Nació en 1731, como la mayor de ocho hijos de la acaudalada familia Dandridge, propietarios de la plantación “Chestnut Grove” en la colonia británica, Provincia de Virginia. Martha fue bien educada y aprendió a leer y escribir, por lo que sería adecuada para dirigir las fincas y los asuntos familiares si fuera necesario.
A la edad de 18 años, sus padres la casaron con Daniel Parke Custis, otro rico propietario de plantaciones que era 20 años mayor que ella. Tuvieron cuatro hijos, aunque sólo dos sobrevivieron a la infancia pasada. Custis murió siete años después, lo que dejó a Martha como una de las mujeres más ricas y viuda a la edad de 25 años.
A los 28 años, Martha se casó con George Washington y se mudó con sus dos hijos a la finca de Washington en Mount Vernon. Pronto George se involucró políticamente en la revolución que se avecinaba, y Martha acogió en su finca a una compañía que llegó a ser conocida como el Padre Fundador de los EE.UU.
Cuando comenzó la Guerra de Independencia Americana, George era el Comandante en Jefe del Ejército Continental, y Martha pasaba los inviernos con él en los campos, viviendo de forma sencilla y acogiendo a las esposas de otros oficiales animándoles a participar en los esfuerzos de la guerra.
Cuando la guerra terminó, George Washington fue instado a tomar el cargo de presidente de los recién formados EE.UU., pero Martha se opuso a la idea y por lo tanto no asistió a su toma de posesión. A pesar de su objeción, se mantuvo a su lado, conocida como “Lady Washington”, como antes, por su etiqueta y hospitalidad, y así estableció las normas para lo que más tarde se convertiría en el papel de “La Primera Dama”.
Martha Washington murió tres años después que su marido, a la edad de 70 años, y fue enterrada a su lado en la finca de Mount Vernon hasta el día de hoy.
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