Cual en el vértice de un aéreo monte, perlúcido, un río brolla de su musgosa piedra, el cual, cuando desde un inclinado valle en picado llegó rodando, por mitad su camino transita de un denso pueblo, 60 dulce alivio para el viandante cansado en su sudor, cuando el grave estío los abrasados campos quebraja; e igual que en un negro tornado lanzados unos navegantes, más lenemente soplando un aura favorable les viene ya cuando su plegaria de Pólux, ya de Cástor han orado: 65 tal fue para nos de Alio el auxilio.
Aquel corazón tan noble, Tan ardoroso y altivo Que hallaba el mundo pequeño A sus gigantes designios; Es hoy un hueco poblado De sombras que no hacen ruido Sombras de sueños dispersos, Como neblina de
estío.
Olegario Víctor Andrade
El sol cae esplendoroso sobre la mitad de la calle, iluminando con sus rayos de estío las húmedas y floridas macetas que embellecen las rejas y los balcones de las humildes viviendas...
«Es mi delicia aguardar espiando en la linde del camino, donde la sombra persigue a la luz y la lluvia avanza sobre las huellas del estío.
Bárbaro gozo en su ceñuda frente resplandeció, como en el seno oscuro de nube tormentosa en el
estío relámpago fugaz brilla un momento que añade horror con su fulgor sombrío.
Manuel José Quintana
Tantas la acosan al fin, que queda sin miel, y ajada. ¡Ay de las cándidas flores, si alzan su capullo tierno del
estío a los ardores!
Ramón de Campoamor
CLEMENTE Corona del donaire, honor del brío eres, bella gitana, frescor de la mañana, céfiro blando en el ardiente
estío; rayo con que Amor ciego convierte el pecho más de nieve en fuego; fuerza que ansí la hace, que blandamente mata y satisface.
Miguel de Cervantes
La col acabó por tener tales dimensiones que, en el rigor del
estío venía una manada de carneros a sestear a su sombra y a guarecerse de los ardientes rayos del sol.
Juan Valera
Aquí la verde pera con la manzana hermosa, de gualda y roja sangre matizada, y de color de rosa la cermeña olorosa tengo, y la endrina de color morada; aquí de la enramada parra que al olmo enlaza melosas uvas cojo; y en cantidad recojo, al tiempo que las ramas desenlaza el caluroso
estío, membrillos que coronan este río.
Félix Lope de Vega y Carpio
émplase ya del fatigoso
estío El fuego abrasador: del yerto polo Del septentrión los vientos sacudidos, Envueltos corren entre niebla oscura, Y a Cuba libran de la fiebre impura.
José María Heredia
La cárdena mole ejemplar del edificio modifica, según la estación, su carácter merced a este manto de espesura tendido a sus plantas, que es en invierno cobrizo, áureo en otoño y de un verde oscuro en estío.
Hermana de la leche y las bellotas, Reinas supremas del dorado siglo. La miel es como el sol de la mañana, Tiene toda la gracia del Estío Y la frescura vieja del Otoño.