, tiene algo hipnótico.
Algo para recordar (1993)
Hanks es el viudo perfecto. Te hace darte de cabezazos contra la pared cuando ves a Liam Neeson en Love Actually.
Ellas dan el golpe (1992)
Si la ponemos tan abajo es porque el beisbol fuera de la bella tierra de George Washington se nos hace un poco bola a los europeos.
Larry Crowne (2011)
Aquí la película sin pies ni cabeza se le ocurrió a Tom Hanks. Llega un día en el que te das cuenta que la ves cada vez que te encuentras con ella en alguna plataforma. Te preguntas por qué, y el porqué es, querido Watson, Tom Hanks.
Socios y sabuesos (1989)
Sabemos que odias las películas en las que salen perros, pero resulta que era posible hacer algo digno. Y tiene un final muy Endgame.
Despedida de soltero (1984)
Antes de American Pie existió Despedida de soltero. Políticamente incorrecta tanto en 2021 como en 1984, Tom Hanks asiste con la misma estupefacción que nosotros a una noche de fiesta.
El código Da Vinci (2006), Ángeles y demonios (2009) e Inferno (2016)
Ron Howard llama y Hanks acude. Y es que nadie más podía dar vida al profesor Robert Langdon. ¿Qué más vamos a decir?
The Wonders (1996)
La película está muy bien, pero la ponemos tan abajo porque hombre Hanks mucho lo que se dice mucho no sale.
No matarás... al vecino (1989)
Pues sí, la crisis de la mediana edad según Dante nos dejó un poco fríos. Y no ha mejorado con el tiempo, pero Hanks, como siempre, se salva.
La hoguera de las vanidades (1990)
Tom Hanks no era la mejor elección para el personaje. Lo defiende, pero claramente no encaja. Como tampoco encaja Bruce Willis, eh.
El hombre con un zapato rojo (1985)
En este espía por sorpresa ya hay un germen del hombre corriente que representa Tom Hanks.
Joe contra el volcán (1990)
Aquí descubrimos la química entre Tom Hanks y Meg Ryan.
Polar Express (2004)
Es un poco castaña, la verdad.
Ithaca
El drama bélico de Meg Ryan aporta poco al género. No la ponemos la última porque un favor a un amigo se merece un mejor puesto... aunque salgas en dos escenas.
El círculo (2017)
La ponemos la última... porque Hanks sabía perfectamente donde se metía. Eso sí, cuando el CEO-gurú está en el escenario, Hanks, como siempre, brilla..
