coyote


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coyote

(Del náhuatl coyotl.)
s. m. ZOOLOGÍA Mamífero carnívoro de la familia de los cánidos, próximo al lobo, aunque más pequeño, de color gris con manchas rojizas, que vive en Norteamérica.
NOTA: Nombre científico: (Canis latrans.)
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

coyote

 
m. zool. Mamífero carnívoro (Canis latrans), parecido al lobo. Es de color gris amarillento y del tamaño de un perro mastín. Habita en México y sudoeste de E.U.A.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.

coyote

(ko'yote)
sustantivo masculino
zoología tipo de lobo, pero más pequeño de color gris que vive en América Los coyotes se alimentan de roedores.
Kernerman English Multilingual Dictionary © 2006-2013 K Dictionaries Ltd.
Sinónimos

coyote

nombre masculino
1 (C. Rica) chismoso pícaro
2 intermediario (México)
Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Traducciones

coyote

coyote

coyote

coyote

coyote

coyote

coyote

coyote

coyote

Coyote

coyote

Койот

coyote

Coyote

coyote

コヨーテ

coyote

코요테

coyote

Coyote

coyote

SM
1. (Zool) → coyote, prairie wolf
2. (Méx, CAm) (= intermediario) → fixer; (= sablista) → con man; (= guía) guide for would-be immigrants to US
3. (Méx) (Com, Fin) → speculator, dealer in shares
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005
Ejemplos ?
Entonces avanzaron, colas acercadas, el venado, el conejo; los asieron pero no arrancaron más que la extremidad de la cola del venado, que se les quedó entre las manos: habiendo asido la cola del venado, la cola del conejo, dichas colas fueron acortadas. El zorro, el coyote, el cerdo, el puerco-espín, no se dieron a ellos.
Aprovechando ese momento, el perro viejo salió ladrando cual si estuviera en sus mejores tiempos de joven. Y siguió al coyote que hipócritamente parecía huir.
EL COYOTE Y EL PERRO VIEJO No bien anduvo el coyote unos cuantos montes, cuando miró desde lo alto de uno de ellos, una hermosa magueyera que se extendía por un pequeño y bien arbolado llano.
El coyote se puso listo y astutamente se deslizó hasta donde se encontraba el negro animalejo y de un salto lo atrapó y le sirvió de estupendo manjar.
El perro viejo abrió los ojos pesadamente, pues dormitaba, y le respondió al coyote: -Pus ya ves, aquí nomas, calentándome un poco.
Del bosque sale un buen puma y a sus amigos se suma. Corre que corre un coyote y le da un pequeño elote. El lobo malo ya es bueno y le canta muy ameno: -Amigos como la rana, amigos por miles gana.
Por ejemplo, en el mercado vemos el café ya empaquetado, en su bolsita o frasco muy bonitillo, pero no vemos al campesino que sufrió para cosechar el café, y no vemos al coyote que le pagó muy barato su trabajo, y no vemos a los trabajadores en la gran empresa dale y dale para empaquetar el café.
De nuestra ínclita parte americana allí miro al Cebú, oigo al Coyote aullar en la junta soberana, el Huanaco, el Espín, el Ocelote, el Babirusa, el Llama y el Zorrillo, el tardo Armado, el Corzo y el Pizote; el bravo Jabalí de cruel colmillo, el gordo Tepescuinte, grato al gusto; el Onagro también y el Huroncillo, todos a consultar el común susto se congregan de ambos continentes, y forman el congreso más augusto.
Se parecería a los coyotes que siempre desean alimento, aunque en este caso, el sustento habría de ser la poesía y el anhelo de comprender hasta en los mínimos detalles el mecanismo de la naturaleza universal. Entonces los sabios astrónomos dictaminaron su nombre: -Se llamaría NEZAHUALCOYOTL, esto es, coyote hambriento de saber.
¡Un coyote! ¡Ea, perros! ¡perros! ¡Cantarino! ¡Muchachuelo! ¡Ladrador! ¡Ceniciento! ¡Ataquen al coyote! Sin embargo, era más el escándalo que producían sus voces que la aparición de los canes.
Así anocheció y al día siguiente, en cuanto el coyote estuvo seguro de que los hombres y sus perros se habían marchado, luego de estar espiando un buen rato, llegó a la casa de los amos del perro viejo y se introdujo en el corral.
De inmediato se metió al gallinero y sacó el mejor guajolote que lo miraba aterrado y como diciéndole: -¿Por qué me escogió a mi, señor coyote?- Y dando rienda suelta a sus aleteos y a sus gloglogloteantes gritos, las mujeres que habían quedado, salieron alarmadas: -¡Un coyote!