¿Siete millones de puntos Pepsi para ganar un avión de combate? Debería haber sido imposible. Pero John Leonard de 20 años ve el anuncio en 1995... y encuentra un vacío legal.
John y Todd perfeccionan su plan. Envían sus puntos Pepsi y su cheque, y esperan. Los ejecutivos de Pepsi intentan ingeniárselas y aparecen los abogados.
El Pentágono comunica su postura, y empiezan a aparecer estafadores. Para ganar el caso, John debe someterse al juicio de la opinión pública.
Entrevistados filipinos recuerdan una campaña publicitaria de 1992 que salió tan mal que terminó provocando disturbios y muertes. En 1999, se termina la batalla legal.