Georgiana, duquesa de Devonshire

Georgiana, duquesa de Devonshire

personajes reino unido May 12, 2024
La duquesa de Devonshire tiene una de las vidas mas glamorosas y escandalosas del siglo XVIII en el Reino Unido, pero también fue una mujer influyente involucrada en la política. 

 

Algunas películas de época inglesas como Orgullo y prejuicio y La duquesa, fueron filmadas en la mansión mas famosa de Derbyshire. Se trata de Chatsworth House, una hermosa construcción de estilo barroco inglés con 40 hectáreas de jardines, prados y bosques alrededor.

 

 

A pesar de que este edificio proyecta equilibrio y perfección, el personaje mas icónico que vivió en él tuvo una de las vidas más glamorosas y escandalosas del siglo XVIII en el Reino Unido. 

Georgiana Cavendish nació el 7 de junio de 1757 en el seno de la noble familia Spencer. Fue una mujer que desde pequeña supo agradar a todos gracias a sus encantos y buenos modales. Incluso cuando viajó a Versalles con sus padres se hizo amiga de María Antonieta y agradó a la corte francesa que era muy selectiva.

 

Retrato de lady Georgiana y sus hermanos, Angelica Kauffmann, 1774

 

La noticia de su amistad con María Antonieta, junto a su fama de ser una joven perfecta, llegó a Londres. Uno de los solteros más codiciados del Reino Unido, el duque de Devonshire, se fijó en ella y aunque sólo entablaron conversación en un par de ocasiones, la pareja se unió en matrimonio. Georgiana se mudó a Chatsworth House como la nueva duquesa de Devonshire con apenas diecisiete años. 

 

Influencer de la época georgiana

 

Gracias al estatus de su marido, Georgiana se presentó ante la sociedad londinense como figura pública y comenzó a destacar por su amabilidad y encanto. Un dato importante de este tiempo es que realmente no había muchos habitantes en el Reino Unido: aproximadamente 1,500 personas pertenecían a la alta sociedad, así que todos se conocían entre sí y este pequeño círculo funcionó como hervidero de ideas, moda y arte. 

Georgiana quería destacar de alguna forma y decidió hacerlo por medio de la moda. Con bastante picardía, impuso nuevas ideas de ropa y accesorios; por ejemplo, en una ocasión se presentó a una fiesta con plumas de avestruz de seis pies de alto prendidas del cabello. Las personas estaban encantadas con sus inventos: cuanto más probaba cosas, más la gente se fijaba en ella y más la imitaban. Incluso los periódicos dedicaban secciones para hablar del estilo de la duquesa de Devonshire. 

 

El papel de Georgiana en la política 

 

Georgiana se estableció con entusiasmo en el corazón de la sociedad londinense. Organizaba reuniones con aristócratas, miembros de la realeza, actores, dramaturgos y músicos. También fue anfitriona del partido político en el que estuvo involucrada, el de los Whigs. 

De hecho, en las elecciones de 1784, Georgiana asumió un papel prominente, haciendo campaña en las calles y asistiendo a las reuniones, algo inusual para una mujer de la época. Con el fin de socavar al partido, los opositores hicieron caricaturas satíricas, entre ellos, el famoso dibujo de Thomas Rowlandson: Los Devonshire, o el método mas eficiente de obtener votos, en el que se muestra a Georgiana intercambiando besos a cambio de votos.

 

 

Georgiana siguió participando en la política después de las elecciones. Aunque no fue un papel formal, aconsejó al rey Jorge IV, en especial durante su mandato como Príncipe Regente. 

 

Las adicciones de la duquesa 

 

Aunque era amada por toda la sociedad londinense, su marido estaba ausente la mayoría del tiempo y rechazaba sus muestras de afecto en público. La gente comenzó a notar que esta chica increíblemente popular no parecía ser amada por su marido, así, muchas mujeres se interesaron en ser amantes del duque. Cuando él comenzó a salir con ellas en público, Georgiana se sintió humillada y comenzó uno de los episodios más caóticos de su vida: se hizo adicta al juego, se inundó de deudas, padeció de bulimia (aunque aún no existía el concepto de este trastorno, sabemos que lo tenía gracias a las cartas de su madre) y, además, se hizo adicta al láudano, una bebida alcohólica hecha con opio. 

Entonces, durante la década de sus veinte años, Georgiana ya era adicta al juego, drogadicta y bulímica. A pesar de todo esto, en realidad lo que más escandalizó a sus contemporáneos fue que aún no tenía hijos. La relación con su marido se deterioró y pensó en conseguir consuelo con un amante, sin embargo, en esa época cuando una mujer era infiel a su marido con otro hombre antes de tener hijos era obligada a divorciarse. Fue entonces cuando Georgiana estableció “amistades románticas femeninas”.

Finalmente dio a luz a su primera hija en 1783 y a su primogénito varón en 1790. Sin embargo, el matrimonio de Georgiana no encontraría nunca un punto de felicidad y las deudas que acumuló (y que seguía acumulando) la perseguirían por el resto de su vida.

 

La duquesa de Devonshire, Thomas Gainsborough, 1783

 

Innovación en la maternidad 

 

En esta época, escritores de la Ilustración propusieron nuevas ideas en todos los ámbitos. Jean-Jacques Rousseau opinó que los niños se benefician del afecto que reciben durante sus primeros años de vida y que así se garantiza un desarrollo más positivo.

Georgiana fue adepta a estas ideas y, para consternación de sus contemporáneos, insistió en amamantar a sus bebés ella misma, cuando era mucho más común el uso de nodrizas. 

 

Duquesa de Devonshire, Joshua Reynolds, 1785

 

Últimos años de Georgiana 

 

Desde los escándalos de su matrimonio, Georgiana ya no era la joven encantadora que imponía moda, de hecho, era considerada por muchos como una vergüenza social.

 

Retrato de Georgiana, duquesa de Devonshire, Thomas Gainsborough, 1787

 

En este retrato de Thomas Gainsborough vemos a Georgiana con la ceja levantada, quizá con una nueva visión de vida que llegaría cuando cumplió cuarenta años: dejó de beber, se alejó del juego, controló su relación con la comida y se dedicó a sus hijos y a la política. De hecho, seis semanas antes de fallecer organizó una fabulosa cena para los miembros del partido Whig. 

La vida de la duquesa de Devonshire es demasiado intensa incluso para los ojos actuales, pero lo interesante está en averiguar cómo reaccionó la sociedad de su tiempo. Conocer a fondo la vida de la duquesa de Devonshire es conocer la moda, los medios de comunicación, el papel de las mujeres, la política, la vida cotidiana, el matrimonio y muchísimos elementos más durante la época georgiana. 

 

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Autora

Sara Padilla. Licenciada en Historia por la Universidad Autónoma de Aguascalientes y escritora con estudios en Escritura Creativa y Crítica Literaria por la Universidad Nacional Autónoma de México. 

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