Hay veces que los espectadores, los aficionados a los deportes de contacto sólo ven el rendimiento excelso de sus ídolos, no van más allá y no se percatan que tras esa fuerza y garra de la naturaleza se esconde una persona con corazón y sentimientos. Y Khabib Nurmagomedov es uno de ellos. Cerró de forma brillante su trayectoria profesional en la UFC en el mes de octubre del año pasado ante Justin Gaethje, manteniendo un récord al alcance de sólo un privilegiado como él: 29 peleas y 29 victorias.
Una superioridad que el mandamás de la UFC, Dana White, resumió con estas palabras el día de su retirada: “Eres el mejor de todos los tiempos en este deporte”, algo que se seguramente no gustó a otros luchadores, como McGregor.
Pero Khabib es un hombre de palabra. Una de las claves de su éxito estaba en la unión que mantenía con su padre Abdulmanap, que no sólo ejercía las labores de progenitor, sino también las de entrenador y consejero, pero su muerte (3 de julio de 2020) lo cambió todo. “Era padre, entrenador, hermano. Un icono. Las cosas nunca serán lo mismo sin él”, manifestó en su día Ali Abdelaziz, mánager de Khabib.
Y ésta fue la razón por la que decidió dejar de ser un referente en activo de las artes marciales mixtas, y porque prometió a su madre que no volvería a luchar tras el fallecimiento de su padre a causa de la pandemia de la Covid-19, y Khabib no iba a decepcionar a su madre. “Le prometí a mi madre que ésta es mi última pelea. Quiero pasar tiempo con ella porque vengo de un pueblo muy pequeño. Mi sueño y el de mi padre era ser campeones, pero nunca imaginamos esto”, dijo en su día.
No obstante, y dada su calidad y el mucho dinero que se mueve alrededor de los gallos principales en la jaula, siempre circulan rumores sobre su regreso, más aún en el caso de ‘The Eagle’, una posibilidad que el propio Dana White se encargó de cerrar. “29-0. Se queda así. Khabib está oficialmente retirado”.