Historia de la Rusia imperial: caída del zarismo (1881–1918) | by Jonathan Hanemann | Medium

Historia de la Rusia imperial: caída del zarismo (1881–1918)

Jonathan Hanemann
25 min readMay 19, 2021

Introducción:
13 de mayo de 1881, es asesinado el zar Alejandro II de Rusia en San Petersburgo por una organización terrorista ideológicamente marxista llamada “norodnaya valia” (en español, voluntad del pueblo). Este asesinato abriría discusiones sobre quien tomaría el poder del imperio, donde existirían 2 principales posturas: los reformistas, quienes consideraban a las tareas modernas muy complejas para una sola persona, Rusia necesitaba liberar poderes a una forma liberal (en el sentido del siglo XVIII y XIX) con la construcción de un “Rechtsstaat” un orden jurídico/político basado en la justicia y la libertad. Según los reformistas avanzar hacia una constitución, una monarquía parlamentaria y una sociedad moderna e industrializada pondría fin al descontento y los movimientos revolucionarios. 
Por otro lado, estaban los partidarios del zarismo tradicional, oficiales y terratenientes procedentes de la nobleza quienes creían que la mejor manera de transitar esta tormenta era conservar la autocracia y gobernar con mano de hierro, si bien consideraban las reformas como algo positivo eran inoportunas, el imperio estaba plagado de radicales y no podían arriesgarse a darles concesiones. Creían que un lento gradualismo estaba más que justificado, a fin de cuentas el reformismo y los cambios radicales eran exigidos por una porción mínima de la sociedad, los intelectuales o profesionales que se movían mediantes las universidades. El reformismo sufrió un golpe bajo con el asesinato de Alejandro II, pese a su espíritu reformista y su predisposición a que Rusia tenga varios cambios tuvo gran oposición, sufriendo 7 atentados, no sorprende que su hijo, Alejandro III se haya distanciado de dichas políticas. El recibió una rígida formación militar, contraria a su hermano mayor, el zarévich Nicolás Aleksandrovich (1844-1865) la promesa del imperio, que falleció a sus 21 años de meningitis. Bajo el consejo de konstantin pobedonostsev, suspendió los proyectos constitucionales que su padre Alejandro II había preparado junto a Mijaíl loris-Melikov, así opto por la segunda vía, el zarismo tradicional. Proclamando en abril de 1881 el manifiesto de la autocracia inquebrantable.
 
 
 
 
Un poco más acerca de Alejandro III (1845-1894):
Era un hombre sencillo como también intimidantes y de mucho carácter, una personificación de la autocracia, el tamaño y la fuerza de un oso, le gustaba cazar, pescar, etc. Durante su reinado centralizo el poder, censuro a sus disidentes. Aseguro la estabilidad del imperio mediante a una política exterior pacifista, la década de 1880 fue relativamente tranquila, el comité de ministro se centró en la economía y en la industrialización del país, el primer ministro de finanzas fue Nikolai Von Bunge (1823-1895) quien se dedicó especialmente al campesinado y a los obreros, abolió el impuesto per cápita de los campesinos, fundo el campo campesino de tierras para facilitar que sean propietarios, introdujo leyes laborales para mejorar las condiciones de los obreros, prohibió el trabajo infantil para menores de 12 años. Bunge presento otras propuestas que consideraba que podrían ganar la lealtad de los trabajadores, como legalizar los sindicatos, crear seguros contra accidentes laborales y crear programas de viviendas.
Más problemas: 
Es una pena que Bunge haya sido despedido de su cargo en el año 1887 por no poder equilibrar el déficit presupuestario, además que sus propuestas eran consideradas bastante comprometidas. Ahora sería remplazado por Iván Vyshnegradsky, quien elevo los impuestos sobre el campesinado. En una trágica coincidencia, desastres meteorológicos en la región del Volga, durante los años 1891 y 1892 llevaron a la peor cosecha del siglo, esto sumado a las políticas de Vyshnegradsky que obligaban a los campesinos a vender la mayor parte de sus cosechas al estado llevo a una hambruna cual posteriormente se convirtió en una epidemia que acabaría con la vida de entre 375,000-400,000 personas. La burocracia respondió muy torpemente a esta crisis y el gobierno tuvo que promulgar una orden imperial, llamando a que la gente forme organizaciones voluntarias con el fin de ayudar a la asistencia contra el hambre. La respuesta a la orden fue tremenda, gente de diversas condiciones y convicciones se entregaron a la causa. Recordaría Vasily Maklavov: “muchos olvidaron sus ocupaciones usuales, se dedicaron a establecer comedores, durante la epidemia ayudaron a los doctores, en esta obra quienes perdieron su posición y salud no fueron precisamente pocos”. 2 famosos voluntarios: Antón Chejov y le escritor (conocido por escribir “la guerra y la paz” publicada en 1867) quien a causa del sufrimiento visto tuvo una crisis existencial. Esta catástrofe trajo mucha indignación, la sociedad rusa estaba furiosa por la ineficiencia del gobierno. 
 
En un principio se propuso prohibir la exportación de cereales para que sean destinados a los hambrientos pero Vyshnegradsky y otros ministros minimizaron la situación, tratando de postergar lo máximo posible. Incluso los estadounidenses mostraron más preocupación y compromiso, juntando donaciones, enviando toneladas de alimentos. Por obvias razones el ministro Vyshnegradsky fue despedido pero el régimen autocrático quedo muy desacreditado, con el pasar de la crisis la sociedad rusa se había politizado y radicalizado.
La crisis y la autocracia (1892-1905):
El 1 de noviembre de 1894 en el palacio de Lidadiya fallecería a sus 49 años de fuertes problemas de salud durante su viaje a Grecia, fue sucedido por su hijo de 26 años, Nikolai Romanov (1868-1918). Era una persona muy educada y amable, tenía modales impecables, hablaba fluidamente Francés, inglés y Alemán. Pero en lo concerniente al conocimiento práctico para gobernar un imperio de la dimensión de Rusia, pues no poseía mucho conocimiento más allá de algunos libros sobre los antiguos zares del siglo XVII. El mismo decía: “¿qué va a ser de mí y de toda Rusia? No estoy preparado para ser un zar, nunca quise serlo, no sé nada de cuestiones de gobierno, ni siquiera sé cómo hablar con los ministros”. Lo cierto es que Nicolás no tenía las habilidades como tampoco el carácter de su padre, pero de hecho, si tenía algo de su padre y era defensa de la autocracia. Antes de morir, su padre le dijo a Nicolás que escuchara a Serguei Witte (1849-1915) quien era el actual ministro de finanzas, remplazando a Iván Vyshnegradsky en 1892 quien era sin dudas una de las personas más inteligentes y capaces del imperio ruso. Con inspiración en los métodos políticos de Otto Von Bismarck, había propuesto un plan para conciliar la autocracia mediante una rápida industrialización, mejoro las relaciones comerciales con los países europeos, fomento el ingreso de capitales extranjeros, abrió escuelas comerciales e introdujo el patrón oro. Witte consideraba que construir ferrocarriles era absolutamente necesario para la mejora y el desarrollo económico del país, además de consolidar el poder del imperio. El 21 de julio de 1904 se llevaría a cabo la construcción del ferrocarril transiberiano, uno de los grandes mega-proyectos de la edad contemporánea, cual se extendía desde la Rusia occidental a la oriental, desde San Petersburgo a Vladivostok. Pero la llegada del imperio al lejano oriente trajo varios problemas, el imperio Chino (dinastía qing) estaba muy débil, mientras que Japón quería aprovechar esta ventaja para conquistar las provincias de Corea y Manchuria. 
 
 
Por otra parte Rusia tenia intereses comerciales en esas zonas, pero también dejo tropas militares como también policiales en esa zona, lo que era faltar el respeto a su tratado sobre soberanía con Japón, enojando a China y Japón al mismo tiempo. Japón propuso a Rusia dividir Manchuria y Corea en 2 esferas de influencia. Pero pese a la advertencia de Witte, el zar decidió rechazar las negociaciones, por presiones de empresarios y el ministro de guerra. Esto sería sin dudas un inminente guerra, aun así, los ministros lo minimizaron, si los japoneses decidían atacar, el pueblo ruso se iba a alzar en un fervor patriótico. Pues así fue, los japoneses atacaron la flota rusa y el pueblo se alzó en un fervor patriótico pero Rusia no gano la fuera, más bien ellos fueron humillados. Esto se debe a que la mayor parte de la flota y en ejército ruso se encontraba al occidente, sería muy complicado moverlos hacia Manchuria, la flota báltica dio la vuelta al mundo para cuando llego finalmente al campo de batalla seria derrotada fácilmente, por tierra tampoco tuvieron buenos resultados, además de perder en batallas menores, perdieron las más decisivas. Mientras el imperio ruso era humillado frente al creciente Japón, el zar se enfrentaba ante la primera crisis de su reinado, la revolución de 1905, la cual fue una serie de huelgas masivas que evolucionaron a violencia indomable y terrorismo, esto culmino en el domingo sangriento. Convocada el 9 de enero por el padre Georgui Gapon (1870-1906) un suceso muy importante, tratare de analizar este acontecimiento un poco más profundo, ya que suele ser simplificado por motivos políticos/ideológicos, para entender lo ocurrido ese día. En su juventud un tal, Sergei Zubatov (1864-1917) se vinculaba con grupos revolucionarios y terroristas, pero tras una conversión se un acérrimo monarquista, esto fue aprovechado por la policía secreta imperial, quienes los contrataron para trabajar como doble agente, aunque en unos años estos grupos lo descubrirían y Zubatov paso a trabajar en las oficinas de la policía del imperio, ascendiendo rápidamente en su jerarquía. En el año 1901, se creó un programa de disidencia controlada, cual consistía en crear sindicatos monitoreados por la policía, con la idea de que los obreros tengan un espacio para presentar sus quejas sin vincularse a las ya mencionadas organizaciones revolucionarias, este programa se lo conoce como “socialismo policial”. Ya en el año 1903, bajo el respaldo de la policía secreta, el padre Gueorgui Gapon comenzó a organizar enormes masas de trabajadores, durante los primeros días del año 1905 el padre convoco a una gran manifestación para ese domingo 9 de enero, se petición provoco lágrimas en multitudes enteras de trabajadores, comenzaba de la siguiente manera:
 
 
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“majestad, nosotros, los obreros y habitantes de San Petersburgo, nuestras esposas, nuestros hijos y nuestros parientes, ancianos e indefensos acudimos a vos, majestad, acudimos a usted en busca de justicia y protección. Somos pobres, nos oprimen, nos cargan con un trabajo excesivo, somos tratados despectivamente, nos ahogamos en medio del despotismo y el desafuero. No nos quedan fuerzas y nuestra capacidad de resistencia a llegado a su fin, hemos llegados al terrible momento donde la muerte es mejor que le prolongación de nuestros insoportables sufrimientos” 
 
El 7 de enero, el gobierno ordeno a Gapon que desembocara la manifestación, colocando varios carteles en la ciudad que advertían de las medidas resueltas contra cualquier reunión en las calles, pero el gobierno, que continuaba sosteniendo la ilusión de poder controlar al padre Gapon, confiaba en que no sería necesaria la fuerza. El zar pensó tan poco en el peligro que abandono la capital del imperio en dirección a su palacio en el campo. Pero para entonces, los obreros estaban más que determinados a quebrantar las sencillas prohibiciones y en una serie de reuniones de masas, Gapon, les infundio un fervor religioso histérico, utilizando todos los trucos oratorios del predicador fundamentalista. Pronuncio: “¿se atreverán compañeros a detenernos la policía y los soldados? No se atreverán, es mejor que muramos defendiendo nuestras demandas, que vivir como hemos vivido hasta ahora, moriremos ¿juráis morir? Lo juramos”. A pesar de sus temores, los trabajadores tenían la fe en que el zar lo recibiría, lo contemplaban como un hombre de dios, sabían que su causa era más que justa. Con el fin de calmar a los manifestantes, incluso se dijo que se había preparado un refrigerio para ellos en el interior del palacio de invierno, que también tendría lugar un desfile como forma de celebrar la ocasión. A la cabeza de los manifestantes se encontraba el padre Gapon, llevando un crucifijo, detrás de el una pintura del zar y un estandarte que decía “soldados, no disparéis al pueblo”. Cuando los manifestantes se acercaron a las puertas del palacio fue objeto una carga del escuadrón de caballería, algunos se dispersaron pero otros continuaron avanzando hacia las filas de infantería, cuyos rifles apuntaban hacia ellos, fueron disparados al aire 2 tiros de advertencia y entonces a quemarropa se disparó por tercera vez, la gente grito y cayó al suelo. Pero los disparos no se detuvieron. Murieron 40 personas, centenares resultaron heridos, gapon en medio del desorden fue golpeado y perdió el conocimiento, cuando se levantó miro su alrededor grito: “ya no hay dios, no hay zar”.
 
 
La masacre se extendió por toda la ciudad, también por las semanas posteriores al acontecimiento mencionado, solo en enero, más de 400.000 trabajadores fueron a manifestarse en todo el país, la mayor protesta laborar nunca producida en Rusia, las huelgas realmente no estaban organizadas, era más bien un estallido y las demandas de los obreros no fueron formuladas sino hasta empezada las huelgas. Dejando de lado la obvia brutalidad de esta tragedia hay que hacernos ciertas preguntas, si el gobierno le pidió a Gapon que no convocara la manifestación ¿Por qué lo hizo? Si sabía que la manifestación seria dispersada ¿Por qué en vez de tomar precauciones a la masa en un fanatismo histérico hasta el punto de jurar estar dispuestos a dar la vida? Si gapon sabía que Nicolás no se encontraría en el palacio de invierno, entonces ¿Por qué convenció a las masas de que él los estaba esperando y los iba a recibir? El gobierno creía que el padre le era leal a ellos y les iba a cooperar pero se equivocaron hacia un año atrás se había vinculado de forma secreta con la izquierda terrorista y revolucionaria, la manifestación conto con el apoyo indirecto del partido social revolucionario gracias a Pinhas Rutenberg (1879-1942), durante los días anteriores a la marcha, Rutenberg no se separó de Gapon y fue el quien trazo la organización y detalles del evento. Las verdaderas intenciones de aquel domingo tienen compleja compresión, ¿Gapon pensaba que el emperador aparecería aceptando las reformas demandadas? ¿Qué haría una vez llegado al palacio de invierno? ¿Acaso la marcha no era más que un caballo de Troya para ocultar revolucionarios? Tal vez la intención era crear falsas expectativas para incitar un desastre para destruir la legitimidad que le quedaba al emperador. Gapon con la ayuda de Rutenberg logro viajar a Suiza y exiliarse en Ginebra, donde los recibió Gueorgi Plejanov (1856-1913) líder de los Bolcheviques, que les presento a otros revolucionarios como Piotr Kropotkin (1842-1921) o incluso Vladímir Ilich Uliánov, más conocido como Vladimir Lenin. En Ginebra, Gapon los visitó frecuentemente, hablaba un montón, Lenin lo escuchaba atentamente, intentando discernir en sus relatos, los rasgos de la revolución que se acercaba. Mientras tanto en Rusia continuaba el caos y el gobierno se encontraba al borde de un colapso, para salvar al país del completo desastre, los consejeros del emperador se dirigieron a Serguei Witte, nombrado conde, luego de negociar la paz con Japón. Witte les explico 2 alternativas, se instauraba una dictadura o se hacían grandes reformas, las reformas que Witte bosquejadas, eran las que hace ya tiempo pedían los grupos moderados. El zar estaba muy confuso, así que decidió hablar con su tío el gran duque Nicolás (1856-1929), le pidió entonces a su tío que sea dictador, pero este saco un revolver y contesto que si no aceptaba las reformas de Witte, se mataría en ese momento. El emperador, con resentimiento, se vio obligado a aceptar.
 
Entonces, “Serguei Witte escribió el manifiesto para la mejora del orden estatal” o mejor conocido como “el manifiesto de octubre” publicado el 17 de octubre del año 1905. Este proclamaba un compromiso con la libertad, la promesa de un parlamento y una constitución. Estas reformas fueron recibidas con muchas sorpresas, durante esos días las manifestaciones cesaron y algunos grupos salieron a la calle a festejar, pero esto duro poco. Para gran decepción del Nicolás, el manifiesto de octubre no logro pacificar Rusia. Estaba muy impaciente con Witte, un 10 de noviembre se quejó de que este había prometido que no toleraría actos violentos tras la proclamación del manifiesto, realmente los desórdenes habían aumentado, el gobierno enfrentaba otra prueba, en este caso con la extrema izquierda, donde no habría más que eliminarlos, ya vimos que a ellos nunca le intereso las reformas ni estaban dispuestos a llegar a un acuerdo, ya vimos que solo se conformarían con una revolución, donde el zar no estaba incluido. A todo esto, apareció en Rusia el padre Gapón, Witte le dijo que si no se iba del país sería arrestado, pero Gapón contesto que quería volver a colaborar con la policía secreta. Sus amigos revolucionarios se enteraron de esto y así el partido social revolucionario, cual estuvo detrás de la revolución de 1905, lo condenó a muerte y Rutenberg se encargó de eso, el mismo.
 
Las esperanzas de una nueva etapa: (1906-1914) 
Ahora el imperio ruso era una monarquía parlamentaria y constitucional, o al menos lo era en cuestiones de papeles. La constitucional conocida como las leyes fundamentales, se promulgo el 23 de abril del año 1906 y 27 de abril se inauguró el parlamento. Este tenía una cámara baja llamada duma estatal, compuesta en su totalidad por representantes electos en una elección popular, luego tendría una cámara alta, el consejo de estado, compuesta por miembros de la nobleza, la iglesia, las universidades, etc. La duma estatal no podía proclamar sus propias leyes, la duma legislativa debían ser aprobadas tanto por el consejo del estado como por el zar. Una de las prerrogativas más importantes era que los miembros del parlamento poseían una irrestricta libertad de expresión, por esta razón las sesiones parlamentarias eran muy subidas de tono. Las elecciones legislativas se harían cada 5 años, en los resultados de la primera elección la duma estatal estuvo compuesta principalmente por socialistas moderados (socialdemócratas) y liberales progresistas.
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Desde su sesión de apertura, la duma se había convertido en una tribuna revolucionaria, un ariete contra la fortaleza de la autocracia, el primer día los diputados llegaron con una actitud militante y al momento comenzaron a condenar la violencia represiva del gobierno. Más bien el objetivo de los diputados era forzar a la corona a que cediera sus poderes ejecutivos a la duma. Una de las demandas hechas por la duma era: el nombramiento de un gobierno responsable ante la duma, la abolición del consejo de estado, una reforma agraria radial y el sufragio masculino universal. Durante 2 semanas hubo silencio de parte de la corona, que estaba considerando como responder a estas exigencias. El historiador Richard Pipes dice al respecto: “si la inteligencia rusa hubiera sido políticamente más madura, más paciente, más proclive a comprender la mentalidad del estado monárquico, Rusia quizá habría logrado una transición ordenada de un régimen semi-constitucional a otro genuinamente constitucional” pero las clases instruidas carecían en gran medida de dichas cualidades, desde el primer día de vigencia de la constitución aprovecharon todas las oportunidades para librar una guerra contra la monarquía, los intelectuales radicales rechazaban los principios mismo de la monarquía constitucional y el gobierno parlamentario. En un comienzo, boicotearon las elecciones a la duma, más adelante tras llegar a la conclusión que su intento fue un error, participaron en ellas, pero con el único fin de alterar los procedimientos parlamentarios e incitar a los rusos a la rebelión. En este aspecto, el papel del partido democrático constitucional apenas fue constructivo, si bien lo liberales aceptaban el principio de monarquía constitucional y consideraban que las leyes fundamentales de 1906 un engaño, hicieron todo lo posible para privar a la monarquía de una autoridad concreta. En estas circunstancias la corte decidió la disolución de la duma, tan pronto como noticia de la decisión, los cadetes y otros diputados políticamente de centro-izquierda quisieron hacer una sentada de protesta aunque tuvieron que renunciar a este plan porque el gobierno mando tropas para rodear la duma. La orden de disolución tal vez fuera una violación del espíritu de las leyes fundamentales, pero era indudablemente legítimo. La duma fue cerrada 2 veces para llamar de vuelta a elecciones. Es importante comprender los problemas de ese momento y la complicidad que tenían muchos de sus miembros, los socialistas revolucionarios decidieron lanzar una campaña de terrorismo masivo en enero de 1906, es decir después de que el país recibiera la promesa de una constitución. Su magnitud fue asombrosa, se ha calculado que a lo largo del año 1906-1907 los terroristas mataron o mutilaron, en el imperio ruso a 3.500 funcionarios, incluyendo policías como también soldados, si a esto se le suma los particulares, el número total de víctimas del terrorismo pasa a ser aproximadamente entre 8.500-9.000.
 
La esperanza del gobierno de que la duma lo ayudara a hacer frente a estos conflictos no se cumplió, hasta los demócratas constitucionales se negaron a condenarlas, basándose en la idea de que el terror revolucionario era una reacción natural al terror estatal, cuando un diputado de la duma se aventuró a firmar que en un régimen constitucional no había lugar para el terror sus colegas lo atacaron por “provocador” y la resolución presentada por el solo obtuvo 30 votos. En estas difíciles circunstancias, un parlamento rebelde, violencia rural y terror de alcance nacional, la corona apelo a un hombre fuerte, el gobernador de Sarátov Piotr Stolypin (1862-1911) fue primer ministro durante 1906-1911 y era posiblemente el estadista más sobresaliente en el imperio, tenía una curiosa manera de combatir el desorden social, era enfrentarse el mismo contra los manifestantes, hablaba con ellos, discutía y debatía, incluso con los radicales, donde en variadas ocasiones lo intentaron asesinar. El primer problema que debía resolver Stolypin era el terrorismo que había tomado el control del país, en sus primeros meses como primer ministro, el 12 de agosto de 1906 3 marxistas vestidos de policías colaron una bomba en donde se encontraba con su familia, el quedo ileso pero hubo 27 fallecidos y 32 heridos, dentro de los heridos se encontraba su hija de 14 años y su hijo de 4. A la semana siguiente, Stolypin inicio una campaña contra el terrorismo cual tendría 0 tolerancia hacia los revolucionarios, en las zonas donde se había impuesto la ley marcial coordinó a los tribunales, ordinarios y militares para que den una rápida respuesta a todo acto de sedición. Se calcula que en 1908-1909 los tribunales condenaron por delito a 16.440 personas, 3.682 de ellas a muerte y 4.517 a trabajos forzados. Las medias represivas de Stolypin llevaron a varias personas a la indignación dentro de los círculos públicos, que poseían una considerable tolerancia hacia el terrorismo, como comente anteriormente, la mayor parte de la intelectualidad rusa justificaba a los revolucionarios y sentían una gran indignación cuando alguien quería hacer algo al respecto, era en vano negociar con ellos porque no tenían ningún interés en cooperar, además, sus propuestas para “solucionar” el caos eran irrealistas como también profundamente ideologizadas, así como por ejemplo, abolir la propiedad privada de la tierra. A mediano plazo, el programa de Stolypin fue exitoso, el orden público fue establecido, de esta manera pudo dedicarse a hacer reformas, preparo un montón de proyectos, expansión de derechos civiles, reformas en administración y una nueva legislación social, pero solo pudo poner en marcha algunas propuestas. La piedra angular de sus reformas estaba en aumentar la productividad del campesinado para lograr una mayor movilidad social y así Rusia podría tener una gran clase media que pueda proyectarse hacia el futuro. Esto debido a que un gran porcentaje del campesinado vivía bajo un sistema comunal, se les llamaba “Obshinas”, y hace ya tiempo el gobierno quería que transiten bajo un sistema basado en la propiedad privada así como eran mayormente en Europa occidental.
Les informo que esto no era tarea fácil, los campesinos no les era mucho de su agrado los cambios y la misma noción de propiedad tampoco era de su total agrado, si es cierto que Stolypin no logro ningún milagro pero sus reformas agrarias fueron relativamente exitosas, millones de campesinos se volvieron propietarios y el rendimiento mejoro bastante en relación a lo que era Rusia. Luego de 10 intentos de asesinato, en Kiev año 1911 recibió 2 disparos de parte de un revolucionario y falleció días después en el hospital, a pesar de su ingenio, Stolypin ya había perdido su protagonismo en la política rusa, el sector más reaccionario bloqueo su accionar ya que no pertenecía a la facción partidaria del zarismo tradicional, él era un gran reformador, venia de padres intelectuales reformistas y ministros de Alejandro II. Los 3 años que separan la muerte de Stolypin del estallido de la primera guerra mundial en 1914 pueden ser difíciles de describir ya que se encuentran colmados de tendencias contradictorias. Me explico, varias de estas tendencias apuntaban a la estabilización, mientras que otras a todo lo contrario, a simple vista la situación se veía bien, el fallecido Stolypin había podido controlar la sedición y el imperio estaba en la cima de su prosperidad económica. La economía estaba en auge, los rendimientos agrícolas en el centro de Rusia se incrementaban perceptiblemente, veamos algunas estadísticas de la economía: la producción de hierro creció en 57,8% en relación de 1900, mientras que la de carbón aumento más del doble, en el mismo periodo las M-X también se incrementaron más del doble, gracias a un estricto control de la emisión monetaria, el rublo era una de las divisas más estables del mundo, economistas, principalmente franceses decían que si Rusia mantenía hasta 1950 el ritmo de crecimiento económico que había tenido desde 1900 dominaría Europa, tanto política, económica y financieramente. El crecimiento económico permitía al tesoro depender menos de los préstamos extranjeros e incluso disminuir la deuda, ya en 1914 el endeudamiento estatal exhibía una tendencia decreciente, el presupuesto del estado también mostraba un rumbo positivo, entre 1910-1913 se registró un superávit fiscal en ¾ años, aun teniendo en cuenta los gastos extraordinarios. La experiencia había enseñado a Stolypin que una aldea prospera, era una aldea tranquila. Y fue así, ya que el campo gracias a su rendimiento dio pocos problemas a las autoridades. Más allá de la economía, la sociedad rusa ya no miraba la izquierda como la solución, sino más bien una inclinación al conservadurismo, hubo un gran crecimiento del sentimiento patriótico y nacional, entre los rusos instruidos, cual incluía a la juventud universitaria donde se notaba un leve desplazamiento a la derecha, cosa rara de ver una las universidades, incluso a día de hoy.
 
 
Aunque esta prosperidad tuvo buenos resultados, no tuvieron los mismos efectos los centros industriales en las zonas rurales, la incorporación masiva de trabajadores, en su mayoría campesinos cuales no poseían tierras o todo caso eran muy poco productivas, esto inyecto en la fuerza laborar un elemento peligroso, entre enero de 1910 y julio de 1914 el número de obreros creció de 18.000.000 a 24.000.000. A mediados de 1914 más de la mitad de obreros de San Petersburgo eran recién llegados, estos creían demasiado moderados a los socialistas revolucionarios y preferían las consignas más sencillas de los anarquistas y bolcheviques.
La primera guerra mundial y la revolución (1914-1917): 
El asesinato del archiduque austro-húngaro Francisco Fernando de Austria, cual causaría una de las guerras más destructivas de la historia bélica como política, la primera guerra mundial. Este conflicto afectaría mucho al imperio ruso, sembrando el temor de varios estadistas imperiales quienes consideraban a la neutralidad la opción más prudente para evitar la desestabilización del imperio (otra vez), Rusia intervino en la guerra porque temía ser invadida por el 2do Reich, si este lograba imponer su hegemonía en Europa. Un escenario cual se venía discutiendo hace décadas, al menos desde el reparto colonial de África y la conferencia de Berlín de 1884-85. Cabe aclarar que en 1892 el zar Alejandro III había señalado: “debemos en verdad llegar a un acuerdo con los franceses y en caso de una guerra entre Francia-Alemania atacar de inmediato a los alemanes para no darle tiempo de golpear a Francia para posteriormente volverse contra nosotros”. Por otra parte, varios de los países involucrados en la primera guerra mundial creían que el conflicto duraría solo un par de meses, así como la guerra franco-prusiana de 1871 (11 meses de duración). Llevando así a un grave error de cálculo y criterio, algo que no se esperaba y que por esa razón seria llamada a posteriori “the great war” “la gran guerra”. Rusia no se encontraba para luchar una guerra de esa dimensión, a pesar del crecimiento económico a este se le debería dar tiempo para hacer más efecto e igualarse a las potencias occidentales, frente al creciente Estados unidos, quien se estaba expandiendo colonialmente, como con la guerra hispano-estadounidense de 1898 donde consiguieron el territorio de Cuba y filipinas. Volviendo a la gran guerra, el desempeño del ejército ruso durante 1914-1915 fue malo, deficiencias en el mando, el transporte y el armamento llevo a derrotas muy costosas con cientos de miles de muertos.
(Aunque también ganarían algunas batallas como la del rio Vístula de 29 de septiembre de 1914 – 31 de octubre de 1914 donde vencieron a los alemanes y austrohúngaros)
 
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En 1915 Nicolás tomo el mando de las fuerzas armadas y suspendió las sesiones del parlamento, decisión que muchos vieron imprudente, durante esos momentos miembros del gobierno y la familia imperial notaron que el zar estaba siendo influenciado por Grigori Rasputín (1869-1916) un supuesto monje proveniente de la Siberia asociado a una secta ilegal ocultada por miembros de la iglesia ortodoxa, su imagen se vio en la vida de la familia imperial porque el único hijo del zar, Alekséi Nikoláyevich Románov sufría de hemofilia y Rasputín era capaz de frenar sus hemorragias con misteriosas técnicas de hipnosis. Miembros de la familia imperial intentaron sobornarlo para que desaparezca, entre algunos intentos de asesinato lograron asesinarlo un 30 de diciembre de 1916 en el palacio Yusopov en San Petersburgo. En esos mismos días el ejército ruso se había recuperado bastante, al menos lo suficiente para lanzar una gran ofensiva contra los alemanes, pero mientras el frente se inmovilizaba, la retaguardia mostraba alarmantes síntomas de malestar, sus causas eran principalmente económicas, una gran escasez de bienes de consumo, sobre todo alimentos y la subida de las tasas inflacionarias. Los inviernos de 1916-17 fueron muy difíciles. En el norte del país con una temperatura media de -15° (bajo cero) el sistema ferroviario se vio paralizado, frenando el transporte de alimentos, suministros, etc. San Petersburgo fue principalmente afectada y mucha gente empezó a pasar hambre. El 8 de marzo de 1917 o 23 de febrero en Rusia debido a que utilizaban el calendario juliano, más de 100.000 personas salieron a las calles a manifestarse, había estallado la revolución de febrero. El historiador Richard Pipes escribe la siguiente: “en vista de que le revolución de febrero suele describirse como una revuelta obrera, es importante destacar que fue antes que nada, un motín de soldados campesinos a quienes para ahorrar dinero las autoridades habían alojado en instalaciones súper-pobladas del imperio, en palabras de un testigo presencial, como yesca en un barril de pólvora” en un principio, las manifestaciones en San Petersburgo fueron espontaneas como también ocurrieron de forma pacífica, un legítimo reclamo a la dura situación que estaban pasando por la crisis de suministros básicos, sin embargo no demoro mucho tiempo la llegada de agitadores revolucionarios cuales politizaron y radicalizaron la causa. Así hubo vandalismo, saqueos, actos violentos, etc. Con víctimas fatales, sean civiles o policiales. La situación se logró controlar hasta cierto punto, pero esto se acabó cuando una guarnición de soldados, de los anteriormente mencionados, se sublevo. Unos 160.000 hombres en abierta rebelión. Realmente no eran soldados, eran campesinos procedentes de la milicia nacional, cual ninguno estaba interesado en someterse a la disciplina militar, la mayoría de ellos superaban los 30-5 años y habían sido incorporados a la milicia recientemente. Para el 12 de marzo estas milicias se alzaron en armas, las autoridades perdieron el control de la capital imperial, estos irrumpieron en los arsenales, apoderándose de miles de armas, liberaron presos, reprimieron manifestaciones en favor del gobierno y saquearon numerosas tiendas, restaurantes y hogares particulares. 
La sublevación se hallaba exclusivamente allí, en San Petersburgo, pero sería complejo revolver la situación si Rusia seguía peleando una guerra, tropas leales la Nicolás II lideradas por el general Nikolai Ivanov (1851-1919) prepararon un proceso de contra-revolución, dirigiéndose a pacificar la capital pero la misión fue abortada, cabe decir que existía un mal criterio de parte de las autoridades porque circulaba información realmente distorsionada de cómo había evolucionado la revolución. La duma creyó que con una estrategia conciliadora podría restablecer el orden, eso sí, el zar debía dar un paso al costado. El emperador había perdido totalmente su apoyo, la izquierda quería una revolución en base a su ideología, los liberales una república parlamentaria como las que surgieron posteriormente a la primera guerra mundial (como la republica del Weimar) y los monarquitas querían su abdicación. Sin otra alternativa, el 15 de marzo de 1917 Nicolás abdico y dijo: “en los días de la gran lucha contra el enemigo externo que ha procurado durante casi 3 años esclavizar nuestro suelo natal, dios, nuestro señor ha querido someter a Rusia a otra pesada prueba, los disturbios populares que han estallado amenazan tener un efecto calamitoso sobre la conducción futura de esta reñida guerra, el destino de Rusia, le honor de nuestro heroico ejército, el bienestar del pueblo y el futuro de nuestra amada patria exige que sea cuales fueran los costes, la guerra se lleve a una victoriosa conclusión. En estos días cruciales en la vida de Rusia, hemos considerado en conciencia que nuestro deber con nuestra nación es acercar y unir a todas las fuerzas nacionales para la más rápida conquista de la victoria. Desacuerdo con la duma estatal, hemos hemos jugado conveniente renunciar al trono del estado ruso y deponer la suprema autoridad, no deseosos de separarnos de nuestro amado hijo, entregamos nuestra sucesión a nuestro hermano, el gran duque Miguel Aleksandrovich Romanov (1878-1918) y le damos nuestra bendición para subir al trono del estado ruso. Ordenamos a nuestro hermano ocuparse de los asuntos estatales en completa e integra unión con los representantes de la nación en las instituciones legislativas, sobre la base de los principios que ellos establezcan y rendirá al respecto, un juramento inviolable; en nombre de nuestro suelo natal, profundamente amado, convocamos a todos los verdaderos hijos de la patria a cumplir su sagrado deber, para con ella, obedeciendo al zar en el difícil trance de las tribulaciones nacionales y ayudándolos a conducir, junto con los representantes del pueblo, el estado ruso a la victoria, la prosperidad y la gloria, quiera dios nuestro señor, ayudar a Rusia. 
(Carta de abdicación del Zar Nicolás II, 15/03/1917
 
 
 
El nuevo zar: 
El gran duque Miguel recibió la noticia con asombro y sorpresa, fue citado por el comité provisional de la duma estatal para convencerlo de que no acepte el trono hasta que la asamblea constituyente se lo pidiese, en nombre de la mayoría del gabinete, Mijaíl Rodzianko (1859-1924) le dijo a miguel que si aceptaba la corona estallaría en cuestión de horas una violente revuelta y tras ella una guerra civil, pero Pavel Muliukov expuso una opinión contraria, “la negativa a aceptar la corona significaría la ruina de Rusia” dijo por días y días de incesante oratoria y prosiguió: “la fuerte autoridad necesaria para restablecer el orden exige el respaldo de un símbolo de autoridad al que las masas estén acostumbradas, sin un monarca, el gobierno provisional es por si solo un barco incapaz de navegar, propenso a hundirse en el océano de la agitación de masas y revueltas” pero Aleksandr Kerenski (1881-1970) lo interrumpió diciendo que Muliukov se encontraba equivocado, “al aceptar el trono no salvara a Rusia, todo lo contrario, conozco el estado de animo de las masas, hoy existe un fuerte resentimiento hacia la monarquía, la cuestión causaría una sangrienta guerra civil. Le ruego, en nombre de Rusia que haga ese sacrificio” miguel acepto, el poder ahora se encontraba en manos del gobierno provisional y la monarquía tendría su retorno, solo en el caso de un referéndum nacional (Procedimiento jurídico por el que se somete a votación popular una ley o un asunto de especial importancia para el Estado). La monarquía llego a su fin, en un momento que aparentaba auge llego a la decadencia de una monarquía de 196 años. 
 
 
Conclusión:
Para concluir, voy a analizar la siguiente pregunta, ¿Cuáles fueron las causas de la revolución de febrero? Pues yo lo considero que fue la primera guerra mundial, déjenme explicar, la destrucción, la muerte, la crisis económica, llevaron a un profundo malestar social, este malestar no particularmente en el imperio ruso, sino en todos los países beligerantes, por eso también la revolución alemana de 1918 que terminaría con la abdicación de Wilhelm II y la fundación de la republica del Weimar o la disolución del imperio Austro-húngaro. En ocasiones este conflicto pasa desapercibido en la cultura popular y no se dimensiona correctamente como esta precipitó una revolución política, económica y cultural. La gran guerra fue el terremoto cual puso fin a los grandes imperios y los valores e ideas que los acompañaban. Si Rusia hubiese estado en paz, muy posiblemente un estallido social hubiera sido controlado. 
Ahora, la causa raíz de la revolución de febrero es aún más compleja, es innegable que las ultimas décadas del imperios ruso el emperador con sus ministros cometieron grandes errores, los graves y reiterados actos de incompetencia obstaculizaron el buen manejo de los conflictos internos y externos. Pero siendo más justos, con respecto al zar y su gobierno, los intelectuales y políticos tampoco aportaron mucho, al contrario, la mayoría de ellos eran personas profundamente ideologizadas, con una actitud intransigente (Actitud de la persona que no acepta los comportamientos, opiniones o ideas distintas de las propias o no transige con ellos) no poseían interés alguno en llegar a un acuerdo o compromiso con el régimen zarista y acerca de la extrema izquierda, su único compromiso fue con la revolución y el terrorismo, no tenían interés en resolver los serios problemas que atravesaba Rusia, sino profundizarlos y agravarlos hasta el colapso del gobierno.

Muchas gracias por leer.

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Jonathan Hanemann

völkisch und umweltbewusst