Las Mejores Películas de Superhéroes
EL PROTEGIDO
M. Night Shyamalan

 

Sin lugar a dudas, por lo menos para el que escribe esta reseña, esta es una de las mejores películas del género. Es cierto que el filme parte con más ventaja que los demás, ya que no se basa en ningún cómic, librándose así de tener que lidiar con el descontento de los aficionados y de ser esclavo de conceptos que pueden funcionar en las viñetas, pero no necesariamente en el celuloide.

La historia es de corte clásico, lo que llamamos “el camino del héroe». La trama sigue los pasos de pe a pa: mundo ordinario, llamada a la aventura, rechazo de la llamada, encuentro con el mentor … y así, hasta llegar a la aceptación. Pero esta película hace algo inteligente al darle una vuelta de tuerca al modelo clásico: que el protagonismo recaiga en el rol del enigmático Elijah (Samuel L. Jackson), siendo éste el catalizador de la trama.

Si tuviera que hacer una sinopsis sería la siguiente (y no es la que podrás leer detrás de la carátula del Blue-ray): Elijah, un hombre que sufre osteogénesis imperfecta, amargado por su condición y obsesionado con los superhéroes, cree que si existe alguien tan frágil como él, necesariamente  debe haber también alguien dotado de una fuerza y resistencia sobrehumanas, para así darle sentido a su tragedia personal.  Elijah hará lo que sea para encontrarlo.

Sin necesidad de verbalizarlo, a través de una sutil dirección el director M. Night Shyamalan nos deja claro que Elijah es el auténtico protagonista. El largomentraje arranca con tres escenas donde podemos ver al personaje en tres etapas de su vida: nacimiento, niñez y madurez. El primer plano de cada escena lo muestra siempre reflejado en un objeto: un espejo, una televisión y un cristal, sugiriendo tanto la dualidad moral del personaje como su fragilidad física. Esto se vuelve más evidente si vemos las escenas eliminadas, entre las cuales había una en la cual el pequeño Elijah se rompía todos los huesos en una atracción de feria. Este momento también formaría parte de la secuencia, pero rompía la dinámica de juego del reflejos que quedó en el montaje final (cabe agregar que dicha escena fue reciclada en Glass, de 2019)

Otro aspecto destacable de la puesta en escena de Shyamalan, es el constante uso de sombras sobre el rostro de David Dunn (Bruce Willis), que se contrapone a la luminosidad de la secuencia climática de la aceptación del don del personaje en la estación. También destaca el uso del violeta en el atrezzo utilizado por Elijah, siendo esto un guiño a la estética de algunos personajes de cómic. Ahora bien, el mayor acierto del autor es el tono sobrio con el que rehuye los clichés del género y, ante todo, contar una historia de personajes.

Samuel L. Jackson y Bruce Willis consiguen dotar de versomilitud a sus respectivos roles. El preciso trabajo actoral y la buena escritura de personajes hacen de esta película una rara avis en un género donde las formas se suelen imponer al fondo. En este último aspecto también hay que mencionar al niño (Spencer Treat Clark) y su interpretación, especialmente en la secuencia donde apunta con un revolver a su padre en la cocina porque cree que éste sí podrá parar las balas.

El guión —también de Shyamalan— es solvente, tanto en lo referente a la evolución de personajes como al desarrollo de la trama, pero de ponerle alguna pega, creo que hay una escena que peca de incongruente: la de David Dunn, preguntando a su jefe por el número de veces que ha estado enfermo. Tal vez no sea tan relevante, pero siempre me chirría, ya que si nunca has estado enfermo deberías saberlo. Otro elemento destacable es la calidad de los diálogos, en especial las últimas palabras de Elijah a Dunn, que sirven de epílogo y coehesionan toda la obra de principio a fin (Cuidado: SPOILERS): «Ahora que sabemos quien eres tú, sé quien soy yo. No soy un despojo, todo tiene sentido. ¿En un cómic sabes cómo se nota quién va a ser el villano más malvado? Es justamente el opuesto del héroe, y la mayoría de las veces son amigos como tú y yo. Debí comprenderlo hace mucho tiempo, ¿sabes por qué?. Por los niños. Me llamaban Don Cristal«.

La aceptación es el leitmotiv de obra de la Shyamalan. Sus personajes, de forma inexorable, siempre acaban asumiendo lo que han estado negando durante todo el metraje. Los géneros (terror, ciencia ficción o fantasia) son una mera excusa para que sus protagonistas alcancen esta meta. Esto es especialmente notorio en sus primeras películas (SPOILERS*): en El sexto sentido Bruce Willis aceptaba estar muerto, en El protegido Bruce Willis aceptaba ser un superhombre, en Señales Mel Gibson aceptaba ser un servidor de Dios, en El bosque Bryce Dallas Howard conocía y aceptaba el sentido de su comunidad, y en La joven del agua Paul Giamatti aceptaba su rol de médico o sanador. No obstante, la película donde la idea de aceptación queda mejor plasmada, sigue siendo El protegido.

*SPOILERS DE EL SEXTO SENTIDO, EL PROTEGIDO, SEÑALES, EL BOSQUE Y LA JOVEN DEL AGUA.

José María Palomé

Reseña de Cine El Protegido
Guión M. Night Shyamalan
Protagonistas Bruce Willis, Samuel L. Jackson, Robin Wright

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