James Corden promete disculparse en persona con el equipo del restaurante del que fue vetado por “cretino” | Gente | EL PAÍS
_
_
_
_

James Corden promete disculparse en persona con el equipo del restaurante del que fue vetado por “cretino”

“Cuando cometes un error, tienes que asumir la responsabilidad”, explica el presentador en su programa acerca del altercado sucedido la pasada semana en el famoso Balthazar de Nueva York

James Corden restaurante disculpa
El presentador James Corden, en Primrose Hill (Londres) el pasado 6 de agosto de 2022.Beresford Hodge - PA Images (PA Images via Getty Images)

El presentador James Corden ha querido dar más pasos adelante para tratar de arreglar el desaguisado que acabó en las acusaciones de ser “un cretino” y “el cliente más tirano en 25 años” a través de Instagram del dueño del famoso restaurante Balthazar en Nueva York. Además, Keith McNally impuso al presentador un veto para que no pudiera pisar más el establecimiento, que en pocas horas retiraría. “Como le dije al propietario ese día, [si] alguna vez molesté a alguien, nunca fue mi intención. Simplemente no lo fue. Y amo ese restaurante. Amo al personal allí. Espero que me permitan entrar de nuevo algún día. Así que cuando regrese a Nueva York, iré a disculparme en persona”, aseguró Corden en su vuelta a The Late Late Show tras una semana sin emitirse el programa.

Aunque ya el pasado viernes 21 de octubre James Corden quiso romper su silencio y explicar lo sucedido, ha aprovechado su vuelta al programa para abordar las acusaciones hechas en su contra por el dueño del restaurante Keith McNally, de 77 años. “Tuvimos una buena conversación. Agradeció la llamada. Me alegró que pudiéramos aclarar las cosas y sentí que lo tratamos en privado”, explicó Corden en su programa, después de haber hablado por teléfono con McNally. Una conversación que finalmente no quedó entre ellos dos, ya que el dueño del establecimiento la hizo pública en Instagram. “Corden acaba de llamarme y se ha disculpado profusamente (...) Cualquier persona lo suficientemente magnánima como para disculparse con un vago como yo (y mi personal) no merece ser expulsada de ningún sitio”.

El chef y dueño del restaurante neoyorquino acusó a Corden a través de su cuenta de Instagram, a sus más de 97.000 seguidores, de haber tenido un comportamiento inaceptable con sus empleados, en un largo texto que acompañaba una foto del británico, de 44 años. “James Corden es un comediante enormemente dotado, pero como persona es un cretino. Y el cliente más tirano que ha tenido el equipo de Balthazar desde que el restaurante abrió hace 25 años”, escribió. A pesar de las duras palabras, a la mañana siguiente, en su misma red social, el restaurador se retractaba.

“La semana pasada, hubo historias sobre mi veto de acceso a un restaurante. Y en ese momento consideré si tuitear o publicar en Instagram al respecto”, contaba Corden al inicio de su programa. El presentador asegura que decidió adoptar una “actitud británica” sobre lo ocurrido, “al estilo Mantén la calma y continúa [Keep calm and carry on]: no te quejes, no te expliques, pero que fue su propio padre el que le aconsejó dar una explicación sobre los hechos. “Como mi padre me señaló el sábado: ‘Hijo, te quejaste, así que es posible que tengas que explicarlo’. Mira, cuando cometes un error, tienes que asumir la responsabilidad. Así que pensé, si estáis de acuerdo, voy a compartir con vosotros lo que pasó”.

Corden dijo que cuando se encontraba en Nueva York cenando en uno de sus “restaurantes absolutamente favoritos” junto a unos amigos y su esposa Julia Carey, a ella le ofrecieron una comida a la que “era alérgica” después de haberle explicado sus intolerancias. “Al calor del momento, hice un comentario grosero y sarcástico sobre que debería cocinarlo yo mismo”, se excusó. “Es un comentario que lamento profundamente. Comprendo lo difícil que resulta ser camarero. Yo mismo trabajé en restaurantes durante años”, añadió Corden, asegurando que el equipo de ese local es “maravilloso”: “Por eso me encanta ir allí”. El presentador asegura que el personal trajo champán como disculpa y pensó que el asunto había terminado ahí. “Le he estado dando vueltas a si había hecho algo malo, ¿sabes? Y la verdad es que hice un comentario grosero y estuvo mal. Era innecesario. Fui descortés con el camarero”, admitió.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_