El asombroso Mauricio (2022)

El astuto gato Mauricio acompaña al joven Keith de pueblo en pueblo llevando a cabo una estafa con un grupo de simpáticas ratas parlantes. Éstas provocan el caos allá donde van y luego, a cambio de unas monedas recolectadas por Mauricio, el joven Keith llega al lugar como supuesto salvador, al estilo flautista de Hamelín. Sin embargo, ahora al llegar al siguiente pueblo, Mal-Balden, comprueban que algo raro está ocurriendo: la comida desaparece misteriosamente y la hambruna hace estragos. Mauricio y Keith se aliarán allí con Malicia, una intrépida jovencita para descubrir la causa de las desgracias.

Briosa y divertida adaptación de la novela “El asombroso Mauricio y sus roedores sabios” de Terry Pratchett a cargo de Toby Genkel, realizador de obras notables como ¡Upsss! ¿Dónde está Noé? o Yakari. Con la ayuda del debutante Florian Westermann logra cautivar con una historia enormemente imaginativa, llena de hallazgos y momentos cómicos, que es además un osado homenaje al mundo de los cuentos y donde el guión del experto Terry Rossio y del propio Genkel encauza maravillosamente las trepidantes aventuras, con varios hilos narrativos, relatados con claridad, y con muchos personajes que no pierden un ápice de sus diferentes personalidades.

Por supuesto, además de la aventura que corren los protagonistas, que deberán salvar al pueblo de la hambruna, El asombroso Mauricio destaca por su continuo humor, bastante inteligente, con escenas muy graciosas, como la del encuentro con Malicia, la de la pelea de apuestas entre perros y ratas, la escena del envenenamiento con laxantes o el arriesgado momento del onírico encuentro con la Muerte. Tiene además enorme gracia el pasaje en el que se explica el origen de los nombres de las ratas –Peligro Alubias, Melocotones, Sardinas, Escabeche, etc–. Entre los personajes es especialmente atractivo el de Malicia, la ávida lectora de libros que narra la historia y a la vez coprotagonista de su propia creación. Pero resultan también muy originales el propio Mauricio o las ratas Peligro Alubias –la sabia hechicera– o Sardinas, una bailarina de claqué poco usual.

Aparte de hacer referencia a cuentos clásicos como “El flautista de Hamelín”, resultan simpáticas las referencias al conejil "libro sagrado", las explicaciones sobre como se hila un buen relato, la importancia de los giros en una historia y qué características ha de tener un cuento para ser “narrativamente satisfactorio”, además de que se le saca partido a la idea de que no es lo mismo usar únicamente la técnica para hacer música a cautivar con una obra de arte, como le explica Malicia a Keith a propósito de la flauta. Por lo demás, llama la atención la calidad de los dibujos, con un acabado visual magnífico, sobre todo en los detalles del pueblo medieval con casas típicas del norte de Europa y en la expresividad de todos los personajes.