Dónde y cómo ver Gorilas de Montaña

Nuestros guías nos detuvieron, se pararon y esperaban a que el grupo se juntara, “debemos estar cerca”. Nos íbamos apretujando. Yo los observaba, mientras recuperaba el aliento de la empinada cuesta que estábamos subiendo. Callados y serios, un ranger y tres rastreadores, armados, hacían un muro entre nosotros y la oscura espesura, aquella que llevábamos una hora atravesando detrás de sus machetes. Crucé la mirada con uno de ellos, la aparté, y entonces lo vi, justo detrás, a apenas tres metros, allí sentado, como si no estuviéramos: UN GORILA DE MONTAÑA!!!!!!  Eso gritaba, pero por dentro, porque fui incapaz de hacer el más mínimo ruido. Los guías ahora sonreían, mi cara debía de ser un poema, los ojos desencajados y la boca abierta, mientras “jalaba” a Begoña del brazo como si quisiera arrancárselo, “ahiiiiiií, hay uno ahí” conseguí susurrarle.

Este momento ha sido uno de los mejores de mi vida, ha quedado grabado fuertemente en mi memoria, y aun puedo ver a ese gorila si cierro los ojos.

Ir en busca de los Gorilas de Montaña a través del Impenetrable Bosque de Bwindi es sin duda un must para todo amante de la naturaleza.

Los Gorilas de Montaña

Los gorilas son los primates más grandes que existen y los seres vivos con los que compartimos mayor parentesco, el 97% de nuestra información genética.

Hay dos especies de Gorilas, el gorila oriental (Gorilla beringei) y el gorila occidental (Gorilla gorilla). La primera de ellas se divide en dos subspecies, el Gorila oriental de planicie o llanura (Gorilla beringei graueri) y el Gorila de Montaña (Gorilla beringei beringei). Siendo este último el más escaso y amenazado de todos.

Dónde viven

Actualmente quedan Gorilas de Montaña en una superficie de unos 792 km² de superficie protegida localizada en el Parque Nacional del Bosque Impenetrable de Bwindi en Uganda, que alberga aproximadamente a la mitad de la población, y en las montañas de Virunga, espacio transfronterizo que comprenden el Parque Nacional de Virunga en el Congo, el Parque Nacional de los Volcanes en Ruanda y el Parque Nacional Mgahinga, en Uganda.

Cómo podemos verlos

Nota importante relativa a la situación de alerta sanitaria por COVID-19: Informaté en la página oficial de la situación actual y medidas preventivas. Se un turista responsable, los gorilas pueden verse afectados por nuestras enfermedades.

La actividad de observación de los gorilas de montaña se encuentra muy controlada, como no podía ser de otra forma tratándose de una especie en peligro de extinción, y ahora también un recurso tan preciado.

Solo podemos acceder a la visita reservándola con antelación a las autoridades locales.

Tanto en Uganda como en Ruanda existe la posibilidad de realizar esta actividad. (Por lo visto también en El Congo, pero debido a la inestabilidad de este país, los conflictos armados, y los continuos brotes de ébola no voy a entrar ni ha comentarla). La gran diferencia entre ambos paises es el precio, en Uganda son 700$ (actualmente hay una promoción, y hasta el 3o de junio es ta en 400$!!!), si, has leído bien, casi 500€, mientras en Ruanda va ya por más del doble, unos 1500$. Me comentaron que esta diferencia de precio es debido a que en Ruanda la garantía y facilidad para verlos es mayor que en Uganda.

No puedo opinar sobre Ruanda, porque no he estado, así que me voy a centrar en explicarte como es en Uganda, que es lo que he conocido y porque me parece mejor opción: por el precio; porque realmente las posibilidades de verlos rondan el noventaintantos por ciento; y porque este país cuenta con la mitad de la población, y por tanto, con la gran responsabilidad de conservarlos, prefiero que mi dinero se quede aquí.

Ver Gorilas de Montaña en Uganda

Como he comentado anteriormente, en Uganda hay dos Parques Nacionales donde habitan los Gorilas de Montaña y donde puede realizarse trekkings para su observación: El Parque Nacional del Bosque Impenetrable de Bwindi  y el Parque Nacional de Mgahinga.

En ambos Parques las condiciones de la actividad y el precio es el mismo, 600$. Pero la actividad es mucho más conocida en el Parque Nacional del Bosque Impenetrable de Bwindi. La razón es que en él la población de gorilas es mucho mayor, con unos 30 grupos familiares, 17 de los cuales se encuentran actualmente habituados a la presencia de turistas, mientras que Mgahinga cuenta con tan solo un grupo familiar.

Además Bwindi está más cerca de la capital y el aeropuerto internacional de Entebe, así como de otros centros turísticos de interés del país como son el Parque Nacional de Queen Elisabeth o el Parque Nacional de Mburo. Por lo que es más accesible a la hora de incluirlo en un tour. En cualquier caso el Parque Nacional del Bosque Impenetrable de Bwindi, el cual es Patrimonio de la Humanidad, cuenta con suficiente atractivos en sí mismo para su visita.

A favor del Parque Nacional de Mgahinga está precisamente que al ser menos visitado por turistas encontraremos mayor tranquilidad. Además, también está presente el mono dorado y tiene un mayor relevancia en cuanto a la cultura tribal Batwa.

Ver Gorilas de montaña en el Parque Nacional del Bosque Impenetrable de Bwindi

Esta es sin duda la opción que elige la mayoría y la que te recomiendo.

En Bwindi hay cuatro zonas donde se visitan los gorilas, el área de Buhoma, el área de Ruhija, el área de Nkuringo y Rushaga.

Es importante conocer en qué área tenemos la visita, para poder buscar el alojamiento, ya que aunque puedan parecer cercanas, las sinuosas carreteras de montaña del parque las hacen distantes más de una hora, lo que te puede suponer un gran madrugón. No obstante, la familia a visitar va a depender en último término de las consideraciones del Parque, por lo que puede ser que la cambien.

Para acceder al Parque hay que abonar la tasa de entrada, unos 40 $, aunque estos están incluidos en el permiso para hacer el treking de los gorilas. Es necesario que consigas este permiso previamente, ya que de lo contrario, una vez allí te va a resultar imposible.

Este permiso puede obtenerse hasta con dos años de antelación. Lo ideal es que si tienes pensado ir en temporada alta, de Junio a Octubre o durante las vacaciones de Navidad y año nuevo, lo reserves al menos con 5 o 6 meses de antelación. No obstante en temporada baja lo ideal es reservarlo con al menos 4 meses de antelación.

Ten en cuenta que solo se permite la visita a 8 personas por grupo familiar de gorila y día. Actualmente solo se conceden por tanto 137 permisos por día.

¿Cómo obtener el permiso?

El permiso lo da la Uganda Wildlife Authority (UWA) y es mucho más fácil obtenerlo a través de una agencia. Así te lo recomiendan directamente desde las páginas oficiales. No obstante puede solicitarse por libre dirigiéndose a la UWA por email (reservations@ugandawildlife.org) o por teléfono (+256 414 355 403/404/405/409/410.), y más efectivamente visitando sus oficinas en Kampala (Plot 7 Kira Road, Kamwokya, Kampala), cosa necesaria de todos modos parece ser para recoger el permiso una vez emitido.

Si contratas otros servicios con las agencias, como alquiler de coche, alojamientos, un tour, etc. lo más probable es que no te cobren nada por realizar este trámite, de no ser así, puede que se lleven una comisión entre 60 y 100$.

A no ser que dispongas de mucho tiempo para visitar Uganda con tranquilidad yo te recomendaría que contaras con los servicios de alguno de los operadores, te van a facilitar muchísimo las cosas, incluso puede que te salga hasta más barato ya que ellos disponen de mejores precios con los alojamientos, sumado al tiempo que vas a ahorrar en preguntar e investigar desde luego merece la pena.

Cuando es la mejor época para ir

La actividad de observación de gorilas de montaña puede realizarse en cualquier época del año. Aunque lo mejor es evitar las estaciones de lluvias, las cuales van desde octubre a noviembre y desde mediados de marzo a mayo.

Por tanto, los mejores meses para realizar la visita serían los de junio, julio, agosto y septiembre, y también diciembre y enero.

Desarrollo de la actividad de observación de los Gorilas de Montaña y mi experiencia

Antes

El trekking comienza por la mañana muy temprano. Antes de comenzar, o la tarde previa, es obligatorio acudir a un breve resumen en el centro de visitantes, donde te informan de las normas de la actividad, básicamente las siguientes:

• La duración de la visita con los gorilas es de 1 hora
• No está permitido fumar, comer o beber durante esa hora.
• No está permitido sacar fotos con flash.
• Debe mantenerse una distancia de seguridad con los gorilas de al menos 7 m.
• No puede realizarse la actividad en caso de estar resfriados o con alguna enfermedad contagiosa, ya que debido a nuestro parentesco con los gorilas podemos transmitirles nuestras enfermedades. Por la misma razón, si se tose o estornuda hay que hacerlo con precaución de no dirigirnos hacia ellos.
• No debe mirarse a los ojos a el espalda plateada.
• Debemos permanecer en silencio y no realizar movimientos bruscos.

También te presentan al grupo familiar de Gorilas de Montaña que te ha tocado visitar.

El inicio

En el punto de encuentro a la hora acordada habrá esperando al grupo un ranger y un grupo de personas vestidas con un mono gris. Estos son los porteadores.

Por la dificultad del treking, te recomiendan que contrates algun porteador para que ayude a llevar las cosas. En nuestro caso, nuestro guía nos dijo la noche anterior que contrataríamos uno para el grupo. Sin embargo, una vez allí,  debido a una serie de inconvenientes que tuvimos que retrasó nuestro comienzo  a las 11 de la mañana sumado a que nos dijeron que íbamos a tener que andar bastante porque los gorilas se encontraban lejos, finalmente casi todos los del grupo contratamos uno. Y fue una decisión muy acertada, no solo porque fueron de gran ayuda durante el treking, si no porque es una forma directa de ayudar a la población local y hacer que el dinero de esta actividad revierta en ellos. Son solo 10 $ por porteador.

Se lo que estas pensando, si, ya hemos pagado 600$! Por lo que pude saber, como te dije esta actividad está muy controlada, y todo este dinero va para el gobierno, que se está esforzando en poner en práctica medidas de conservación que están dando sus frutos, así como otras medidas beneficiosas para el país. Pero lo cierto es que aquella zona me pareció de las más pobres que visitamos en Uganda.

Nos ponemos en marcha

Antes de comenzar la marcha los porteadores nos cogieron las mochilas, la verdad que no hubiera hecho falta, pero bueno, insistieron, estaban contratados para eso.

El porteador que tiene tu mochila no se separa de ti en ningún momento, y cada vez que nos parábamos se colocaba delante por si necesitaba coger algo.

Cuando comenzó lo chungo, justo antes de adentrarnos en la selva, en una bajada con una pendiente de 45 % por una plantación de té totalmente embarrada, mi porteador me cogió la mano y ya prácticamente no me la soltó hasta que vimos a los gorilas. Tampoco había necesidad de tanta ayuda, pero me salvó de más de un resbalón.

El encuentro con los gorilas

Ya he descrito al comienzo como fue el primer encuentro.

Ese gorila no tardó en alejarse de nosotros y perderse entre la espesura.

Por una serie de razones que no vienen al caso, mi grupo se saltó el breve resumen previo, por lo que aquí el  ranger nos dio rápidamente las instrucciones. Nos dijeron que cogiéramos las cámaras y todo lo demás se lo dejáramos a los porteadores. Estaríamos una hora con los gorilas, los porteadores se quedarían allí, nos reencontraríamos al finalizar.

Una hora maravillosa

Durante la hora más emocionante y corta de mi vida estuvimos observando a estos animales. Tuvimos la suerte de ver al gran macho espalda plateada, algunos machos inmaduros y una hembra con una cría pequeña.

Pueden darse dos situaciones cuando estas observando los gorilas. Que la familia se encuentre plácidamente en un lugar alimentándose todo el tiempo o que se estén desplazando.

Esto último es lo que nos ocurrió a nosotros. En esta situación vas persiguiéndolos con mucho cuidado por la selva y lo cierto es que da la sensación de ser más intrusiva. Ya que vas detrás, cada vez que alguno paraba, los rastreadores, se colocaban entre ellos y nosotros y con mucha calma y cuidado, ayudándose del machete, abrían la vegetación para que pudiéramos observarlos y hacerles fotos.  

A veces la distancia mínima de 7 metros no era respetada, pero no por nosotros, si no por los gorilas, ellos andaban como si no estuviéramos y en una ocasión, el que estábamos observando, se levantó y en vez de continuar hacia adelante, se dio la vuelta pasando por en medio del grupo, todos aguantamos la respiración y nos quedamos petrificados.

¿Cómo les afecta nuestra presencia?

Hasta ese momento me parecía que los estábamos incordiando, y es cierto, en un par de ocasiones los gorilas cargaron contra los rastreadores, ellos se quedaban muy quietos y nos decían que no nos preocupáramos, que continuáramos haciendo fotos. La primera vez me pasó toda mi vida por delante, pero las siguientes, al ver la tranquilidad de los guardas entendí que no debía de haber peligro.

Si, los estábamos molestando, pero como a nosotros nos pueden molestar un par de moscas. Te quejas y das un manotazo para apartarla. Ya está. Los Gorilas no estaban intimidados, ni asustados, ni representábamos la más mínima amenaza para ellos. De ser así ese gorila no se hubiera girado y hubiera pasado entre nosotros, ni una madre con su bebe nos hubiera pasado a apenas dos metros.

Suelta la cámara y disfruta

No te obsesiones con las fotos, haz unas cuantas y suelta la cámara. Obsérvalos directamente.

Este fue el consejo que nos dio nuestro guía, que a su vez le habían dado a él, y que intenté seguir y ahora me alegro.

Mirándolos directamente se perciben detalles que no ves a través de la pantalla o el visor, al igual que puedes divisar el conjunto de la situación y no solo estar centrado en un punto.

Algo que no captan las cámaras y que impresiona, porque creo que nadie piensa en ello es en su olor. Desprenden un fuerte olor corporal.

Fin de la actividad

Como todo lo bueno el tiempo acabó muy rápido. Los guías nos dijeron que el tiempo de había agotado, que nos volvíamos, y dejamos que los gorilas se alejaran, en nada los perdimos de vista entre la maleza.

Contactamos con los porteadores y comenzamos la vuelta, la cual fue la gran aventura de todo el viaje en sí misma. No voy a alargarme, solo comentar, que el gran diluvio que nos cayó, a pesar de dejarme las botas inservibles para el resto del viaje, mereció enormemente la pena, cuando al finalizar la lluvia pudimos contemplar la niebla saliendo de la selva y entender el porqué de aquello de “Gorilas en la niebla” de Diane Fossey.

Ciertamente nuestra experiencia fue toda una aventura. Desde las 6:30 de la mañana que salimos del hotel, no acabamos hasta las seis de la tarde. Mientras el otro grupo de nuestro viaje, a las 11 de la mañana estuvieron listos. Les toco andar muy poco hasta llegar a los gorilas, y los contemplaron durante la hora en un mismo lugar.

Para finalizar la actividad te entregan un certificado de haber realizado con éxito el trekking.

Recomendaciones para hacer el trekking

Antes de contratarlo desde España ya nos advirtieron que para realizar esta actividad había que estar bien físicamente. Y es que el trekking no es un paseo. Dependiendo de donde se encuentren los gorilas puede durar entre una o seis horas. Se realiza a una altitud de más de 2200 metros, en un ambiente muy húmedo, con un terreno embarrado, resbaladizo y de grandes desniveles. Puede hacerse necesario incluso el atravesar algún riachuelo.

Aunque creo que cualquier persona que este medianamente en forma puede realizarla, ciertamente no es una actividad para todos los públicos, y créeme que se de lo que hablo, a un compañero del grupo terminaron evacuándolo en «camilla» (chubasquero amarado a unas cañas). El agotamiento lo llevo a doblarse un tobillo lo que le imposibilitó continuar.

Que llevar

Es aconsejable ir cargado lo menos posible. No obstante, agua y algo de comida por si la jornada se alarga son imprescindibles. La cámara casi que tampoco puede faltar. Así como un chubasquero.

Viene muy bien la ayuda de un bastón. Si no lo llevas desde casa puedes comprarlos o alquilarlos allí.

También son muy aconsejables unos guantes, porque hay que ir agarrándose a la vegetación, o para no caerte, o para apartarla, o para pasar por debajo o por encima… y alguna pincha y otras son urticantes. A mi me los dejo mi porteador y me vinieron genial.

Nos recomendaron también llevar polainas, para no ensuciarse tanto y supongo que quizás hubieran ayudado a que las botas no se mojaran y embarraran tanto por dentro, ya que da igual que tengan el mejor Gore-Tex, todo le entro por arriba.

Procura que la mochila sea impermeable, o si llevas cámara o algo que no pueda mojarse lleve funda impermeable.

Amenazas y situación actual de los Gorilas de Montaña.

En 1970 solo quedaban alrededor de unos 250 gorilas de montaña.

La pérdida de hábitat y la caza furtiva, han sido y son sus principales amenazas.

Los esfuerzos por la conservación de esta especie, que inició Diane Fossey  en la década de los 60, han vistos sus frutos, y el 2018 finalizó con la estupenda noticia de los resultados de los últimos censos, sumando en total entre todas las localizaciones donde aún perviven los 1004 individuos. De esta forma, la UICN ha dejado de considerar a esta subespecie “en peligro crítico de extinción”. Aunque no debemos relajarnos, sigue estando “en peligro”.

“…gracias al turismo bien gestionado un gorila vivo vale más que uno muerto”.

Paco Nadal

Te recomiendo la lectura de este artículo, donde Paco Nadal explica las claves de esta recuperación de los Gorilas de Montaña.

Hoy día, la actividad de observación de Gorilas de Montaña en Uganda está considerada como unos de los mejores ejemplos de ecoturismo, donde todos ganan, visitantes, la población local y la conservación de la especie en cuestión.

¿Cómo organizar tu viaje para ver Gorilas de Montaña?

El trekking para la observación de los Gorilas de Montaña debería estar en la lista de viajes a hacer de todos los amantes de la naturaleza y fauna salvaje.

Además Uganda es un destino de naturaleza único, que combina selva y sabana, ofreciéndote así la posibilidad de ver el resto de grande mamíferos africanos, más otras 10 especies de simios y unas 1000 de aves.

¿No sabes por donde empezar para organizar tu viaje?

Echa un vistazo a lo que te propongo en mi servicio de asesoría de viajes. ¡Estaré encantada de ayudarte! 🙂

¿Qué, te he animado a visitar a los Gorilas de Montaña? ¿Ya has vivido esta experiencia? Cuéntamelo en los comentarios.