Ni el más imaginativo de los cerebros habría imaginado un contexto más extraño para estrenar la segunda temporada de una serie sobre mafiosos rusos. Ya la primera entrega llegaba cuando nos habíamos acostumbrado a salir poco de casa, por culpa de una pandemia mundial que todavía se mueve. La rapidez de reflejos de los guionistas de Nasdrovia hicieron incluir la irrupción del coronavirus en nuestras vidas como parte central del argumento de los nuevos seis capítulos de la serie. Y ahora que ya están disponibles en Movistar+, la promoción coincide, caprichos del destino, con la invasión de Ucrania por parte de las tropas de Putin. "Es muy fuerte, y muy terrible. Últimamente nos estamos acostumbrando a cosas que nadie podía concebir. Y la invasión rusa, más que a la llegada de la pandemia, me recuerda al 11-S, pero con una diferencia: ya no nos coge vírgenes, como sí lo éramos en el 2001. De alguna manera hemos asumido cosas que si hubieran pasado hace 15 años tendrían al planeta paralizado".

Las palabras de Leonor Watling (Madrid, 1975) muestran el mismo desconcierto del periodista, del médico, del pescadero y de la vecina del quinto. El estado de las cosas nos tiene el ánimo más confuso que miedoso, y uno, o una, no deja de preguntarse si no tendríamos que ir a comprar papel de inodoro en lugar de hacer maratones de series. "Estamos todos con un sentimiento extraño, ¿seguimos haciendo entrevistas y tuiteamos sobre Nasdrovia o vamos al súper a comprar comida para tener la despensa llena?", dice la actriz, sin querer entrar en mucho valoraciones más. "Es que tengo tendencia a enfangarme; igual piso bien el primer paso, pero en el segundo ya tengo el barro por el tobillo, y al cuarto ya me llega a la cadera. Empiezo a hablar de la guerra, a decir que Putin es un loco, ¡y acabo pareciendo aquella mujer que va gritando por la calle ¡moriremos todos"!, dice entre carcajadas.

Leonor Watling: "Tengo tendencia a enfangarme; igual piso bien el primer paso, pero en el segundo ya tengo el barro por el tobillo, y al cuarto ya me llega a la cadera"

Volvemos a la serie, que había empezado como una comedia negra sobre un par de abogados (Hugo Silva y Leonor Watling) que, cansados de defender a ricos y corruptos, deciden empezar de cero y abrir un restaurante especializado en comida rusa. Los blinis que sirven conquistan las exigencias de un mafioso tan asesino como sibarita, que convierte el local en su centro de operaciones. El final de la primera temporada dejaba a la pareja protagonista en manos del gánster, con una deuda de sangre del que no pueden escapar. "Esta temporada es mucho más oscura, con más elementos de thriller, aunque sigue habiendo mucha comedia. La primera venía de un lugar más luminoso y frívolo, pero a lo largo de los episodios, los protagonistas van perdiendo el control, los papeles y la dignidad. Y aquí, en este punto tan complicado, empieza la segunda parte", explica Watling.
 

Nasdrovia Movistas Plus
Movistar Plus estrena la segunda temporada de la serie Nasdrovia, protagonizada por Leonor Watling y Hugo Silva. / Movistar Plus

Que a la amenaza de muerte se sume la aparición de una pandemia, de mascarillas y de policías de balcón añade elementos de diversión a los guiones de la segunda temporada. "Leyéndolos pensaba que la más extravagante de todas las cosas extravagantes que habían escrito era una pandemia mundial, y esta la hemos vivido todos (carcajadas). Si el más raro, el más loco, es un hecho que todos conocemos tan bien, a partir de aquí, las cosas que pasan ganan credibilidad". Y estas cosas incluyen revanchas, cadáveres desenterrados, asesinos que persiguen asesinos, y un concurso de drag queens con el cabo mafioso como aspirante a la victoria. Todo agrava la depresión (menor) de Edurne, el personaje de la actriz. "Ella hace lo que puede para asumir lo que le pasa. Con todo lo que estamos viviendo, yo, en cambio, hago el péndulo de un lado a otro, de la negación por pura supervivencia, del caos, del apocalipsis, hasta la alegría y el disfrute, el estar aquí y ahora, cuando subo a un escenario a cantar o cuando juego con mis hijos", afirma.

"Esta cosa de los hermanos Coen"

Watling está más que satisfecha de esta serie: "Te diría que Nasdrovia es, junto con Mi vida sin mí, mi trabajo favorito. Estoy muy orgullosa de lo que hemos hecho", confiesa, recordando que los guiones escritos por Sergio Sarria, Miguel Esteban y Luismi Pérez, y el pulso detrás de la cámara del director Marc Vigil la habían conquistado "porque proponían una mezcla juguetona de géneros y de tono que son bastante insólitos. No me suena haber visto nada parecido en España. Tiene esta cosa del cine de los hermanos Coen, te estás riendo y de repente a alguien le disparan en la cara. Hay una pizca de los Coen, de Killing Eve, de Buñuel, de Berlanga... Hay una escena, por ejemplo, la de la intervención que los mafiosos rusos le hacen a uno de los miembros de la banda, que me parece muy berlanguiana, divertidísima", afirma. Ciertamente, la propuesta funciona como un reloj suizo, y todavía podríamos añadir referencias como Barry o el clásico de David Cronenberg Promesas del este, directamente aludida en la serie.

A sus 46 años, Leonor Watling vive un buen momento profesional, que confirma que aquellas dificultades para conseguir personajes interesantes siendo una mujer y pasados los 40 ya son historia. "Afortunadamente eso ha cambiado. ¿No hace mucho vi un documental que se llama Where is Debra Winger?, que habla de la desaparición en los repartos de Hollywood de toda una generación de actrices increíbles que habían superado los 40 años. Quizás quede camino para hacer, pero creo que estamos mucho mejor, también como espectadores: estamos viendo películas y series complejas, y estas historias sobre mujeres maduras se hacen porque hay un público interesado, no porque los productores estén cumpliendo una misión ética. Y eso habla muy bien de nosotros como espectadores. En todo caso, mi experiencia personal me dice que, desde que hice los 40, me han ofrecido mucho trabajo, muchos personajes. He hecho Pulsaciones, Vivir sin permiso, Nasdrovia, La templanza, y acabo de rodar una película con Félix Viscarret, No mires a los ojos. Creo que he tenido la suerte de que el cambio de paradigma coincidiera con mi llegada a esta edad que antes era crítica".

Leonor Watling: "Estas historias sobre mujeres maduras se hacen porque hay un público interesado, no porque los productores estén cumpliendo una misión ética"

Y si hace unos meses, Watling celebraba la gira de los 15 años de la banda musical Marlango, que lidera junto con Alejandro Pelayo, le recordamos también que este año hace 20 del estreno de Hable con ella, la peli de Almodóvar ganadora del Oscar al Mejor Guion y uno de sus trabajos cinematográficos más recordados. "Es que ya hace 20 años de todo, eh... ¡nos hemos hecho mayores! Es increíble como ha volado el tiempo. Una tiene un pasado, y muchas experiencias, y cuando te pasa alguna cosa tienes muchos números que no sea la primera vez. Pero tengo que decir que yo sigo igual de desconcertada y de asustada, y con las mismas ganas que hace 20 años. Eso no ha cambiado. Y con la misma incertidumbre en el ámbito profesional, con los mismos miedos", remata.