Las cuatro guerras árabes de Israel: del 'Gran Desastre' a la paz con Egipto

Las cuatro guerras árabes de Israel: del 'Gran Desastre' a la paz con Egipto

Desde la constitución del Estado de Israel, Oriente Próximo no ha dejado de estar en llamas. Cuatro han sido los conflictos con el mundo árabe, que han trazado el mapa de lo que hoy es la región más convulsa del planeta

Israel y sus aliados regionales interceptan casi la totalidad de los más de 300 drones y misiles lanzados por Irán

Sigue en directo el ataque de Irán contra Israel

Tanques israelíes avanzan hacia posiciones egipcias en la península del Sinai, en la Guerra de los Seis Días ARCHIVO ABC
Isabel Gutiérrez Rico

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En el libro súper ventas 'La guerra del retorno' (Nagrela Editores), dos de los más reputados intelectuales de Israel, el periodista y académico Adi Schwartz y la ex diputada laborista Einat Wilf, plantean el 'derecho de retorno' palestino como el mayor obstáculo para una paz duradera en una región en permanente conflicto desde que en 1948 estalló la primera Guerra árabe-israelí tras la Declaración de Independencia de Israel, el 14 de mayo de aquel mismo año, en el territorio asignado por el Plan de la ONU para la partición de Palestina de 1947. Cinco estados árabes vecinos (Líbano, Siria, Transjordania, Irak y Egipto) rompieron hostilidades contra el recién creado Estado judío.

Entonces, 700.000 palestinos se vieron obligados a abandonar sus hogares y más de setenta años después, aunque la mayoría de sus viviendas han desaparecido, millones de sus descendientes siguen inscritos como refugiados. Sin echar raíces, demandan su asentamiento en el Estado de Israel basándose en su 'derecho de retorno': este es el mayor obstáculo para una paz duradera en la región. En palabras de Einat Wilf, en una entrevista para ABC en noviembre de 2023, «el Estado de Israel fue capaz de obtener la independencia y los países árabes no tuvieron éxito a la hora de impedirlo. Nuestro país es el resultado de un alto el fuego».

La noche del sábado al domingo, por vez primera en su historia, Israel fue atacado por Irán, un Estado persa, con más de 300 drones y misiles. Teherán asegura que es su respuesta al ataque israelí del 1 de abril a su consulado en Damasco (Siria), que causó la muerte, entre otros, del general de brigada Mohamed Reza Zahedi, uno de los comandantes de más alto rango de la Guardia Revolucionaria. Una escalada bélica que, tras cuatro guerras árabe-israelíes, tres intifadas o insurrecciones palestinas y una guerra abierta en la franja de Gaza contra Hamás, vuelve a poner en estado de 'shock' Oriente Próximo y en vilo al mundo entero.

He aquí las cuatro guerras árabes de Israel que precedieron a la inflamable situación actual en el tablero de Oriente Próximo

Guerra árabe-israelí de 1948

La conocida por Israel como Guerra de la Independencia o Guerra de Liberación, o lo que para los palestinos y árabes fue 'Al Nakba' ('el Gran Desastre'), fue el primero de una serie de conflictos armados entre Estado de Israel y sus vecinos árabes. Las Naciones Unidas habían acordado la partición del Mandato Británico de Palestina en dos estados: uno judío, con el 55% por ciento del territorio, y otro árabe, con el resto del territorio excepto el área circundante de Jerusalén y Belén, que sería considerada una zona internacionalizada. Esta resolución fue aceptada por los dirigentes judíos, pero rechazada por las organizaciones paramilitares sionistas y por los árabes.

Refugiados palestinos se dirigen al Líbano, tras el estallido de la guerra de 1948 ARCHIVO ABC

Dicho mandato expiró el 15 de mayo de 1948 y, nada más retirarse los británicos de la región, tropas egipcias, iraquíes, libanesas, sirias y transjordanas, apoyadas por voluntarios libios, saudíes y yemeníes, comenzaron la invasión del recién proclamado Estado judío. Se libró en su mayoría en fren­tes «abiertos». Las zonas hebrea y ára­be estaban entremezcladas y fue un conflicto más de golpes de mano y de guerrilla que de grandes movimientos.

Pese a la superioridad demográfica árabe, las fuerzas de ambos contendientes estaban bastante igualadas. Y las tropas israelíes opusieron un mando unificado frente a la ausencia de un plan de acción conjunto por parte de las naciones árabes. La guerra se prolongó un año y dos meses, hasta el 20 de julio de 1949, dando a Israel como vencedor. Gracias a ello, los judíos aumentaron su territorio en cerca de un 23 % más de lo asignado inicialmente (casi 6.000 kilómetros cuadrados), mientras que la franja de Gaza y Cisjordania fueron ocupadas por Egipto y Transjordania respectivamente.

Se calcula que Israel perdió cerca del 1 % de su población total durante los ataques: 6.373 personas. De ellos, 4.000 eran soldados y el resto civiles. En lo que respecta al mundo árabe, el número de muertos nunca se esclareció del todo, pero se estima que pudieron estar entre los 10.000 y los 15.000.

Guerra de Suez de 1956

El 29 de octubre de 1956 se desencadenó la invasión conjunta de Egipto por parte de Israel, que ocupó la península del Sinaí, y Francia y Reino Unido, que enviaron paracaidistas a Puerto Said y el Canal de Suez. La 'cuestión del Canal de Suez' como 'ca­sus belli' abría una ofensiva militar de los tres países contra el ré­gimen de Nasser.

Las fricciones de la Guerra Fría, ausentes durante la primera guerra árabe-israelí, no tar­daron en hacer acto de presencia en Oriente Próximo al comienzo de la déca­da de los 50. La URSS había sido partidaria del establecimiento del Estado de Israel, pero no tardó en inclinarse hacia los países árabes, suministrándoles armas y apoyo político en sus rei­vindicaciones; mientras, en Siria y Egipto se establecían regímenes afines ideológicamente a la URSS, mezcla de panarabismo y socialismo.

La campaña israelí, llamada 'Ope­ración Kadesh' y dirigida por Moshe Dayan, jefe de Estado Mayor, comenzó el 29 de octubre, buscando más el co­lapso que la destrucción del Ejército egipcio. Un asalto aerotransportado al Paso de Mitla, en el centro del Sinaí, actuó de finta y engañó a las fuerzas egipcias, mientras el ataque principal tenía lugar en Gaza y sobre todo en el sur, en dirección al puerto de Sharm el-Sheij, puerta de los Estrechos de Tirán y el Golfo de Aqaba. El plan fun­cionó a la perfección.

Aunque militarmente los aliados alcanzaron todos sus objetivos, la presión diplomática conjunta de la URSS y EE. UU. forzó a estos a retirarse, en lo que los países árabes consideraron una victoria política. Como consecuencia de esta guerra, la ONU decidió el despliegue de una fuerza de cascos azules entre Egipto e Israel; sin embargo, Israel se negó a permitir el acceso a las fuerzas de interposición de la ONU, conocida como UNEF, por lo que solo se pudo desplegar en la parte egipcia de la frontera.

El acercamiento franco-israelí también trajo el desarrollo de la energía nuclear israelí, que se materializó en 1958 en la creación de la central nuclear de Dimona.

En este contexto, los árabes comenzaron a organizarse en diferentes asociaciones para resistir. La más importante fue la OLP (Organización para la liberación de Palestina), fundada en mayo de 1964 en Jerusalén con el apoyo de la Liga Árabe y a instancias del presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, como organización palestina unificada.

Guerra de los Seis Días de 1967

Fue una victoria fulminante sobre los ejércitos de Egipto, Siria y Jordania. Israel, que acababa de cumplir 19 años, lanzó el 5 de junio de 1967 'una guerra preventiva', después de que el presidente egipcio, Gamal Abdel Nasser , desplegara a su Ejército en la península del Sinaí, cerrara el estrecho de Tirán y forzara la retirada de los cascos azules interpuestos entre Egipto e Israel.

Soldados israelíes celebran su victoria en la Guerra de los Seis Días, en 1967 ARCHIVO ABC

En seis días, los israelíes conquistaron Gaza, Cisjordania, la meseta siria del Golán y el Sinaí egipcio. Durante este conflicto, entre el 5 y el 10 de junio de 1967, Israel arrebató el control de Gaza a Egipto y ocupó Cisjordania y Jerusalén Oriental, zonas que siguen bajo su control. Lo hizo mediante la 'Operación Foco': un 'raid' fulminante contra la aviación egipcia, tan agresiva que solo doce aeroplanos permanecieron en el país hebreo para defenderlo, mientras que 183 se lanzaron contra los objetivos.

Los cazas y bombarderos judíos destruyeron siete de cada diez aviones egipcios, la mayoría en tierra. En menos de una semana, Israel se impuso a una coalición de varios países árabes respaldados por otros más. Se calcula que murieron veinte soldados musulmanes por cada baja judía. El 70% de la maquinaria bélica árabe, más de 800 tanques y unos 400 aviones, fue destruida.

En aquellos seis días, murieron 777 judíos y 2.563 resultaron heridos, además de 15 prisioneros. Por parte de Egipto los fallecidos se situaron entre 9.800 y 15.000, a los que habría que sumar 45.000 heridos y 4.338 prisioneros. En este mismo bando murieron también 700 jordano, 2.500 heridos y 533 prisioneros.

En noviembre de 1967, Naciones Unidas adoptó la resolución 242, que afirma que «el acatamiento de los principios de la Carta requiere que se establezca una paz justa y duradera en Oriente Próximo», la cual incluya la aplicación de los dos principios: retirada de las Fuerzas Armadas israelíes de los territorios que ocuparon durante el conflicto y terminar «con todas las situaciones de beligerancia o alegaciones de su existencia, y respeto y reconocimiento de la soberanía, integridad territorial e independencia política de todos los Estados de la zona y de su derecho a vivir en paz dentro de fronteras seguras y reconocidas y libres de amenaza o actos de fuerza.

Guerra del Yom Kipur de 1973

Hasta la fecha, ha sido la última gran guerra entre Israel y sus vecinos árabes, cuando Siria y Egipto atacaban por sorpresa al Estado judío aprovechando la gran fiesta religiosa judía del Yom Kipur, con objeto de recuperar los territorios perdidos en 1967. Para los israelíes es la guerra del Yom Kipur, mientras que para los árabes es la guerra del Ramadán o de Octubre.

El 6 de octubre de 1973, aprovechando el día de fiesta en Israel, durante la cual la población israelí estaba en su casa ayunando, Egipto y Siria lanzaron su ataque contra el Estado judío. El Ejército egipcio cruzó rápidamente el canal de Suez, superando las defensas israelíes, mientras que, las fuerzas sirias avanzaron en los Altos del Golán.

Tanto el presidente egipcio, Anuar el Sadat, como el presidente sirio, Hafez al Assad, se habían tomado las derrotas en las guerras del Canal de Suez (1956) y de los Seis Días (1967), como batallas perdidas de un conflicto que no había acabado. En la última, Israel había conseguido conquistar la península del Sinaí, la franja de Gaza, Cisjordania, los Altos del Golán y, sobre todo, Jerusalén. Era la hora de recuperarlo todo de una vez, para lo que consiguieron el respaldo de varios países árabes.

Baterías del Ejército israelí de 155 mm, abriendo fuego contra las posiciones sirias en la Guerra de Yom Kipur, en 1973 ARCHIVO ABC

El Gobierno israelí, presidido por Golda Meir, estaba tan convencido de su superioridad militar que desoyó los informes de sus servicios de inteligencia. Cuando quisieron darse cuenta, Siria había lanzado ya su ofensiva contra los Altos del Golán, primero bombardeando las fortificaciones fronterizas israelíes y, después, iniciando un avance arrollador con 30.000 soldados y 1.260 carros de combate.

Egipto se encargó de la península del Sinaí, desencadenando un verdadero infierno sobre la línea de Bar Lev, la cadena de fortificaciones construidas por Israel a lo largo de la costa este del canal de Suez. En el ataque utilizaron 150 cazabombarderos MIG-21, 800 tanques y cerca de 9.000 hombres. El ataque árabe fue de tal envergadura que, dos días después, el ministro de Exteriores israelí, Abba Eban, aprovechó para decir en la ONU que si hubieran estado asentados en las fronteras de 1948, el año en que fue declarado el estado de Israel, su país habría desaparecido.

Siria y Egipto consiguieron hacerse por momentos con sus objetivos. De hecho, las tropas de Anuar el Sadat llegaron a cruzar el Canal de Suez, pero la capacidad de respuesta de Israel permitió que, con el rápido regreso de los reservistas a sus puestos de combate, recuperara el terreno. El 22 de octubre, los árabes se vieron obligados a aceptar el alto el fuego del Consejo de Seguridad de la ONU y a emprender negociaciones para alcanzar una paz justa y duradera, aunque la resolución no hizo, finalmente, ninguna mención a la retirada de Israel a las fronteras anteriores a 1967. En esta acción bélica los muertos se cifran en 13.500 soldados: 2.500 israelíes, 3.500 sirios y 7.500 egipcios.

Una vez recuperada la península del Sinaí, Anuar el Sadat, presidente de Egipto, decidió parar el frente egipcio dando por buena la recuperación de su antiguo territorio. Esto permitió a Israel concentrar todas sus fuerzas en el frente norte y recuperar la iniciativa bélica. El 17 de septiembre de 1978, el presidente egipcio El Sadat y el primer ministro israelí Menachem Begin firmaron los Acuerdos de Paz de Camp David en presencia del presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter. Este acuerdo supuso el primer tratado de paz de Israel con un país árabe y la aplicación por primera vez en la historia de Israel de la doctrina de paz por territorios, establecida en la resolución 242 de la ONU en 1967.

La firma de un tratado de paz con Israel fue considerada una traición en el mundo árabe y motivaría, en 1981, el asesinato del presidente egipcio El Sadat en un desfile militar.

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