Análisis BSO: Indiana Jones and the Dial of Destiny de John Williams - AsturScore
Análisis
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Género
Aventuras, Fantástico, Steven Spielberg
Lo mejor
La incorporación de todo un temazo a la saga, el tema de Helena
Lo peor
Nada nuevo bajo el sol, pero siendo Williams, le da vueltas a casi todo lo que se hace ahora

Indiana Jones and the Dial of Destiny

2023

Tras cuatro entregas (tres de ellas brillantes) a cargo de Steven Spielberg, el rey Midas de Hollywood cedió el trono para la quinta entrega, Indiana Jones and the Dial of Destiny (Indiana Jones y el Dial del Destino, 2023) al director James Mangold, uno de esos artesanos modernos con un buen curriculum vitae (aunque no es Spielberg).

El resultado, de cara a dar un cierre a la sega, ha sido más o menos satisfactorio según con quien hables, aunque contar con John Williams siempre ayuda, ese ancla que siempre cumple su función con oficio y calidad.

The Dial of Destiny – Indiana, Nazis y Objetos Legendarios: Combinación Ganadora

Cualquier tiempo pasado… suena a abuelo cebolleta, y esto que antaño escuchabamos a nuestros padres decir (o abuelos) y que ahora sale de nuestras bocas, pues… va a ser que igual si tenían algo de razón, aunque la cuestión pueda ser más bien algo generacional.

Pero oye… nací en 1977, crecí con Star Wars, E.T., Rambo, Gremlins, Indiana Jones, Tiburón, Alien, Aliens, Conan, Star Trek, La Cosa, Regreso al Futuro, Los Goonies, Blade Runner, Outland, Terminator…. (y un largo etcétera), y podría haberme quedado de ahí para adelante, pero no. Mi pasión por el cine me ha llevado a Hitchcok, a Wilder, a Ford, a Houston, a Wise, a Lang, a Pollack, a Lumet, a Peckinpah, a Siegel a Frankenheimer… a un sinfín de monstruos cinematográficos clásicos.

Y eso de cualquier tiempo pasado se aplica al último viaje de Indy, donde también se tira excesivamente de lo digital (ya no vamos a hablar del prólogo, porque el deep fake de imagen de un Harrison Ford rejuvenecido que se marcan tiene su justificación), y donde las ideas están como un poco agotadas, agarrotadas e incluso estiradas por momentos.

Lo peor: le sobra metraje por arriba y por abajo. 155 minutos que bien podrían quedarse en 100-120 minutos. Lo que tienen que contar se hace bien en ese metraje. El prólogo es EXCESIVAMENTE largo (casi 21 minutos, y algo descafeinado, en mi opinión), y hay tramas o subtramas que no me aportan. Si anulas los personajes de los agentes del gobierno americano colaborando con los nazis, la película no se resiente (no aporta, y lo que no aporta, ya se sabe… asignatura de primera de guion).

Lo Mejor: El nuevo personaje femenino, Helena Shaw (Phoebe Waller-Bridge) es todo un acierto (para variar, no han metido la pata queriendo meterte a calzador temas como el empoderamiento o similares; es un personaje perfectamente integrado en la trama, con personalidad). Es la protagonista absoluta con Indy (incluso por encima), y está genial y divertida, todo un acierto (es la ahijada de Indiana e hija de uno de sus mejores amigos, Basil Shaw). Incluso el niño que acompaña a Helena está muy bien.

Y como no, el villano es el genial Mads Mikkelsen, cuyo rictus le otorga una buena vis nazi (le acompaña un genial y odioso Boyd Hoolbrook), o buenos secundarios como Toby Jones (Basil Shaw) o un desaprovechadillo Antonio Banderas (mención aparte para la gran Karen Allen o el incombustible John Rhys-Davies como Sallah, que no se pierde una).

Tiene una trama interesante, un objeto místico que nos ofrece un interesante clímax final de corte fantástico-épico-histórico, algunas escenas de persecución divertidas (como la escena de los tucs tucs) y un emotivo guiño final para esa bella pareja cinematográfica que formaron Ford y Allen en el Arca Perdida, que casi fue lo mejor de la fallida cuarta entrega de indiana (que aún así, a servidor le divirtió por momentos).

Pero lo dicho, cualquier tiempo pasado… y es que por mucho que se haya esforzado James Mangold, no llega a los resultados de la trilogía original y solo supera en calidad (que no en ejecución técnica) a la cuarta entrega (no era difícil). Y aún así, me divertí, es un digno cierre (y eso es mucho con la cantidad de tonterías que circulan por los cines y las plataformas).

Indiana Jones 2023 – Evolución de una Saga

La oportunidad de ver la quinta entrega de Indiana en el cine, como amante Spielberiano que soy de la saga de Indy (y de todo lo que tenga que ver con el Rey Midas), me ofreció la oportunidad de llevar a cabo un ejercicio interesante con el universo musical de John Williams (Especial Indiana Jones).

Así que desde Agosto hasta Diciembre del 2023, aprovechando la llegada de la quinta entrega, me fui repasando, uno por uno, los 5 títulos del Maestro John Williams, los 4 primeros de la mano de su compañero de fatigas, Spielberg.

En agosto tocó el Arca Perdida y en diciembre cerré con el Dial del Destino, una maravillosa evolución musical cronológica por parte de Williams, valorando cada uno de los nuevos temas que iba reincorporando a la saga, desde el bellísimo tema de amor de Marion hasta el ya mítico e inolvidable tema de Helena, del que hablaremos, un clásico instantáneo del Maestro desde ya.

Es, de todas, y con bastante, el menor trabajo de la saga, y decir menor en las manos de Williams es decir mucho, porque siendo menor en la filmografía del Maestro es prácticamente mayor que casi todo lo que ha dado el año 2023, tirando en muchos momentos de oficio y backup musical de archivo (bastante, sea dicho de paso).

La trilogía original está muy por encima de lo que vendría detrás, y según con quien hables, cambian los criterios de los 3 lemas que acompañan a cada título. A saber, hay consenso acerca de que la partitura clásica por excelencia es la primera entrega, y no solo por ser la primera, sino porque puso los cimientos de la Saga, es la materia musical de la que parte todo lo que representa Indiana.

Un tema para el bueno (omnipresente en la saga), un tema para los malos (los NAZIS tienen hasta 4 temas, 1 por cada entrega en la que salen), un tema cohesionador para el elemento argumental y principal de la película (el Arca, por ejemplo) y, si corresponde, temas secundarios de todo tipo (de amor, para Marion, de ayudantes, como el de Tapón, o para su hijo, en la Calavera de Cristal).

Y los temas de acción y aventuras figuran, junto con los de Star Wars, entre los mejores no solo de John Williams, sino de lo mejor que ha dado la historia del cine; la escena de la pelea del avión y la persecución en el desierto del Arca Perdida, la liberación de los niños y la persecución de las minas en el Templo Maldito, la escena del Tanque en la Última cruzada, la persecución de la selva y el clímax final de la Calavera de Cristal o la persecución de los Tuk-Tuk o el clímax final del Dial de Destino (la escena del aeropuerto y la batalla de Siracusa).

Pero volviendo al tema de los 3 lemas… recapitulemos. La clásica el Arca Perdida, la que más me gusta es la Última Cruzada (fue mi primer Indiana, y en el cine) y la mejor es el Templo Maldito. Y de las dos que quedan, me parece un peldaño por debajo la Calavera de Cristal (con el tiempo me ha crecido muchísimo), y el Dial del Destino dos peldaños por debajo, pero aún así es una delicatessen musical llena de brillantes orquestaciones y gran colorido musical.

Dicho esto, metámonos de lleno en harina y vámonos de la mano de Williams, una vez más, quizás por última vez, a recorrer terrenos conocidos y vibrantes.

Indiana Jones and the Dial of the Destinty – Análisis Temático

Exceptuando el omnipresente tema de Indiana, aquí el protagonismo recae sobre uno de los mejores temas compuestos por John Williams en los últimos años (y no es poca cosa), el tema de Helena.

Las lecturas que se pueden sacar son desde la nada absoluta hasta el pensamiento de que Helena Shaw pueda tener su recorrido en la saga de Indiana, bien conjunta o separadamente. Hagan sus apuestas…

El caso es que el tema de Helena es de una belleza y exquisitez musical maravillosa, puro Williams, un clásico instantáneo, que a este servidor le trae un pequeño recuerdo o regusto al tema de Sabrina en alguna fase musical (una de esas partituras suyas de las que poco se hablan y que servidor adora).

Es TAN CONDENADAMENTE BUENO que hasta abre y cierra el disco, primero como parte de una de esas brillantes overturas que ya tan poco se destilan en estos tiempos, y segundo con una versión compuesta para la ocasión por el Maestro, una de esas viejas costumbres de la ya lejana época de Star Wars, por poner un ejemplo, que hay muchas (el tema de la fuerza, el tema de Yoda, el tema de la Princesa Leia…).

En ese bellísimo tema final, maravillosa coda del disco, se luce sobremanera la violinista clásica Anne-Sophie Mutter, quien impregna magistralmente con su estilo una aire clásico y desgarrador por momento (nunca se sabe, pero si este fuera el epitafio musical de Williams, porque decidiese retirarse, Helena es un broche digno a la altura). Hay un aire del Williams melódico y clásico de toda la vida, y la sonoridad del violín te retrotrae a viejos clásicos como Schlinder’s List (La Lista de Schlinder, 1993), o no tanto, como The Book Thief (La Ladrona de Libros, 2013).

Este tema, uno que rivaliza con ese estilo old fashioned tan de los años 50-60 pero actualizado (musicalmente tiene un mood muy vintage), y que fue compuesto por Williams teniendo referencias del pasado (de hecho el maestro pensó, a modo de pregunta, que hubiera compuesto para Lauren Bacall), vertebra toda la partitura, desde los bloques más dramáticos a los más divertidos o de acción, codo con codo con Indiana, y eso dice mucho.

Por ejemplo, se pelea codo con codo contra el tema de los nazis por salir a flote en uno de los mejores cortes de acción de la partitura, The Airport, cuando va al rescate de Indiana conduciendo una moto y bajo la lluvia, tras un avión cargado de nazis rumbo a cambiar la historia.

Pero también está presente en el rítmico y divertido Tuk Tuk in Tangiers, uno de los mejores cortes de la película y del disco. Williams le ofrece todos los instrumentos posibles para darle protagonismos y ajuste con las imágenes (violín, celesta, trompetas con sordina…).

Helena es, desde ya, parte del testamento musical de la saga de Indiana Jones y de John Williams, uno de los mejores temas de la franquicia con pleno derecho, cerrando la película de forma magistral en New York, 1969, de la mano del tema de Marion e Indiana.

Es el tema de Marion el primero en asomar, de una forma bonita y deliciosa, breve pero acogedora (otro breve momento no recogido en el disco es la breve versión del tema de Marion cuando Helena e Indiana hablan sobre que cambiarían si pudieran viajar al pasado, a bordo del barco de Banderas).

En el tramo final de corte emerge el tema de Helena, de una forma desenfadada aunque enérgica, conforme la vemos en la calle, alejándose de la residencia del profesor Jones, junto con Sallah y los niños. Pero, por si alguien se había olvidado de quien es el protagonista, el tema de Indiana hace finalmente acto de presencia, todo fantásticamente hilvanado y transicionado, a modo de coda final para cerrar la película (un fin digno a la saga, guste más o menos, descafeinado y sencillo, pero en mi opinión acertado).

Otro corte que hace una excelente transición musical del tema de Helena al tema de Indy es To Athens, donde nuestros héroes se desplazan a Atenas a por el Graficos, donde vemos el típico viaje sobre el mapa de los protagonistas, marca y seña de Spielberg, y donde Williams nos regala una versión enérgica del tema de Helena para finalmente desembocar en el de Indiana.

El segundo tema que tenemos presente es el de los malos, el de los Nazis, representando perfectamente al villano de la función, el profesor Jürgen Voller. Este tema es terreno conocido para el Maestro neoyorkino, y su sonoridad, que transmite vileza y villanía, como debe ser, especialmente en el uso de los metales y las cuerdas, encuentra como primo-hermano al tema de los nazis de la Última Cruzada, respirando ese aroma malévolo y ladino de los archienemigos de Indiana.

La overtura de la edición discográfica (el tema de Disney y el lanzamiento de ese CD ha sido de lo más lamentable en AÑOS, una edición paupérrima y triste que ha dolido en el sector de los aficionados a la música de cine), titulada Prologue to Indiana Jones and the Dial of Destiny, es un brillante compendio musical de la banda sonora, tenemos el tema de Helena, y acto seguido, el tema de los nazis, un tema que se nos presenta en el arranque de la película (ese Deep Fake de Indiana explicado su relación con Jürgen y con su amigo Basil Shaw).

Voller Returns representa magistralmente ese tema, apuntado aún de una forma brillante y magistral, a modo de marcha de acción, en el brutal corte The Airport, o en temas de acción como Germany, 1944 (una pieza preparada para el disco, ya que está desperdigada en el prólogo de la película), donde Williams recupera material (o recicla, si se prefiere) del pasado, concretamente de una sus mejores piezas de acción de la Última Cruzada, On the Tank para ser más certeros (adoro el uso de los metales en este corte).

No será el único reciclaje musical que encontremos, pues en el extenso prólogo de acción del comienzo nos encontramos todo un pasaje musical reciclado del Belly of the Steel Beast, el tema de los nazis del Arca Perdida, fragmentos del prólogo del corte Indy’s Very First Adventure o incluso un pasaje de acción de la Calavera de Cristal para el momento en que van a ahorcar a Indiana y cae la bomba en el castillo (el tema de las hormigas, Ants!). Es más, incluso hay un asomo de Minority Report (2002) cuando Helena roba el Dial a Indiana Jones al principio (con esos violines sonando como la escena de las arañas de Minpority Report).

Incluso en la persecución de los Tuk Tuk, hay una reinterpretación musical del tema de acción de la persecución por Venecia con las lanchas (pasaje que no fue incluido en la edición discográfica del CD). Y no podemos olvidarnos de unos pizzicatos juguetones de la escena de amor/no amor del Templo Maldito de Indiana Jones que nos encontramos en el corte The Graphikos. Pero nada de ello molesta, todo ello está bien integrado dentro del Universo Musical de Indiana Jones.

Mención aparte para el maravilloso aroma a su trabajo en el Tintín de Spielberg que desprende el excelente, rítmico y cómico corte Auction at Hotel L´Atlantique, un divertimento sinfónico de primer nivel, de esos que pocos ya se ven en pantalla.

En cuanto al tema final que nos resta por ver, que es el que marca el arco narrativo de la historia (siempre hay uno para cada arco temático de la saga, desde el Arca hasta la Calavera de Cristal) es el que Williams asigna al Dial del Destino, y que ya encontramos en el primer corte de la edición discográfica, esa overtura, en la parte final del corte.

Es un tema solemne, de connotaciones místicas y sugerentes, que sin llegar a la brillantez del tema del Arca o del Santo Grial, consigue transmitir esa trascendencia musical de algo más grande que la vida misma, llena de misterio e intriga, utilizando además instrumentos que le añaden unas texturas geográficas e históricas muy distintivas (la antigua Grecia y Arquímedes).

Lo encontramos en varios momentos de la partitura; brevemente en To Morocco (un corte que contiene unas texturas dramáticas maravillosas, muy del Williams de los últimos años, con una variación brutal del tema de Helena en el tramo final), o al comienzo del corte To Athens (en su comienzo), e incluso en el Voller Returns, compartiendo crédito brevemente con el tema de los malos.

Pero donde comienza a destacar su presencia es desde el viaje a Grecia, donde junto con el personaje de Antonio Banderas (Renaldo), nuestros protagonistas se lanzan a bucear el fondo de las profundidades marinas del Mar Egeo para recuperar el Graphikos de Arquímedes. Cortes como Polybius CypherThe Grafikos o Archimedes’ Tomb representan perfectamente ese tema y ese ambiente misterioso y trascendental, cobrando especial relevancia en el clímax final, tras cruzar el umbral espacio-tiempo y plantarnos en plena batalla de Siracusa, especialmente en el corte Centuries Join Hands, donde Indy y Arquímedes llegan a conocerse.

Especial mención merecen la sonoridad clásica de la genial batalla final, Battle of Syracuse, donde el uso de los ritmos musicales y la instrumentación nos retrotraen a sonoridades de otra época cinematográfica, propias de genios como Rózsa, Waxman o Herrmann, pero sonando a Williams.

Es una pieza brutal de acción, donde me encanta el ostinato rítmico y percusivo de acción del comienzo del corte (que también cerrará el corte y aparecerá brevemente en el siguiente corte, Centuries Join Hands) sobre el que Williams nos presenta el tema de los nazis, e incluso del dial del destino (visualmente es una escena fantástica y bien dirigida, donde sin llegar a la genialidad de Spielberg, Mangold consigue resultados muy satisfactorios).

También me encantan las texturas acuáticas musicales de los fondos marinos en el corte Water Wallet, donde emerge ese Williams setentero que me trae el recuerdo de su paso por Jaws (Tiburón, 1975) y Jaws 2 (Tiburón 2, 1978), con ramalazos musicales agresivos y violentos, realmente convulsos y rozando lo terrorífico con los golpes percusivos.

Y hablando de momentos setenteros, mención aparte también merece un espectacular corte de acción omitido en la edición discográfica (titulado como Pulse of the City en la edición promo que circula por ahi), donde nos encontramos a un Williams setentero (estilo The Eiger Sanction, Family Plot o Black Sunday), con el piano dominando la acción y con los metales y las cuerdas acompañando, todo ello aderezado de un ritmo maravilloso de batería.

Este tema, tal como se acredita en los end credits finales, está compuesto por William Ross, compositor que ha colaborado como orquestador en la banda sonora (ya lo ha hecho en varias ocasiones con John Williams, como en la desastrosa serie de Obi-Wan Kenobi), y que con logra captar perfectamente esa sonoridad del Williams setentero.

Al parecer, el que tuviera esa referencia tan marcada, fue un requerimiento de Mangold para esa escena de la persecución a caballo duranta el desfile de New York (esa sonoridad, menos rítmica, la encontraremos también presente en el motín de los nazis con la CIA en pleno avión, e incluso previa, cuando Helena le birla el Dial a Indiana y este trata de escapar de los nazis, con un pulso de piano maravilloso acompañado de unos snare drums).

Además, el que la partitura tenga tantas referencias a material preexistente del universo musical de Indiana Jones es algo que responde a un deseo expreso de Mangold, quien buscaba evocar un sentimiento de nostalgia en el espectador.

Por ejemplo, al parecer, la escena de acción del tren tiene varias versiones alternativas (3 he leído en algunos lugares), y la que finalmente se quedó responde a ese requerimiento del director, con lo que puede ser que las primeras versiones fueran más originales.

En cuanto al tema de Indy pues, como debe ser, emerge en no pocos momentos musicales (el prólogo, el clímax final o el viaje a Marruecos o Atenas), pero si es cierto que el tema de Helena brilla con tal intensidad que por momentos parece el gran protagonista (por momentos).

Es, en el bonito cierre de la película, donde la marcha final de Indiana vuelve en todo su esplendor, tras presentar brevemente el bellísimo tema de de amor (Marion, el amor de Indiana) y el tema de Helena, donde Williams cambia el tempo musical, enérgico pero más suave (quizás un reflejo de que nuestro héroe se nos está haciendo mayor).

Conclusiones

Como ya comentamos, las tres primeras entregas son las clásicas, obras maestras en la filmografía del Maestro, cada uno de esos títulos con sus particularidades que las definen y las hacen propias.

La cuarta entrega, estando cerca, se encuentra por debajo, pero no tan lejos; con el tiempo la partitura crece y crece, consolidándose como una banda sonora redonda y sólida (lástima de película, fallida pero no tan mala como se vendió).

Esta quinta entrega si creo que está claramente por debajo de la excelencia de las 3 primeras y de la solidez de la Calavera de Cristal, pero conforme la sigues escuchando una y otra vez, descubres más detalles y más detalles, demostrando que la madurez sienta muy bien a los grandes compositores, que ya no tienen nada que demostrar, y que siguen disfrutando para regalarnos momentos tan brillantes como el tema de Helena.

Cerrando otra nominación a los Oscar y un premio a los Saturn Awards, John Williams sigue siendo el Rey hoy por hoy, y que nos dure. Es una suerte poder seguir disfrutando de su música en los cines. Así que has pronto Maestro, nos vemos en la próxima.

Indiana Jones and the Dial of Destiny

  1. Prologue to Indiana Jones and the Dial of Destiny (6:00)
  2. Helena’s Theme (3:28)
  3. Germany, 1944 (4:41)
  4. To Morocco (3:20)
  5. Voller Returns (3:05)
  6. Auction at Hotel L’Atlantique (2:57)
  7. Tuk Tuk in Tangiers (3:34)
  8. To Athens (2:16)
  9. Perils of the Deep (2:29)
  10. Water Ballet (4:51)
  11. Polybius Cipher (2:38)
  12. The Grafikos (4:39)
  13. Archimedes’ Tomb (3:01)
  14. The Airport (4:45)
  15. Battle of Syracuse (2:49)
  16. Centuries Join Hands (3:01)
  17. New York, 1969 (4:17)
  18. Helena’s Theme (For Violin and Orchestra) (4:58)
Duración total: 66:49 minutos
Compositor: John Williams
Sello: Walt Disney Records
Formato: CD y Descarga Digital
Fecha de lanzamiento 28 de Junio de 2023
Indiana Jones and the Dial of Destiny