SIVAINVI - Philip K. Dick - Opinion.Leido
SIVAINVI
SIVAINVI Philip K. Dick
Título original: Valis
Año de publicación: 1981
Editorial: Ultramar
Colección: Ciencia Ficción nº 72
Traducción: Rubén Masera
Edición: 1988
Páginas: 281
ISBN:
Precio: ---

Es indiscutible que resulta aventurado opinar sobre una novela que se ha dejado de lado, por puro aburrimiento, en la página 100.

Pero es que en este caso ni novela ni nada. SIVAINVI es otra más de las muchas tomaduras de pelo y faltas de respeto hacia el lector que es posible encontrar en las estanterías de las librerías.

Y no es que esté mal escrita, Dick es un buen escritor y, aún pasado por el tamiz de la traducción eso se nota, simplemente SIVAINVI no es una novela. Durante estas primeras cien páginas Dick se limita a describir las paranoias del protagonista (el mismo o un alter ego, vaya usté a saber), las paranoias de los amigos del protagonista y las paranoias de los médicos del protagonista. De cuando en cuando hay algún episodio gracioso, como la estancia del tal Amacaballo Fat en el manicomio, pero cuando se acaban las anécdotas chuscas el resto es pura cháchara, pesada y tan indigerible que hay que apartar el plato y darse un paseito para evitar en lo posible la indigestión.

Sospecho, y esto en cierto modo me lo han confirmado los contertulios de S&F R.34, de Fido, que en sus últimos años Dick fue exprimido, literalmente, por sus editores, sorprendidos por el éxito que tenía en Europa y la débil repercusión entre los aficionados en USA. Para ello nada mejor que editar todo lo que Dick escribiera, sin un mínimo de criterio, y dándole todo el bombo posible.

El proceso que sigue es bien conocido. Al grupito de exquisitos de turno el libro les parece La obra de un maestro... la culminación de la carrera altamente literaria de un escritor, a nadie se le pasa por la mente decir que el rey está desnudo, so pena de pecar de burro, y el disparate se perpetua hasta el infinito.

Y hay que decirlo; SIVAINVI ni es una novela ni, por supuesto, ciencia-ficción, y si, como dice Antonio Rodriguez Babiloni, un plomazo con mucha entidad.

¿De que va SIVAINVI? Pues del relato de la bajada al infierno del tal Amacaballo Fat, contado en una extraña tercera persona por él mismo, y con una capa bien gruesa de citas eruditas y cháchara metafísica con tanto sentido como el parloteo de un periquito. Amacaballo Fat se pasa buena parte del tiempo dando sesudas explicaciones sociológicas y clínicas de las razones de su locura, las relaciones de esa locura con la teología y la metafísica, de la responsabilidad de familia y amigos en esa locura y, en definitiva, aburriendo soberanamente al lector.

Y para colmo, ve a Dios.

Quizá debiera matizar que probablemente hubiera acabado SIVAINVI si no me la hubieran vendido como novela de ciencia-ficción, que es lo que tenía intención de leer, pero nada de esas cien páginas hace suponer que sea ciencia-ficción (y ya digo que tampoco me hacen suponer que sea una novela) Obviamente esperaba encontrarme con el Dick de UBIK, EL HOMBRE EN EL CASTILLO, PODEMOS CONSTRUIRLE, y en menor medida con el de NUESTROS AMIGOS DE FROLIK 8, DEUS IRAE o ¿SUEÑAN LOS ANDROIDES CON OVEJAS ELÉCTRICAS? Nunca con... esto.

Un editor con el que tuve oportunidad de charlar me comentó que él daba sólo cuarenta páginas a los escritos que le presentaban. Si tras esos aproximadamente veinte folios, la cosa no funcionaba, rechazaba el libro y a otra cosa, mariposa. Obviamente, nunca hubiera publicado SIVAINVI por si misma, pero como dijo cierta vez el Trecet en Diálogos­ respecto a la tontería de los exquisitos; Piensan que Si [El Artista Antes Llamado] Prince se tira un pedo, está haciendo música. Respecto a Dick se podría decir; Todo lo que Dick escriba es bueno y ciencia-ficción.

O lo que dijo John Campbell; Historias de ciencia-ficción son todas aquellas que compran los editores de ciencia-ficción. Ellos entienden del tema y sabrán que clase de políticas empresariales aplican, pero que no tomen a los lectores por gilipollas.

© Francisco José Súñer Iglesias, (663 palabras) Créditos

Dick estuvo muy enfermo con un diagnóstico de esquizofrenia paranoide sobre sus espaldas, para mi falso y que traducía mas sus problemas con las drogas y sus propias desaventuras personales que no una patología psicótica franca.

En este momento a Dick le dicen o se cree o... que está curado, se convierte en un hombre religioso, aunque con una religiosidad muy sui generis. El catolicismo o lo que sea de Dick parece que solo tenía un seguidor, el mismo.

SIVAINVI nace de dos motivos, uno de ellos es que los editores se han dado cuenta de que Dick que es un novelista casi desconocido entre el público USA es en cambio un novelista de culto en Europa y entre los aficionados a la SF y parece que sus libros interesen incluso a compañías cinematográficas. Por ello presionan a Dick para que siga escribiendo y este les larga un horrible panfleto en tres partes (SIVAINVI, LA TRASMIGRACIÓN DE TIMOTHY ARCHER y RADIO LIBRE ALBEMUT) con sus nuevas creencias religiosas presidiendo esta trilogía.

Trilogía con nula relación entre sus libros, salvo entre el primero y el tercero y con una temática que se hace poco a poco mas dickiana. LA TRANSMIGRACIÓN DE TIMOTHY ARCHER se puede leer como un buen bromazo a costa de la religión, al mismo tiempo que expone sus problemas personales con respecto a esta y RADIO LIBRE ALBEMUT es una pesada paradoja del autor, en que aparece por primera vez este con su nombre y apellidos en la trama, en UNA MIRADA EN LA OSCURIDAD se identifica como protagonista en el epílogo.

Lo que mas me interesó de este libro fue la parodia de la vida de los universitarios californianos hecha desde el punto de vista de Dick. Es curioso que al final en este libro políticamente y salvando lógicas distancias Dick se acerque mas a Heinlein de lo que parecería normal en la trayectoria del autor y pese a su conversión religiosa.

Eso si, SIVAINVI es un plomazo de mucha entidad. Si Galileo hubiese probado a lanzarlo desde la torre de Pisa en lugar de hacer sus pruebas con balas de cañón, puede ser que hubiese podido comprobar que en ocasiones, no solo la pluma es mas poderosa que la espada, sino que el papel pesa mas que el acero.

© Antonio Rodriguez Babiloni, (383 palabras) Créditos

En SIVAINVI, obra compleja a la que Dick dedicó tres años de su vida, se nos cuenta la historia de Amacaballo Fat (el propio Dick) que después de una (real o imaginaria, la novela no lo aclara) experiencia mística (a consecuencia de diversos traumas en la vida del personaje) recibe distintas revelaciones sobre el mundo y su devenir, descubriendo, por ejemplo, que el tiempo real llego a su término en el 70 d.c. con la caída del Templo de Jerusalén, que se resume en la frase El Imperio nunca tuvo fin (volviéndose a repetir el tema dickiano de la realidad trastocada). A partir de este punto, la novela se convierte en una búsqueda de la realidad divina, particularmente en la forma de unas exégesis escritas por el propio Amacaballo. Se suceden a lo largo de la novela las discusiones teológicas en un intento de los personajes de aclarar las visiones de Fat, y en suma sus propias ideas.

SIVAINVI, siglas de Sistema de Vasta Inteligencia Viva, no es sino el título de una película que ven los personajes del libro; una película que en cierta forma los dirige. No es de desdeñar que las claves principales aparezcan en una obra cinematográfica que, como obra de ficción, no es neutral con respecto a la realidad.

El ambiente de la novela es desquiciado. No se aclara en ningún momento lo que corresponde a la realidad y lo que es pura fantasía, como no podría ser de otra forma tratándose de Dick. No en vano intuimos que el narrador, un personaje llamado Philip K. Dick y que escribe novelas de ciencia-ficción, tampoco está del todo en sus cabales, y que es incapaz de comprender su propia vida y menos la de Amacaballo. Dick, sin embargo, no juega con nosotros, él tampoco conoce la solución (si existe), y parece plantear su obra como un ejercicio abierto a la interpretación del lector, de la misma forma que las exégesis de Amacaballo están abiertas a la interpretación del resto de los personajes. No hay que olvidar que Dick no creo sus mundo alucinatorio de forma racional, más bien es una expresión de sus sentimiento, por lo que es obvio que sus novelas no pueden ser un simple juego de sustituciones en el que se pueden cambiar los elementos clave por su significado. No hay mensaje oculto de antemano; la novela es sincera, nos plantea un conjunto de interrogantes y no aspira a dar soluciones. No tiene moraleja

Leí SIVAINVI por primera vez creo que a los 17 años y me gustó mucho, he de confesarlo, y se que estoy solo en este caso. Pero creo que SIVAINVI no está desprovista de méritos dentro de la obra de Dick. Diré antes que nada que creo que si la obra de Dick es recordada en el futuro, lo será por sus novelas realistas. Dentro de la ciencia-ficción, Dick en el autor más parecido a un autor de literatura general, porque sus preocupaciones son las preocupaciones de un autor de literatura general y los elementos de ciencia-ficción que introduce tiene en ocasiones como único fin el hacer vendible la novela. Pero Dick comenzó siendo autor de ciencia-ficción y finalmente tuvo que morir siendo autor de ciencia-ficción. Es también Dick lo más cercano que hemos tenido a un loco en el género, porque la mayor parte de sus imágenes parecen el resultado de unos profundo desequilibrios mentales. Siempre me he sentido fascinado por la forma en que Dick debía ver el mundo: Ese mundo desquiciado, donde nada es los que parece, donde todo puede desaparecer súbitamente. Pocas veces dentro de la ciencia-ficción ha convertido un autor sus propias obsesiones en material literario y lo ha hecho tan bien. Pocos escritores han expresado el sentimiento atávico de la irrealidad del mundo.

SIVAINVI es dentro de la obra de Dick la más sincera. Dick reconoce prácticamente que estaba loco. Es el relato de un hombre que se conoce atrapado en su propia enfermedad de la que no sabe como escapar. En esta novela, Dick tomó su alma y la esparció por sus páginas, quizá en un intento de resolver sus problemas, o simplemente porque una de las labores de un artista es expresar las obsesiones que habitan en el corazón humano. Me gusta Dick porque supo traer un poco de brisa irracionalista a la ciencia-ficción. Nunca he sido un realista ingenuo, nunca he creído a pies juntillas en la realidad del universo, es simplemente algo que admito porque es conveniente, pero en el fondo, siempre he estado del lado de Dick: Yo también sospecho que el mundo es irreal.

© Pedro Jorge Romero, (775 palabras) Créditos
Extractado del artículo DIEZ NOVELAS DE CIENCIA FICCIÓN,

SIVAINVIrecibió una acogida bastante fría en todos los países cuando fue publicado, incluso en Francia, donde Dick gozaba de más prestigio. Es una novela de sabores agridulces, personalmente no la recomiendo si no se conoce previamente el rico universo de Dick, uno de los mayores talentos de la ciencia-ficción mundial. Joan Carles Planells, profundo conocedor de este autor, ya dijo en su día (Nueva Dimensión nº 145) que de partida es discutible llamarla novela.

Aunque el concepto que cada uno tiene de novela es por sí solo objeto de discusión.

Como obra de literatura general, Dick lo hizo mejor en CONFESIONES DE UN ARTISTA DE MIERDA (Colec. Avatares num. 4, Edic. Valdemar), o en LA TRANSMIGRACIÓN DE TIMOTHY ARCHER, que pese a que se divulgó en su día en Nebulae, de ciencia-ficción tiene bien poco.

© José Antonio Suárez, (137 palabras) (es.rec.ficción) Créditos